Cuando llegue el frío...

Cuando llegue el frío aquí hay una que no va a caber en ninguna prenda de abrigo ¡seguro! Al final de los otros embarazos no había chaqueta que me abrochase... ¡pero era primavera y no me importaba nada! Esta vez es diferente, no me veo yo en diciembre a pecho descubierto por la vida, así que había que hacer algo al respecto... ¡algo que no fuese comprar ropa enorme que nunca más me vuelva a servir!

Como casi siempre, lo más sencillo es lo que funciona. Ya tenía en mente hacer un apaño a mis prendas de abrigo para poder usarlas porteando (como en este tutorial de Mi rincón de mariposas), y en un momento de lucidez me di cuenta de que eso exactamente era lo que me iba a servir para tapar la panza, sólo tenía que tenerlo listo un poco antes. Y antes de que el frío me pille por sorpresa, aquí están mis abrigapanzas:

¿Que no queda claro? Bueno, vale, a ver si así...

Es una pieza de polar que se une con cremalleras a la abertura del abrigo, dejando espacio para un bebé... ya sea envasado en su barriga original, o porteado en algún tipo de trapo.

Hice dos, uno con una capa de polar y el otro doble, y aunque en principio iban emparejados con las prendas de más o menos abrigo, en realidad son intercambiables, las cremalleras son compatibles. Los dos muy discretos, eso sí... ¡hay que usar el polar que se tiene!

Con el otro abrigo puesto no hay foto, que da un montonazo de calor y no me apetece sofocarme sin necesidad! No sé cómo me irá como abrigo de porteo, pero por ahora ya no le tengo miedo al frío de esta temporada ¡ya cabemos las dos en el abrigo!

Costura fácil y rápida, resultado práctico y necesario... ¿qué más se puede pedir? Bueno, yo pediría no haber tenido que cambiar las cremalleras originales, qué tostón y qué susto cuando la máquina dejó de coser en el chaquetón de pana ¡tanto grosor está claro que no es para ella! Pero ahora que ya está hecho, digamos que mereció la pena! Ahora, a disfrutar lo que nos quede de salir a la calle en manga corta...