Una de esas iniciativas con las que hay que colaborar, sí o sí. Me enteré de casualidad, en facebook (en esta página, pero mirad bien que hay un montón de distintas zonas de España), y me pareció tan oportuno que no podía dejarlo pasar. Se trata de donar telas chulas, alegres, de algodón suave, para confeccionar gorritos para niños que se quedaron pelones a causa de la quimioterapia. O confeccionar el gorrito, al que se ha dado el nombre de Kimo Kap, y donarlo ya hecho.
Andaba yo en unos días de esos de bajón tonto, comiéndome el coco con cosas que no merecen la pena, unas porque tienen solución y otras porque no la tienen pero podremos vivir felices con ellas de cualquier modo, a punto de mandar un montón de cosas a la porra, y de pronto me encuentro con esto. Qué manera de poner las cosas en perspectiva de repente, chicos!! No importa demasiado el tipo de historias que te ronden la cabeza, en cuanto pones encima de la mesa el concepto "niños con cáncer" te das cuenta de lo estúpidas que eran todas esas preocupaciones, lo poco que importa casi todo en esta vida mientras podamos disfrutar de una familia sana. Era justo lo que me estaba haciendo falta para dejar de ahogarme en mi minúsculo vaso de agua!
Así que me descargué el patrón (aquí, en tres tallas, y aquí el tutorial), busqué entre mis telas coloridas, y empecé a coser gorritos para proteger del sol esas cabecitas pelonas, peleonas, delicadas pero tan inmensamente fuertes.
Se proponía adjuntar una nota con el nombre y un saludo de quien envía el kimo kap, para hacerlo más personal, y no pude menos que escribir una tarjeta para cada uno, en la que enviamos todo nuestro ánimo para esas familias en momentos difíciles. ¿Adivináis quién ayudó en la decoración? ¡se me apuntan a un bombardeo! Qué bueno poder pensar que cualquiera en una situación difícil puede sentirse arropado por un gesto de un desconocido...
Y allá se van, rumbo al hospital, cargaditos de cariño. Os animo a que os informéis de esta iniciativa y colaboréis con ella en la medida de lo posible, porque los niños son siempre niños, les toque la situación que les toque vivir, y siempre son lo más valioso que se puede proteger.
Y sabéis que hay otra cosa importante que podéis hacer por estos niños, verdad? ¡no dejéis de planteároslo! Hacerse donante de médula no duele, no es complicado, no tiene efectos secundarios... ¡sólo es un pinchacín, y te hace sentir muuuuuuucho mejor!
Y que no se me olvide... ¡dar gracias a la vida porque mis peques sólo tuvieron que poner el gorrito para la foto!
Genial!!! Producción masiva, jajaja
ResponderEliminarYo ayer corté el primero.
Es una iniciativa que toca el corazón...
Un abrazo!
Me ha emocionado mucho tu post. Cuánta razón tienes! Yo ya he impreso los pdf, y está semana... A coser!
ResponderEliminarMe ha emocionado un montón tu entrada. Qué suerte tenemos!
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