El otro día os conté mi firme determinación de ir acabando con los restos de lana que
tenía guardados Lía tenía tirados por todo el salón. Para empezar tenía que conseguir combinarlos de alguna manera, porque de prácticamente ninguno tenía lo suficiente para hacer nada... Sortear el principal escollo, que en mi opinión eran los diferentes grosores, fue fácil: cogí los hilos de tres en tres, y unas agujas de 7mm ¡que así además se tarda menos! Y empecé a tejer como si supiera lo que hacía...
Y poco a poco fue creciendo un rectángulo, al que siguió otro igual, y luego otro mayor, y luego se cerraron con una costura cada uno, y...
Bueno, pues unos calentadores para la enana con su gorro a juego ¡no está mal! Primera tanda de lana ventilada (ejjjjjjem, queda una pequeña muestra de cada color, pero algo haremos). Ya iremos haciendo algo con el resto ¡palabra!
Pues vaya con la improvisación. Pedazo conjunto te has marcado. ¡Me encantaaaaaa! Tu enana estará privada ;).
ResponderEliminarPues para ser de restos han quedado genial!
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