21/12/14

Mi rincón de costura

La Semana Temática del cuarto de costura que organizó Hilos y más me pareció desde el principio una gran idea, porque siempre es buena cosa ver los espacios de trabajo de otras personas para coger ideas, cambiar detalles, morirse de envidia... Pero bueno, sobre todo coger ideas! También está muy bien que nos incite a enseñar el rincón donde cosemos, porque quieras que no se ve una medio obligada a ordenar, recoger o... en mi caso terminar la mudanza!!

Pues nada, que no, que no me sirvió para terminar la mudanza, sigo con mi rincón de coser en una habitación y la mitad de los utensilios en el salón, donde cosía antes. Y sigo haciendo el trayecto cinco veces cada vez que voy a buscar algo, porque se me olvida lo que necesitaba, o resulta que ya lo tengo en la habitación, o me encuentro un despliegue de juguetes de tal calibre que me pongo a recoger un rato, o recuerdo que terminó la lavadora y sería buena idea sacar la ropa, o... ¡¡qué le vamos a hacer, mi vida es así, y me gusta!! De todos modos, quería aprovechar para hacer unas fotos y enseñar mi rincón de costura según está. Y casi se me olvida pero por fin me acordé de que las fotos además de hacerlas había que publicarlas!!

Pues aquí es donde coso últimamente:



Es una esquina de la habitación que sobra (¿habitación de invitados? ¿eso qué es? nosotros no tenemos de eso, tenemos una habitación que sobra, y punto!), me temo que la esquina más fría de toda la casa... Bueno, no importa, cosiendo no me acuerdo del frío! Y además estoy cerca de la ventana y su luz mañanera! Me trasladé con mi mesa y mis máquinas desde el salón, para poder coser sin que el ruido moleste a los demás si están viendo algo en la tele ¡hay que respetar un poco, después de todo!

Mi mesa es pequeña, o al menos me vendría estupendamente que fuera más grande (¿visteis la mesa de Dawn?? tardé diez minutos en limpiar todas las babas que me cayeron al verla!!) pero al menos caben las dos máquinas, una junto a otra para no tener que moverlas. Vale que entre ellas no caben ni las tijeras, vale que a veces la prenda a medio coser pasa malamente por el hueco, pero ahí están, y ahí funcionan.

Además detrás de ellas me queda un poco de hueco para tener lo más imprescindible a mano: hilos, canillas, alfileres, agujas, rotuladores para marcar, descosedor, tijeras, cutter, el pincel de quitar las pelusas a la máquina... esas cosas que vale más tener cerca!



Recientemente añadí un módulo de plástico con cajones para ganar espacio, pero ¿sabéis qué? ¡¡necesitaría diez como ese!! jajajajaja



A mis pies mientras coso tengo una bolsa cerrada con cremallera (detalle importante, recordemos a Lía) donde guardo el fieltro que compro en rollos de unos 25 cm de ancho, y todos los recortes que van quedando. No es que me parezca el sitio más ideal para tenerlo, pero fue el que encontré hace tiempo y ahí se quedó.



Y justo al lado de mi mesa, una de las mesillas de la habitación. Antes de que me instalase con las máquinas, en esta mesilla estaban las estaciones meteorológicas del parejo, pero desde que frecuento la zona Lía también se pasa bastante por ahí, y no estaban a salvo. Mesilla despejada! Los cajones me vendrían estupendamente para cintas, cremalleras, retales, botones, cordones y un montón de cosas, peeeeero no siempre la realidad se acomoda a lo que queremos, y en la vida real están llenos de trapos, vasitos de plástico y cacharrerío variado con el que Lía puede jugar. Mientras haya cosas que encontrar y tirar en esos cajones, deja en paz el resto de la habitación. Y eso me viene bien!



Un poco más allá, al otro extremo de la ventana, en el hueco que quedaba entre el armario y la pared, tengo varias cajas de plástico, otra de cartón y un par de bolsas. Ojalá todo ello lleno de telas, pero tampoco: hay ropa esperando ser heredada, ropa esperando ser reciclada, y sí, también telas. Las sudaderas y camisetas, concretamente. Bien a mano, que son las que más uso! Y encima de todo puede verse la nueva ubicación de las estaciones meteorológicas... ¡en esta casa todo lo que es delicado va ganando altitud poco a poco!



Ahora os enseño algunas reminiscencias de mi antiguo rincón de costura: esto sigue allí, donde antes me quedaba perfectamente a mano y ahora me paseo de un lado a otro olvidando lo que iba a buscar. Y ese era el enchufe de mis máquinas jajajajaja tiene afán de protagonismo!



Las agujas de tejer, las de ganchillo, bolsa con lanas, cajas con abalorios, cintas, velcros, cordones, reglas para dibujar o cortar, papel y plástico para calcar patrones... Tampoco es que ocupe tanto, en realidad podría llevármelo a mi nueva ubicación en un periquete, pero es que aquí está más a salvo, detrás del parapeto!!



Es un portaCDs que se quedó vacío cuando Nel, allá en sus tiempos de aprendiz de caminante, descubrió lo divertido que era tirar CDs al suelo y pisarlos. Pesa lo suyo, así que sirve para evitar que las manitas pequeñas revuelvan lo que no deben. Ahí, justo ahí, bloqueando el acceso a esas mismas cosas, estaba mi mesa antes de la mudanza! Y en ese armario que hay detrás de Lía, viven muchas de las cajas y cajitas que ya os enseñé una vez, las que no son de uso tan frecuente. Espero que ella tarde muuuuuuuuucho tiempo en descubrir la de cosas interesantes que hay tras esas puertas, porque sorprendentemente aún nunca le dio por abrirlas ¡y menos mal!

Y ya sólo me queda enseñar cómo guardo los patrones (porque el resto de telas, que viven en la cómoda de la habitación donde coso, no me acordé de fotografiarlas, y ahora la verdad es que no me apetece nada!)



Están en cuatro carpetas de anillas, en una vitrina del salón. Ya, ya sé que la mayoría de la gente en las vitrinas del salón guarda vajillas y juegos de café, pero nosotros tenemos libros, y en la balda de abajo carpetas con un millón de cosas. Entre ellas mis patrones. Una carpeta con los de bebé y complementos, en otra los de niño y en otra los de mujer. De hombre no tengo, para qué os voy a engañar. Ordenaditos cada uno en su funda de plástico, junto con los calcos de las tallas que ya hice



En otra de las carpetas empiezo a guardar las revistas (esa suscripción a Ottobre...), una en cada funda y a continuación otra funda con los planos de patrones. Los que ya están calcados están cada uno en su funda en las otras carpetas. Nunca del todo a salvo de esas manitas inquietas!

¡¡Ah, sí!! Se me olvidaba!! Aún queda algo por enseñar, detrás de la tele!



¿Se ve algo verde ahí? ¿detrás del rollo de papel gigante con el cuerpo humano a escala Nel? Bueno, pues es mi base de corte, que encontró un hogar en el que probablemente sea el sitio más peregrino ¡pero la quiero de todas formas! El caso es tener dónde guardarla, no?

Pues estos son mis rincones y recovecos de costura, que nunca serán suficientes porque hay que ver la de cosas que se usan cuando se pone una a coser... ¡pero son los míos! Y pasamos muchos buenos ratos juntos, la verdad!







3 comentarios:

  1. Mira, te ha servido para hacer la conquista del escritorio, y para las que poníamos y quitábamos cada vez que cosíamos eso es un logro! si es que al final toda la familia se acomoda a nuestras necesidades, que para algo les cosemos. Vas a tener que coserle algo al parejo para compensarle el traslado de estaciones jeje
    Por cierto, qué bien viene es hueco detrás de las máquinas para las cosas peligrosas ;)

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  2. Pues me gusta, eso de las cajas me suena... pero todo muy integrado.

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  3. Lo importante es que esté alejado de las manos exploradoras, jeje, y tener tu espacio para poder ponerte tranquilamente (o lo tranquilamente que Lia te deje, XD)

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