30/12/13

Cuando llega el correo II

¿No dije que aún faltaban maravillas por enseñar de lo que vamos recibiendo por correo? El armario de la peque va llenándose a toda velocidad de cosas preciosas y, sobre todo, hechas con mucho cariño. Y se les nota!

¡A estas alturas ya estaba yo en una nube, entre tanto regalo tan especial! Pues pasaron sólo un par de días y el cartero volvió a casa, con un paquete esta vez de Para mi peque con amor. ¡Otra maravilla!



Y muy poco después llegó esta cocada de parte de Klara. Llegó en un día de mucho frío, y la verdad es que me apetecía meter las manos y no sacarlas!! Es un amor de suave y calentín, seguro que este invierno nos viene de maravilla



El siguiente paquete llegó de más cerca, esta vez de parte de Naii. Un pijama simplemente precioso para la peque, una nota-mariposa ¡adoro sus notas de origami!, un buen trozo de antideslizante para las zapatillas de mis chicos, y una bolsita con pequeños botones decorativos que a dos de por aquí los dejaron ojipláticos



Como nuestra chiquitina no viene con prisas por nacer, aún dio tiempo a que llegara otro paquete antes de conocerla:



Este venía directo de Linibau, con un conejito precioso y suaaaaaave para ella, un juego de contar cuentos con piedrecitas (le teníamos unas ganas... ¡queríamos hacerlo desde el verano!), una tarjeta navideña y... ¡ropa para heredar!



¡chula, eh! Qué ganas va habiendo ya de empezar a probarle todas estas cosas... y ella tan a gusto ahí dentro metida!


27/12/13

Tetajamas

Andaba yo por la semana 39 de embarazo (hace unos días, vaya) y seguía sin tener resuelto un asunto importante: no tenía pijama que me sirviera para dar teta de noche! Bueno, no es que fuese imposible del todo, pero tendría que subirme la parte de arriba y dejar toda la riñonada al aire, que con estos fríos me apetecía más bien poco. Y así, a última hora pero con ganas, me puse a hacer un par de pijamas aptos para lactancia.

El primero lo hice con una botonera en el escote, sabiendo desde el primer momento que esos botones ya nunca más serán abrochados, pero me apeteció complicarme la vida



Para el segundo, decidí hacer una abertura de lactancia. Nunca había tenido una prenda de estas, mi estilo siempre fue estirajar escotes de ropa para sacar la teta sin más, pero últimamente veía y veía este tipo de aberturas y qué queréis, se me antojó probar a hacer una!

(de verdad de la buena que ese puño amarillo, puesto, queda bien estiradín. Pero el bombo debajo queda fatal, ya si eso me lo pruebo otro día!)

El patrón lo saqué del de la sudadera ENE de Naii, modificando el delantero para las aberturas. Y el pantalón... pues del pantalón de mi otro pijama, para qué complicarse más! Las telas son interlock de La Pantigana Shop, más gorditas que la camiseta normal para que sean más calientes, pero igual de cómodas.





Creo que estoy en racha de coser para mí, a ver lo que me dura (no sé si me refiero a que me dure la racha egoísta, o que me dure el poder coser... libertad de interpretación!). Lo que está claro es que por ganas no va a ser, con el punto de encuentro e inspiración que nos pone en bandeja RUMS... ¿ya lo conocéis? ¿no os parece una idea genial? ¡qué ganas de empezar!




26/12/13

Sabor a mandarina?

Tenía unas cuantas cosas pendientes, algunas incluso corren cierta prisa, pero yo soy así y justo entonces lo que me apeteció fue ponerme a tejer pijadinas. Que tengo un cajón lleno de gorros, calcetines y patucos para la peque, pero precisamente gorro y patucos fue lo que se me antojó hacer...

Hace no mucho la abuela tejió un jersey chulísimo para Chus, color mandarina, y me quedé con un ovillo que sobró. Y entonces me apeteció tanto, pero tanto, tanto, hacer un gorro de aquel color... y ponerle rabito verde... Iba a dejar de ser mandarina para convertirse en calabaza, y yo tenía muchas pero que muchas ganas ¿y por qué me iba a quedar con las ganas, con lo buena que soy? Pues eso:



Gorro-calabaza y patucos, y las cosas pendientes que corren prisa que sigan esperando, que tampoco se va a acabar el mundo!


23/12/13

¡Qué buena es la envidia!

Sí, sí, digo que es buena... la pobre tiene mala fama, y es verdad que muchas veces se la merece, pero también hay que reconocer que muchas veces nos lleva a hacer cosas que no habríamos hecho sin ella, cosas que nos gustan y resultan gratificantes... Por ejemplo, mi caso de hoy. Cuando vi el modelito de la minimona de Mimaramundo, algún engranaje cerebral saltó y la envidia cochina que me dio hizo que acabara, un tiempo después, haciendo uno similar. Sin esas telas tan chulas que se gasta ella, claro, pero el concepto de túnica basada en body me llegó al alma...



Imprimí el patrón del "regenbogenbody" de Schnabelinas, y lo modifiqué a ojo. ¿Me pasa sólo a mí que el nombre de este patrón me recuerda una barbaridad a aquel chiste de "¿sabes cómo se dice autobús en alemán?" o es una asociación de ideas normal y frecuente? Es que cada vez que lo leo me parece medio broma... ejem... perdón, alemanes en general y Mara en particular, pero... ¡es que tenéis un idioma muy entretenido!



Y unos leotardos para completar, claro!! El tutorial y patrón de Made by Rae son fantásticos para hacer leotardos pequeños... ¡tanto que no pude hacer sólo unos!



Las telas de la túnica son sudaderas de invierno de La Pantigana Shop, combinadas para que resultase alegre y colorido, y va rematada con foe de Hilos y más... Me gusta el resultado, y me encanta la poca tela de cada que gasté! Y para los leotardos, camiseta también de La Pantigana, colores lisos, pero para qué necesitamos estampados con tanto colorín, no?



22/12/13

Los duendes de la navidad

No es la primera vez que hablo de ellos, ya os conté que en casa en esta época del año aparecen unos personajillos que nos proponen juegos, actividades, bromas... nos ayudan a decorar la casa y nos retan a cumplir sus propuestas del Calendario de los Duendes. Son unos seres muy especiales estos duentes, y casi nunca conseguimos verlos, aunque de vez en cuando escuchamos sus risitas por los rincones.

Hace unos días, sin embargo, pasó algo especial. En su calendario nos proponían dedicar un rato a montar el árbol de navidad, y todo el mundo sabe que con los duendes es mejor llevarse bien, así que lo hicimos... ¡y entonces ocurrió! ¡¡los vimos!! Hasta pude hacerles fotos... ¿queréis verlos? mirad, mirad...



¡¡Los duendes de la navidad en persona, decorando el árbol!! Me siento tan afortunada... hasta posaron para mí:


¡Si es que son guapos con ganas mis duendecillos!




20/12/13

Preparativos

A estas alturas del embarazo ya no queda más remedio que ir pensando en los preparativos del día D, verdad? Pues en esas estaba, preparando las cosas que tendré que llevar al hospital, cuando me di cuenta de que no tenía zapatillas. Bueno, evidentemente sí que tengo zapatillas, pero tengo un par... y las uso cada día, no podía meterlas en la bolsa! No me había parado a pensar en lo absurdo del tema, tener un solo par de zapatillas y andar con apaños cada vez que las lavo ¡seré cutre! Pues nada, era sólo cuestión de ponerse: en una tarde hice estos dos pares de zapatillas para tener repuesto:



Así soy yo, o no tengo quita y pon o de pronto hago dos pares... la culpa no fue mía, es que me costaba decidir qué modelo hacer y... bueno, ante la indecisión siempre hay una salida fácil! Utilicé unas telas batik que llevaba tiempo admirando y reservando, parece que ya las miré lo suficiente y voy atreviéndome a meterles tijera. Por dentro polar, en la suela polipiel, y entre la suela y el interior mi queridísima capa de goma eva para que el frío se quede en el suelo. La diferencia entre poner esa capa y no ponerla es abismal, por lo menos con el frío que hace aquí y en una vivienda sin nadie debajo que nos temple el suelo.

Y ya en plan capricho, estrené los snaps de corazón y estrella, en unas zapatillas para abrochar (aunque dudo que los desabroche nunca, soy comodona) y en las otras simplemente porque sí. O tal vez para saber en qué pie va cada una, según la opinión de Chus...



Pues una cosa menos entre las tareas pendientes, y una cosa más a la bolsa para el gran día. Qué poco falta ya!



18/12/13

La mi nenina

... no, esta vez no me refiero a Cefe... esta es mi nueva nenina guapa



Y es que soy tan sumamente buenísima, que los reyes ya pasaron por mi casa a dejarme mi regalo ¡toma envidia cochina! jajajaja

La gana que yo tenía de una máquina más potente, con más posibilidades que la que usaba... ¡y aquí la tengo! Qué os voy a decir, estamos en pleno idilio, conociéndonos, disfrutando... ¡una maravilla!

No voy a negar que me da cierta nostalgia de la anterior... no hay punto de comparación entre ellas, eso está clarísimo, pero quieras que no con la otra aprendí todo lo que sé, acompañó el proceso desde aquel tiempo en que sólo cosía bajos de pantalones hasta hoy, que parece que me siento rara si paso dos días seguidos sin coser algo. Y la pobre no daba más de sí, pero qué narices, ¡cosió casi todo lo que le pedí! Pero todo eso ahora es historia... ahora me arrimo a la máquina de coser deseando probar algo nuevo, en lugar de cruzando los dedos para que lo de siempre saliera bien a la primera ¡yujuuuuuuuuuuuuu!!

Pues nada, querido rey mago, muchísimas gracias por este sorpresón, espero usarla pronto en algo para ti, que no se diga!



16/12/13

Cuando llega el correo

¿Cómo no me va a encantar ese momento en el que llega el correo? Vale que no ocurre cada día, pero cuando trae un paquetín... ¡qué emoción! Los peques me preguntan a diario al salir del cole si les llegó algún paquete ¡a diario! y es que a ellos también les encanta. Y últimamente da gusto recibir paquetes de los que van saliendo estos tesoros, hechos a mano, cargados de cariño, para dar la bienvenida al mundo a nuestra pequeñaja. Veréis, veréis...

Hace ya un tiempo llegó el primero, de parte de Mara, y os lo enseñé aquí.



Allá a primeros de noviembre recibimos esta preciosidad, que se coló como polizón en un pedido que hice a Hilos y más... ¡una sorpresa preciosa!



Poco después, un paquetito de Mi rincón de mariposas que contenía este conjunto tan guapo:



Y lo siguiente, estas dos monadas de parte de Pandielleando... ¿no son para enamorarse?



Y además venían envueltas en un retal chulísimo, y acompañadas de unos apliques para ropa que pronto probaremos



No acabo de creerme del todo tanto regalo, tanto detalle, tanto mimo... ¡qué suerte coincidir en el mundo con gente tan estupenda! Y no, no termina aquí la cosa... aún había más por llegar, pero ya si eso os lo cuento otro día, que tantas cosas bonitas en la misma sesión acabarán quitándose importancia unas a otras!




13/12/13

Y por fin... el calendario de los duendes!

Este año de verdad que Nel y Chus pensaban que nunca inauguraríamos la navidad en casa. Y no iban desencaminados del todo, que el mes pasado estuve muy tentada de hacerme la longuis y pasar del tema, pero... bah, me dio pena, les gusta tanto!

Así que puse fecha mentalmente y hoy es el gran día. Mientras están en el cole me tocó preparar el calendario, ese que no es de adviento porque nuestro espíritu de contradicción es muy poderoso. El Calendario de los Duendes, un año más. Como este año el ambiente está muy impregnado del tema bebé ¡cómo no! pues decidí usar los calcetines y patucos para poner dentro la actividad de cada día:



Queda muy muy práctico, sí señor, para sentarse en el sofá hay que agachar un poco la cabeza (incluso yo, que soy medio enana!) pero era el sitio más vistoso que se me ocurrió y mira... algún sacrificio hay que hacer por el espíritu navideño, no? (a ver qué opina el padre de familia cuando lo vea... todavía me veo buscándole otra ubicación al tenderete!).



Pero bueno, colorido sí que es. Las actividades, pues la mayoría recicladas de otros años (de estas), alguna nueva que ya veremos qué tal sale, y en general todas muy sencillas y aptas para cambios de fecha y esas cosas que tendrán que pasar cuando la peque decida nacer. A ver en qué acaba esto... ¡ya os contaré!




11/12/13

Otro saco de dormir

Siempre me pasa lo mismo, cuando necesito más de una unidad de alguna cosa, más me vale hacerlas juntas, en serie, o si no luego me da una pereza horrorosa ponerme a repetir... Y así pasaron meses entre el primer saco de dormir de bebé y este otro, que sabía desde el principio que tendría que acabar haciendo. Iba a repetir todo del anterior: tamaño, patrón, cierres... pero tuve que cambiar de idea para arrancar por fin a hacerlo ¡un modelo nuevo ya me daba menos pereza que repetir el mismo!



Esta vez lo hice con cremallera, algodón por fuera y por dentro y relleno de guata gordita ¡que no nos asuste el frío! El resultado es... digamos contundente, podría mantenerse de pie! Eso sí, para mi sorpresa no hubo ni un problema al coser esa cremallera



El caso es que cuando quise ponerme a coser este saco me encontré con que se me había olvidado comprar la cremallera, así que tenía tiempo de sobra y me emocioné. Un búho. Demasiadas piezas diminutas de tela. Dos pasadas de zigzag (mi máquina no lo hace demasiado tupido, así que es lo que toca). Una tarde entera a vueltas con el búho, en resumidas cuentas:



Le hice unas aberturas (ojales, pero a lo grande) donde más o menos irá la entrepierna, para pasar el broche de la sillita de coche y no tener que abrir nada de nada para salir de viaje ¡que el frío se cuela por donde una menos se lo espera!



El tamaño es generoso, que no quiero que me dure sólo para un par de meses... ¡por quedar largo al principio no nos vamos a enfadar! Para que se adapte mejor al tamaño del bebé, en los tirantes lleva snaps a distintas alturas.



No sé si a Cefe le gustará, ni si hará caso a todas mis súplicas y optará por ser un bebé dormilón y tranquilote, de esos que tienen a los padres encantados y a las visitas decepcionadas porque se van sin conseguir verle los ojos abiertos, pero lo que ya parece que va quedando claro es que le gusta la máquina de coser ¡¡bien!! En serio, es casi la única manera de que yo pueda estar sentada en una silla sin que emplee todas sus malas artes en intentar ahogarme o mantenerme con la espalda hacia atrás y el culo hacia delante... no hay manera de terminar de comer sentada como una persona normal, pero mientras la máquina suene puedo tardar un buen rato en cambiar de postura y ni se inmuta ¡¡creo que vamos a llevarnos bien, pequeñaja!!





9/12/13

Una nueva vida

Una nueva vida que está a punto de llegar... últimamente es un gustazo tener tantos nacimientos alrededor, una explosión de vida en toda regla ¡es tan emocionante! Y por supuesto, cada nueva vida merece una celebración... algo dedicado expresamente... ¿qué menos?

Para la nueva peque de Para mi peque con amor decidí volver a usar las lanas de colores del verano, pero esta vez tejiendo de una pieza ¡no más uniones invisibles para mí por ahora! Hice una mantita un tanto peculiar, más que nada porque es redonda. Bueno, más o menos redonda:



Como el invierno no perdona, por el otro lado le puse una capa de polar blanco. Una laaaaaarga costura en espiral para unirlas, y un festón alrededor para rematar:



Algo diferente a lo que suelo hacer, me gustó la improvisación ¡y me encantó ver que voy ganando confianza con el ganchillo! ¡¡con el miedo que le tenía hace año y poco!! No deja de suponerme un reto en toda regla ir aumentando al ritmo adecuado para que las cosas crezcan sin perder la forma.

Y una vez más, algo para el hermano mayor... ¡no lo puedo evitar! Repetí con el juego que había enviado a Naii, una vez hecho el primero parece tan sencillo que es inevitable volver a las andadas...



Parece ser que el juego sirvió para una buena sesión de ejercicio en familia ¡como debe ser! Supongo que en breve tendré que hacer otro para casa, la presión va en aumento




6/12/13

Cumpleaños contra el crono

A veces las cosas no salen tan fáciles como nos gustaría, a veces nos enteramos con poco tiempo de que los peques están invitados a un cumple, a veces pensamos en comprar un regalito en una escapada pero la escapada sale bien diferente a lo que esperábamos y el regalo se queda sin comprar. A veces nos vemos la mañana del día D sin regalo ni ideas, y empezamos una búsqueda desesperada de inspiración. A veces encontramos lo que necesitábamos y nos ponemos a ello con cierta prisa... y a veces las prisas nos traicionan y hacen que tengamos que descoser y volver a empezar.

Pero a veces, por suerte, todo ello termina justo a tiempo y felizmente, como en este caso. Después de una mañana de búsqueda de ideas, elección de telas, corte y costura, y parte de la tarde de más costura y remates, media hora antes de recoger a los peques del cole y dirigirnos al cumple conseguía terminar la tarea y envolver el regalo. ¡¡Ufff!!

Esta vez me decidí por el bolso-flor de Ottobre que hace ya bastante tiempo nos enseñaba Pandielleando, y creo que acerté en la elección porque es bastante resultón y no lleva mucho tiempo. Ni mucha tela, vamos a decirlo todo, con cuatro recortes lo apañas! Este era el resultado:



¿Alguien se dio cuenta de la trampa? Sí, esa cremallera pasa de violeta a blanco sospechosamente... bueno, es que en realidad el cumpleaños era doble y... claro... el regalo también!!



A pesar de lo rápido y fácil que se cose, el bolso queda perfectamente rematado por todas partes, este es el interior:



Y así salieron de casa, envueltos a toda prisa para llegar al cumple



¡¡Misión cumplida!! A las cumpleañeras les gustaron, yo no pido más


4/12/13

Pa los pies!!

Jajajajaja no lo puedo evitar... "¡Pa los pieeeeeeeessss! ¡¡que va a nevaaaaaaarrr!!", ese era el grito de guerra de un paisano que vendía calcetines de lana los días de mercado en un pueblo en el que viví hace años. Ya podía ser julio y hacer un calor tremendo, que aquel hombre seguía con su cantinela de pies y nieve como si tal cosa... ¡siempre que me acuerdo de aquel hombre me río un poco!

Pues eso, que yo no sé si nevará o no nevará, pero frío seguro que viene bastante, y no queremos que a nuestra pitufa se le queden los pies fríos, así que... ¡¡pa los pieeeeeessss!!



No sé tejer calcetines (aunque me encantaría, todo sea dicho) así que los cambié por zapatillas. Corté en serie y cosí en serie, y vi que en poco tiempo tenía un montón.



Y entonces "alguien" me chivó que con el tutorial de Rojo Ababol se hacían muy rápido unas zapatillas-patuco bien chulas, y no pude resistirme: otra buena remesa!!



Nada como estas minicosturas para limpiar de retales los cajones... ¡los trozos más ridículos sirven para apañar una zapatilla! Hay de todo: algodón tipo patchwork, camiseta, polar, sudadera de invierno, puño... ¡todos los recortes sirven para esto!




2/12/13

Para enredarse jugando

Recuerdo perfectamente que cuando era pequeña este juego se llamaba Enredos. Ahora se llama Twister, porque todo tiene que sonar extranjero, supongo. Pero sigue siendo lo mismo. Entonces y ahora, me encanta la idea. Y desde hace un tiempo tenía muchas muchas ganas de hacer una versión casera... nunca encontraba el momento, pero ahí estaba la idea.

Y entonces unos niños que conozco tuvieron un hermano pequeño, y yo empecé a preparar un regalito para el bebé, y necesitaba algo para esos hermanos mayores, algo que al abrir el paquete fuera para ellos, porque un paquete que llega por correo y un niño pequeño forman una de las combinaciones más adorables del mundo ¿o no?. Y la idea de este juego casero se me sentó en medio de la mente y decidió no menearse de allí hasta que la hiciera realidad. Pues qué remedio me quedó!



Hice los círculos de colores de goma eva, seis de cada color, para poner directamente en el suelo en lugar del "tapete" de plástico original. Y con cartón duro y más goma eva hice la ruleta:



Un encuadernador y un palo de polo con un extremo tallado en punta sirvieron para la flecha, y... ¡¡listos!!

Por si acaso, que nunca se sabe cuándo van a hacer falta, imprimí unas instrucciones (versión libre, lo que más o menos recordaba del juego), y sin más el kit se fue de viaje en busca de niños flexibles con los que jugar. Tenemos en proyecto uno para casa, porque por supuesto... ¡les gusta! ¡lo quieren! ¡lo necesitan! jajajaja qué fáciles de entusiasmar son!!




29/11/13

La irreversible reversibilidad de un pijama

Al principio yo sólo sabía que quería hacer un regalito para un chiquitín...

Después decidí qué tela usaría...

Entonces elegí un pijama...

Y pensé que sería buena idea forrarlo...

Y ahí apareció mi fijación con las cosas reversibles, y lo que iba a ser un pijama de punto de camiseta forrado, se convirtió en un pijama reversible. Que lo digo ahora y suena a proceso de lo más natural, pero... ¡y un jamón! Tuvo su tela conseguir que la reversibilidad encajase por todas partes...  Pero claro, luego lo veo y compruebo que efectivamente es reversible, y mi obsesión con lo reversible se siente satisfecha y me hace taaan feliz!!



El pijama es de lo más normal, según uno comprado que tengo en casa, abierto por delante y con pies. Lo que viene a ser un pijama de bebé de los de toda la vida, vamos... pero reversible jajajaja. Los monstruítos nos encantan, nos chiflan, nos vuelven locos... no hay palabras, vaya, en casa somos muy forofos de esta tela. ¡Espero que en su casa también triunfen!

Y así se fue de viaje rumbo a casa de Naii, acompañada de otra cosa (que ya os enseñaré cuando tenga un rato) para los dos flamantes hermanos mayores... que siempre me da cargo de conciencia hacer un paquete con algo para un solo niño en una casa en la que hay otros... será que los de esta casa se vuelven locos con todo lo que llega por correo!




24/11/13

Alfombra de trapillo

Le tenía yo ganas al trapillo, la verdad... aunque sólo fuera por probar, me apetecía un montón. Y como tenía que ser, al final un día encontré la disculpa para comprar unos ovillos (y una superaguja!). Yo que soy grandona como yo sola, empecé con tres ovillos de los grandes... por cambiar de color y eso!

El asunto es contradictorio, por un lado me encanta ver lo rápido que crece, es como si fueras a toda pastilla con el ganchillo, pero por otro lado me daba cierto bajón lo rápido que se consumían los ovillos ¡parecía que tenía un montón y se volatilizaba a ojos vista! Por otra parte, no me daba nada de pereza hacer y deshacer buscando el formato que me gustase, de hecho lo hice unas cuantas veces hasta decidirme. Lo peor, lo peor sin duda para mí, el peso. Al cabo de un rato me dolían los brazos como si hubiese estado picando piedra!!

Pero bueno, al tema, que al final después de hacer, deshacer, rehacer, redeshacer, cambiar de idea una  y mil veces, y siempre improvisando (que tiene su riesgo, por lo menos para mí!) acabé tejiendo en redondo, cambiando el punto y el color sin ton ni son, procurando dejar huecos pero no demasiado grandes, comprobando de vez en cuando que la cosa iba quedando plana (esa gran incertidumbre en mi relación con el ganchillo). Y salió esta alfombra:



La idea es que sirva para separar a nuestra pequeñaja del frío suelo cuando llegue el momento de dejarla en el suelo. Que las baldosas de la cocina y el pasillo son frías de narices. Como es tan gordo, supongo que servirá. Y amortiguará los golpes, esos de cabeza contra suelo cuando la maniobra de sentarse no está dominada del todo. Y como me acordé de tener en cuenta el peso mientras iba aumentando de tamaño, pesa menos de lo que la lavadora puede asumir... ¡¡podremos lavarla cuando dé asco!! (incluso un poco antes de que empiece a dar asco, si nos pilla de humor)




21/11/13

Cajas y cajitas

Me gustan las cajas. Ya está dicho. Por lo general tienden a gustarme todas, si no es la forma es el color, o simplemente el tamaño, o una forma diferente de cierre... me gustan. Cuando alguna es diferente a lo habitual me cuesta bastante tirarla. Y cuando no encuentro la adecuada entre las existencias me pongo y la hago. Una rareza como otra cualquiera, no? Además resulta que las cajas me recuerdan a mi abuelo... que era todo un maestro en el tema... así que un motivo más para que me gusten, los años sin él van pasando y adoro esos pequeños detalles que me recuerdan a quienes ya no están.

Así que me gustan las cajas, me cuesta deshacerme de ellas y encima me regodeo en el tema. Pero hay un problema: no se puede llenar todo de cajas, que el espacio es limitado (y la paciencia de quienes comparten vivienda con una también!). Hay que buscar una buena disculpa para conservar cada caja que decido quedarme. Y así hay ciertas cajas que llevan años conmigo, que ya son como de la familia... ¡qué digo, por supuesto que son de la familia! jajajaja



Esta es mi caja de costura. Bueno, más bien era... desde que el contenido superó con creces su capacidad, digamos que lo que sigue ahí dentro es lo que casi nunca uso: hilo de hilvanar (¿hilvanar? ¿eso qué es lo que es??), la cinta métrica... Pero ahí está, al pie del cañón.



Y dentro de ella, esta otra. De estas tengo un montón, porque son chulas, apilables, de un tamaño apañadín, y se ve que cuando las tiritas venían ahí metidas en mi casa debíamos de ser grandes consumidores... En esta suelen estar las cosas menudas: dedal (que nunca uso, pero lo tengo porque a lo mejor teniéndolo ya me protege el dedo), la tiza de marcar, imperdibles... y hace tiempo, la caja de los alfileres:


Esta me encanta, me chifla. De pastillas de regaliz. Pero hace poco me hice con un paquete de alfileres extra finos, largos, flexibles, una maravilla, vamos (son estos). Y todos juntos ahí no es que no cupieran, pero costaba maniobrar. Así que justo a tiempo cayó en mis manos esta otra:


No es ni la mitad de guapa, pero me sirve estupendamente para los nuevos alfileres. Y seguimos aumentando la colección de cajas! En realidad los alfileres y su caja hace meses que viven junto a la máquina de coser... para qué los vamos a guardar, si están todo el rato haciendo falta!



Estas son las cajas donde viven ahora los hilos... en la caja de costura inicial no cabían, ni quedaban a la vista, ni era práctico ni nada. Luego están los conos, que directamente están apilados dentro del armario porque no hay caja que los lleve. Sigo buscando su solución.



Y esta es la caja de los hilos de bordar. Ahí, al barullo! Tampoco se usan tanto para que me preocupe ese pequeño caos.



Estas son de cartón, si, pero tienen ese tamaño tan chulo de los zapatos pequeños... ¡tenía que salvar alguna, no lo podía evitar! En una están los snaps con su aplicador, en otra las pinturas textiles y los sellos, y en la otra carretes de hilo vacíos. Que no es que los guarde Diógenes, no, los guardo yo para que los peques hagan construcciones, y para rellenarlos con hilo de los conos cuando necesito más carretes de algún color. Que enseguida pensáis mal!!



Esta otra se unió al club hace poco, por eso aún tiene hueco libre... ¡no me dio tiempo a instalar a todos los que van a ser sus inquilinos! Elásticos varios, que además huelen de maravilla... la caja era de un surtido de infusiones, da gusto abrirla!



Y aquí viven metros de cintas decorativas, juntas y revueltas porque por más que las enrolle ellas insisten en desenrollarse, y digo yo que si les gusta vivir de esa forma también tendrán derecho, no?


Tengo más, eh, no os vayáis a pensar, pero esta es la pequeña familia de cajas que merodean alrededor de la mesa de coser. Las que no tienen nada que ver con la costura andan por otras zonas de la casa!

¿Qué me decís, voy buscando psicólogo, o mejor busco cajas nuevas??






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