28/4/15

Lo que no puede ser...

Hay cosas que no pueden ser, no pueden ser y además son imposibles. En mi vida hay alguna que otra, por supuesto que las hay, y os puedo asegurar que me encantaría conseguir alguna de ellas... qué le vamos a hacer! Si vosotros podéis hacer alguna de estas cosas... contadme qué se siente!! No os dé pena darme envidia, quiero mantener la imagen mental de estas pequeñas cosas antes de que se fuguen de mi memoria para siempre!

No se puede una duchar sin que una personita encantadora le tire las zapatillas dentro de la ducha. (Donde digo "le tire las zapatillas dentro de la ducha" también podría leerse "le meta la muda limpia en el retrete", "le frote la espalda con la escobilla del retrete", o... o... bueno, la imaginación es libre!)

No se puede bajo ningún concepto cocinar manteniendo los dos pies apoyados en el suelo. Porque es muy aburrido, porque así no trabajas el equilibrio, y sobre todo porque si tienes los dos pies en el suelo y las dos manos cocinando... ¿con qué apartas a la personita del cubo de la basura, la bolsa de reciclaje de envases o las varillas de la batidora?

No se puede tomar un café aburrido después de comer. Puedes tomar un café, o algunos días tomar medio café y limpiar del sofá, tu ropa y la ropa de la personita el otro medio. Lo que no puedes es aburrirte mientras lo tomas, eso no es posible, no, no, no. Intentas evitar que la personita beba café, que el café caliente te riegue el canalillo, que la personita trepe por tu espalda... intentas evitar cosas, en resumidas cuentas! Te centras tanto en ello, que a veces descubres media hora después que te queda casi todo el café en la taza, helado, asquerosete. Una lástima.

No se puede mantener una conversación inteligente por teléfono. Hablar puedes, normalmente, pero la parte de escuchar se complica con la personita intentando explicarte el origen de los agujeros negros en su peculiar idioma de tatatá neeeee pooooopu. Sin teléfono es más fácil porque el idioma de las señas es casi casi universal.

No se pueden guardar cosas en armarios, estantes, cajones o lugares en general que queden a menos de un metro del suelo y no puedan ser atados, bloqueados y/o cerrados de una forma u otra. No se puede, y punto. Cuanto antes asumas esto, mejor.

No se pueden guardar cosas a más de un metro del suelo y esperar que sigan en su lugar si se te olvida mantener las sillas apartadas de la personita. Las personitas trepan.



No se puede comer más de dos bocados seguidos sin que la personita se apropie del tercero, pida agua, te pegue con su cuchara, lance la servilleta al suelo, te robe el tenedor, tire de la punta del mantel o te solmene tremendo tirón de pelo cuando te agachas a recoger la servilleta.

No se puede, jamás de los jamases, hacer esperar a una personita que pide teta, teta, teeeeeta. Bajo pena de pellizcos, gritos, tirones de pelo y desesperación en general.

No se puede utilizar el retrete (utilizarlo en general, sea para una cosa o para otra, ya me entendéis de sobra, tampoco quisiera ponerme escatológica) sin que la personita intente cazar al vuelo con su manita regordeta todo aquello que cae.

No se puede apartar a la personita del punto anterior hacia el lado equivocado del retrete, a riesgo de que aproveche para retocar tu peinado con la escobilla o para desenrollar toooooodo el papel higiénico. Científicos de medio mundo siguen reunidos tratando de dilucidar cuál de las dos cosas fastidia más...

No se puede saber a ciencia cierta dónde está algo. Cualquier cosa. Puedes suponer que está en su sitio, si su sitio es lo bastante inaccesible. Puedes incluso desear de todo corazón que esté en su sitio. Pero asegurarlo es algo que escapa a las capacidades humanas. Sólo cuando lo tengas en la mano podrás decir que sabes dónde está!

No se puede pretender que el color del suelo sea visible a través de la capa de juguetes, ropa, muebles, trapos, papeles y cosas que antes tenían un lugar en el mundo. Podría parecer la disculpa perfecta para olvidarse de limpiar el suelo, pero no lo es: el suelo no se ve entre tanto trasto, pero la suciedad del suelo flota y se mantiene visible siempre. No sé qué dice la física al respecto, pero es así.

No se puede salir de casa sin antes comprobar que lo que cogiste son las llaves, que no estás en zapatillas y que la personita no lleva un zapato de cada. Tampoco se puede salir de casa sin una mochila, un paraguas y una pelota, todo ello talla mini, todo ello imprescindible para la personita en el momento de salir, y todo ello perfecto para que tú lo cargues apenas hayáis avanzado unos metros. Todos tenemos nuestras manías!



De todas formas, tampoco es para tanto no poder hacer todo eso... porque no se puede pasar un día sin recibir algún beso baboso, abrazo mimoso, caricia suaaaaaave... ni sin oír esa risa contagiosa que suena a felicidad pura... ni sin preguntarse una cómo demonios podía girar el mundo antes, sin esa personita dándole cuerda continuamente!!


22/4/15

Flores primaverales



Tenía esta tela esperando un proyecto, y tenía el patrón de esta túnica cortado esperando una tela. Y un día... ¡¡se encontraron!!



Patrón Wild Cat de la ottobre /2015. El patrón pedía tela de punto, pero yo soy contestona por naturaleza y usé una micropana sin ninguna elasticidad. Porque yo lo valgo!



Hay días en que debo de levantarme de la cama pejigueras, o algo pasa, porque según cosía iba poniéndome pegas yo sola. Remallé las piezas por separado para luego coserlas con puntada recta y abrir las costuras por dentro. Y tuve que forrar la capucha, porque resulta que no soportaba ver la costura por dentro. Días que se tienen, supongo...




20/4/15

Más estuches transparentes... y tutorial

Desde que les hice los estuches transparentes para las piezas de lego, los chicos no paraban de pedirme alguno más: había más piezas difíciles de localizar que espacio en los estuches!! Pues nada, cuando los niños quieren ser organizados... ¡qué menos que ponérselo fácil! Les cosí cinco estuches más, alguno más grande tal y como pedían.



Aprovechando la ocasión, y teniendo en cuenta que una amiga me había pedido tutorial cuando vio la primera tanda, hice algunas fotos para un paso a paso. Son facilísimos de coser, pero bueno, poder coserlos enteros a máquina sin que queden pequeños huecos para perder minipiezas tiene su truqui...

¡Allá vamos!

Primero hay que cortar el trozo de plástico acorde al tamaño de la cremallera... o viceversa! Esta vez podía elegir yo el tamaño, porque utilicé cremallera por metros y cortaba donde me daba la gana, jeje. La cuestión es tener un trozo de plástico más o menos cuadrado, o rectangular, con las esquinas redondeadas. Lo doblamos al medio, marcando bien el doblez, y situamos la cremallera a ojímetro, para calcular más o menos la longitud que necesitamos. Tienen que sobrar un par de centímetros de cremallera por cada extremo, para poder maniobrar.



Si tenemos una cremallera de tamaño limitado, la colocamos sobre el plástico doblado y sin cortar, dándole un poco de forma, y dibujamos más o menos el tamaño que podrá tener el estuche. Quitamos la cremallera y cortamos el plástico por la línea dibujada. No hay que estresarse, esto no es una prenda de ropa que tenga que quedarle perfecta a nadie!

Con un alfiler sujetamos el extremo cerrado de la cremallera para que no se escape el carro, y quitamos los topes metálicos si es que los tiene (la mía no tenía, ya dije que era por metros). Con otros dos alfileres, marcamos en el extremo abierto el trocito que vamos a dejar de sobra, para asegurarnos de que sea igual de largo en las dos partes (en la foto cerré el principio de la cremallera a mano, para que se vea que están justo a la misma distancia, pero no hace falta hacerlo).



Empezamos a coser por el extremo abierto de la cremallera, alineando uno de los alfileres con la marca del doblez central. Vale, en la foto la cremallera está cerrada, porque la había cerrado a mano no sé muy bien para qué (¿no puede una hacer cosas absurdas o qué?) y no se apreciaba ni el doblez, ni los alfileres, así que hago trampa: en rojo por donde va el doblez, en verde donde están los alfileres, y la flecha azul indica el principio de la costura, un par de centímetros después del alfiler:



Cosemos hasta un par de centímetros antes de la marca del doblez en el otro extremo, y repetimos con el otro lado de la cremallera. Nos queda la cremallera unida a todo el borde del plástico, con una abertura en cada extremo



Para cerrar las aberturas, abrimos la cremallera del todo y empezamos por el lado donde no está el carro. Colocamos los extremos así:



Y cosemos por encima, dando un par de pasadas para reforzar la costura.



Luego vamos al extremo donde está el carro, y como el carro molesta un montón para coser, lo vamos a apartar...



Pero entonces la cremallera queda cerrada y no podemos coser... pues para eso habíamos quitado los topes metálicos de la cremallera! Retiramos el alfiler que hacía de tope, y abrimos ese extremo de la cremallera a mano. Con el carro en el otro extremo, repetimos la operación de antes. Ahora el estuche está listo, pero al mover el carro vemos que tiene una cremallera abierta pa to los laos... nada, hombre, pasada de lado a lado y ya vuelve a parecer una cremallera normal!



Sólo falta rematar hilos, recortar un poco los extremos sobrantes de la cremallera y quemarlos con un mechero para que no deshilachen (con cuidadín de no quemar el plástico) y ya está! Estuche completamente cerrado, y que abre del todo para rebuscar. Tardé tanto en explicarlo como en coser dos estuches! jajajaja




13/4/15

Con unos retales de na...

Sí, sí, en serio. No metí mano a telas nuevas, sólo abrí el cajón de los recortes absurdos que una va guardando porque Diógenes tiene mucha labia y no hay quien le lleve la contraria cuando se pone cabezón!



El caso es que retalito por aquí, retalito por allá... como quien no quiere la cosa... ¡¡colección de calzoncillos nuevos que le preparé a Chus!!



Que se la merecía, eh, que los que tenía ya le iban pequeñajos del todo y se le marcaba el elástico en las carnes al pobre muchacho. Ahora ya no, ahora culete feliz y cintura feliz y niño feliz porque sus calzoncillos son los más molones del mundo mundial (mientras nadie nos demuestre lo contrario...)









9/4/15

Mi chaqueta

Tenía yo ganas de una chaqueta ligera para entretiempo... ya, ya sé que la ropa de entretiempo no suele ser taaaan ligera, que esto más bien sería una chaqueta de verano, pero yo soy una calorías y en verano no uso chaqueta, la ropa de entretiempo me suele servir la mayor parte del invierno, y mi ropa de entretiempo es así. Cada uno es como es! Por lo pronto ya intenté estrenarla llevándomela a la plaza por la tarde, y volvió a casa en la mano. Poco fresco como para usar chaqueta... ¡y eso que es finísima!



Es el patrón Mélange Knit de la Ottobre 2/2015, en tela de camiseta negra, una prenda básica de las que nunca están de más en el armario. ¿No es sólo negra? Pues no, aunque era la intención... pero no quedaba tanta camiseta negra! ¡es lo que tiene el negro, que va con todo y en seguida se gasta! Cuando vi que no me alcanzaba para la chaqueta casi me da un soponcio... pero luego pensé "bah, a esto le pongo yo el final de las mangas de otra tela, y listo"



Ya que ponía rayas en las mangas, decidí poner rayas en el delantero (eso y que me apetecía que me abarcara bien la pechonalidad, y no había modificado la talla porque la tela no daba pa más!). Y ya que ponía rayas en el delantero, aproveché para meter un par de cordoncillos para atar, hechos con tiras de los restos de camiseta negra.



El bajo... a lo cómodo, lo remallé con una puntada más ancha de la que suelo usar en la remalladora, y sin más... no quería que el dobladillo abultase, y así me aseguraba!



Me gusta, no tiene nada pero... me gusta! Me gusta bastante como para pensar en otra de otro color... veremos si me animo o no! Y ahora voy a ver qué más me gusta por RUMS...



8/4/15

Estrellada

La pobre sí que es verdad que anda estrellándose cada poco... intrépida que es, que a todo quiere llegar y de vez en cuando se la pega. Pero las estrellas de hoy son de tela, de su vestido nuevo.



Patrón Birdie, birdie de la ottobre 1/2015, pero con abertura en un hombro porque estos seres humanos que dibujan los patrones de bebé está claro que tienen hijos con cabezas muuuuucho más pequeñas que las de mis peques... a ver por dónde se supone que pasábamos la merola con ese cuello sin abertura!



Las telas, de La Pantigana. El cuello y los puños, orgullo de madre que se esmeró y le quedaron bien ¡no espero a que me lo diga nadie, y así ya estoy a gusto aunque no os fijéis! jajajajaja



Parece que el modelo es cómodo para seguir demoliendo rincones del hogar... qué futuro tiene esta niña en obra civil, por favor, qué futuro!!






7/4/15

La que liaste!!

Así a primera vista seguro que el título os suena a Lía... pues no! Esta vez no! Esta vez la liada vino de otra profesional en la materia... La Lío Parda!!!

Hace un tiempo compartió el patrón de su poncho Balicam, y anunció un sorteo entre quienes lo cosieran... un tiempo después llegó el sorteo y... ¡¡me tocó a mí!! Y un tiempo más tarde, después de algún que otro desencuentro con personal de correos que negaba la existencia del lugar en el que vivo (sí, sí, en serio... que vivo en un lugar inexistente, de ahí que a veces pase lo que pasa) recibí mi paquete ¡pedazo paquete! Mirad, mirad...



Todo esto había dentro del paquete! Y todo así de guapo empaquetadín, que no sabía una por dónde empezar a desenvolver! Lo primero que abrí fue esta caja de cartulina con superflor, y dentro había dos corazones de fieltro re-que-te-chulos:



Son una pasada, todo detalles!! la etiqueta, las bolitas, el ojal metálico pluscuamperfecto... Seguí desempaquetando, y me encontré con este monstruito tan salao, al que por aclamación popular llamamos Gumersindo, y que se alimenta básicamente de mi móvil cuando lo saco de paseo:



 ¡Me chifla!! a estas alturas ya no podía aguantar más sin husmear el paquete de aquellas cositas de colorines con pinta de caramelos... ¡¡exacto, caramelos!! ¡¡qué guay!!



No es sólo que sean una pasada de guapos y vistosos, que también, es que... están riquísimos!! Y es muy divertido escoger el que quieres, que si de kiwi, de cereza, de limón... cada uno con su dibujito tan bien hecho! No hace falta decir que mis muchachos están encantados con esta parte del paquete, verdad?

El paquete más grande contenía esta maravilla MARAVILLA:



Un cuello-capucha fantáaaaaastico, precioso, no hay palabras (otra vez esos ollaos perfectos...), con esas estrellas tan chulas por dentro, con ese cordón, con... ¡que me encanta! Siento mucho no tener una foto con posado, de hecho fue la razón de tardar tanto en enseñaros esta entrada, pero no hay forma de que me haga una que se vea medio bien así que otra vez será!

Y todavía me faltaba por descubrir el último paquetito: un trozo de tela africana chula, chula. Que ya tengo dos o tres ideas en mente peleándose por ella... ¿quién ganará??



Pues sí señores, todo esto es lo que recibí en casa a cambio de... de... ¿nada? ¡ay, no! ¡a cambio de haber usado un patrón bien chulo para coserme un poncho que me encanta! jajajaja si es que da gusto tener suerte en esta vida ¿a que sí?

Una vez más, gracias, gracias y más gracias, LaLío!!! ¡¡que eres una lianta genial!!





6/4/15

A cuatro manos

Hay veces que tener dos manos está bien, pero se trabaja mejor a cuatro. Y de paso, se consigue que el resultado final sea único... irrepetible!

Porque ya va haciendo falta pensar en verano, en sol, en días de prao y río... La abuela tejió la parte de arriba del vestido, yo cosí la de abajo, entre las dos elegimos botones del botín de la herencia...



Hice bies con la misma tela para las sisas y el cuello, vestido de verano listo!
Para otra vez, con más tela en la parte de abajo, que queda un poco raro... ¡siempre se aprende algo!

Y luego la experta tejedora se ocupó de una rebeca a juego... ¡equipo completo! Si es que a cuatro manos da gusto trabajar!



¡¡Y si hacen falta seis, seguro que aparecen otras dos!!

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