Sí, seguramente habría quedado mejor sin el forro polar debajo, pero.. no tenéis idea del frío que hacía aquel día!! |
De un viejo vestido mío, destartalado del todo, le hice un pantalón con tirantes. Con una tela monísima que venía forrando la caja de un florero que nos regalaron al casarnos (esos regalos que a todos nos caen de vez en cuando, sí, a mi casa también llegaron) le hice un graaaan lazo para el cuello. Y con dos recortes de tela le puse puños a una camiseta blanca... la camiseta blanca del troglodita! (qué apañadina soy con la ropa de carnaval, madre...)
Un par de zapatos míos viejos que tenía para tirar sirvieron perfectamente: sus playeros encajaban dentro a la perfección! Unos lunares blancos y listos! Un campeón mi peque, que hizo todo el pasacalles por el pueblo cargando con aquellos zapatones...
Y nos faltaba algo para la cabeza... Ya, ya sé, hay pelucas a la venta baratísimas y chulísimas, pero ese no es mi estilo! ¡a mí me gusta más complicarme la vida! Así que cogí varios cuadernos suyos de colorear y de pegatinas, ya usados, y les quité las grapas y las tapas. Los llevé a que me los pasaran por la destructora de documentos (en casa de eso no tengo, no) y obtuve una gran bolsa de tiras de papel de colores. Ya casi lo tenía: puñadín de tiras de papel, atadas con un hilo, rizadas con la hoja de las tijeras y cosidas a un gorro de piscina, otro puñadín de tiras... y así hasta terminar el gorro entero. Una peluca única, exclusiva... y resultona!
Por aquel entonces Chus tenía menos de un año, y evidentemente no iba al cole... o bueno, sí que iba, ¡pero no se quedaba! El día de carnaval iba a ser su ocasión para quedarse un buen rato por allí y ver muchos niños... ¿cómo iba a ir sin disfrazar? Le apañé un disfraz de payaso con unos rombos de tela (sin rematar ni na, a lo cutre) cosidos a un peto de pana rojo (a mano, con cuatro puntadas largas, que quería poder quitarlos y seguir usando el peto!), le puse un jersey blanco por encima, un lazo al cuello, y un sombrero de papel (papel maché con folios rojos, usando como molde un tazón de desayuno) con unos cuantos "pelos" que habían sobrado de la peluca...
¡¡Y tan guapos ellos!! ¿O no?
Guapísimos!
ResponderEliminarNo sólo guapos, están fantásticos!!
ResponderEliminarque ingeniosa eres ! lo de la peluca es genial! que monos tus pekes asi con estas caras de bebes!
ResponderEliminarQué monos!
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