Lo vi... y me enamoré

Esta semana vuelvo a participar en esta exaltación de la envidia sana, porque yo también "Lo vi y me enamoré"

Lo que vi esta vez era esta cocada:

Sí, las bolsitas para la fruta de Naii, me encantan, me parecen tan guapas... Y tenía que hacer una, eso estaba claro, pero no me hacía falta una en formato fruta, así que lo pensé un poco y al final la agrandé:

No queda la pobre bolsa muy vistosa así de repleta, peeeeeeero así es como la necesitaba: hice una bolsa para las chanclas de la piscina, que hasta ahora andaban sueltas a sus anchas entre toallas y neceseres. Y como después de la piscina tienen la costumbre de estar pingando, la capa interior de la bolsa es de hule, para que no cale. Restos del cadáver de un hule que teníamos hasta que se rompió y nos cansamos de que no tapase la mesa entera.


Caben los tres pares que necesitaba que cupieran:

Por fuera, uno de los últimos restos de la tela de piratas que enamoró a Nel desde el primer día ¡la vamos a echar tanto de menos!

Nunca había cosido un botón a máquina, y mira, me gustó! Era ahora o nunca, con tal de no coserlo a mano a través del hule estaba dispuesta a experimentar lo que fuera. Como siempre, el ojal me decepciona cuando lo veo hecho. Me gusta más cómo me quedan hechos a mano, siempre que los hago a máquina me pasa lo mismo ¡pero el hule era agotador a mano!

Y con un poco de lucha, conseguí pespuntear los laterales y el fondo, me resultó algo latoso pero mereció la pena, porque realmente el aspecto de la bolsa tiene un antes y un después de esos pespuntes.

La verdad... es un gustazo coser con las instrucciones de Naii! ¡creo que voy a seguir viendo y enamorándome una buena temporada!

Y como cada viernes, más enamoramientos en Pandielleando!