Hace tiempo, parecería que una eternidad, puse esta serie de fotos en facebook, ilustrando los cambios que habían llegado a mi vida de la mano de los peques. Hoy revisándolas me hizo gracia aquella visión, y os las traigo aquí... Ya no nos pasan algunas de esas cosas, pero la vida sigue cambiando ¡a mejor, por supuesto, siempre a mejor! ¡menudo aburrimiento antes de los peques!
Un buen día decides tener hijos, y cuando te quieres dar cuenta...
¡se te subieron a la chepa!
Y nada más que te descuidas
¡¡zas!! !emboscada vomitacional!
Ahora resulta que los corchos de sidra siempre encuentran una nueva vida, acumulándose cerca de la bañera con otro montón de cachivaches que entretienen el baño:
Su cepillo de dientes aparece siempre en los sitios más peregrinos, porque digas tú lo que digas cualquier superficie puede ser limpiada con él (y a continuación los dientes, faltaría más)
¡Y todos los escondrijos son buenos para un chupachús de reserva! (aunque tú te amputes un dedo al poner las zapatillas)
En casa aparecen un montón de medicamentos, que no son precisamente para la resaca
La situación normal de su habitación es "Kosovo después de los bombardeos"
... y lo habitual en el salón viene a ser un mínimo de un balón por el suelo, y dos o tres coches en puntos estratégicos
Sin saber muy bien cómo, te convertiste en todo un experto en literatura infantil, aunque poco a poco se te va olvidando que existen otros libros por leer: o no da tiempo, o tienes sueño, o hay que recoger trastos.
Ahora resulta que en casa tienes un pupitre...
... y pinturas, de todo tipo, muchas. Todas, irremediablemente, serán probadas tarde o temprano en muebles, paredes y ropa
Aprendes a dibujar, sí o sí, y rescatas de la memoria viejas rimas que curiosamente no habías olvidado del todo. Aunque no seas capaz de recordar que tienes que comprar sal, la vida es así.
Las uñas de un niño de tres años acaban así, a diario
¡y las de un bebé de cuatro meses también, o qué creías!
Un día cae al suelo un trozo de melón de la merienda. Y pasa días ahí hasta que lo ves y lo recoges. Llegamos a ser ciertamente guarros!
A casa llegan cajas y cajas de pañales, que en poco tiempo se convierten en cajas y cajas de ropa que quedó pequeña, llenando armarios sin compasión
Día sí, día no, la lavadora a tope, llena de ropa pequeña, pequeña, pequeña, y más toallas que en un hotel
Y entre una cosa y otra, resulta inevitable: acabas haciendo mucho, mucho el mono!!
jajaj!! qué buena entrada!!!! muuuchisimo mas divertida ahora. Se aprovecha el tiempo mucho más que sin tener hijos ;-P
ResponderEliminarjajjajaj, eres la mejor! por cierto tengo la misma bandolera que tu!
ResponderEliminarAinss! qué consuelo ver que a todos nos pasa los mismo, sobre todo lo de los coches tirados estratégicamente, jeje
ResponderEliminarAy!! Que recuerdos más bonitos!! Como extraño la bandolera !!! Jaja. Me encanta tu recopilación. Pero Alba, de verdad, ¿Tu te crees que esa habitación está desordenada? Voy a tener que enseñarte una foto de mi salón para que sepas que es «después de un bombardeo» jeje. Besos!!!
ResponderEliminar(La estantería con libros me encanta ;) )
Bueno, la foto tiene tres años casi cuatro, y desde entonces conocimos desórdenes bastante mayores... pero de todas formas no va una a enseñar toooooodos los trapos sucios, no? que cuando el caos es absoluto no está la cosa pa fotos!
Eliminarqué bonito!!!! Y cómo nos parecemos todas las mamás! Y ahora resulta que tus príncipes y los míos también son del mismo corte: ellos también usan las kun-fu como zapatillas de casa (los míos todo el año, que aquí no hace frío-frío-lo-que-se-llama-frío para usar tus super zapatiillas de suela experimental) y también tenemos esas dos mismas colecciones de cuentos y una librería infantil que ya quisiera la biblioteca de mi barrio.
ResponderEliminarAy, que entrada más bonita, niña!!!!!
Qué alivio!!!! Soy normal!!! jajajajaja. Me ha encantado. Me uno al club...del no aburrimiento!!!
ResponderEliminarJajaja, que peso nos has quitado de encima a Diana y a mí. Que alegrìa ver que no somos menos organizadas que las demás mamás, que no somos las únicas que hemos "perdido" nuestra identidad para pasar a ser "la mamá de...", que nuestros hijos se ensucian tanto como los demás....jajaja, que subidón Alba!!! De autoestima y de empatía con todas las demàs mamàs "desequilibradasquenuncanuncasoncomolasdelosanuncios" que pueblan este universo....
ResponderEliminarMuak!!!
jajajajajajajajajajajaja, me suena todoooo!!! (incluido el mismo fular, los mismos pañales...)
ResponderEliminarsimplemente me encanta! eso sí, la habitación me parece muy ordenada ;-)
ResponderEliminarLlevas razónen tooodo, pero yo soy más feliz ahora!!!!
ResponderEliminarMoooola!
ResponderEliminarQue pachorra tienes, ves un cacho melón en el suelo y vez de recogerlo te pones a fotografiarlo, asi luego se me quedan las zapatillas pegadas al suelo...
ResponderEliminarbuen intento, pero recuerdo perfectamente que esa foto se la hiciste tú!! Y me diste la idea para todo el recopilatorio, por cierto!
Eliminaracabo de conocer tu blog, y en esta entrada me siento muuuy identificada, jeje. A veces pienso como han cambiado las cosas, y cada días estoy más contenta de haber tenido un hijo, te aporta tanto!
ResponderEliminarenhorabuena!!