Víspera de excursión

Pues eso... que mañana tenemos excursión. Todos no, sólo Nel, pero para el caso... andamos todos revolucionaos: Chus asimilando a su manera que él no puede ir (aún no va al cole), yo preparando todo lo que va a llevar, el padre poniendo orden en la habitación para que duerman...

Total, un bocadillo, tres mini bollos preñaos, unos frutos secos, dos botellas de agua, empanadillas de manzana para la merienda, un par de bizcobolas (¡qué sería de una excursión sin caprichín!), dos mudas de ropa (la de siempre y la extra porque van a la playa), protección solar, ¿se me olvidan las dos botellas de agua?, la visera... ¿nos faltará algo? Síiiiii, EL MONEDERO!!!

Hubo que hacerlo expresamente para las excursiones, porque el curso pasado perdimos en una el que teníamos... y ya puestos, que diga mi nombre. Y que tenga la misma forma que el de antes. Y hazle uno a Chus, prubitín, encima que no puede ir a la excursión. Y que diga su nombre. Y y y...

¿Lo bueno? Que reciclamos una camiseta que nos encantaba y ya no le servía a nadie, y las cremalleras de un pantalón que traía muchas, que probamos el vinilo adhesivo -que ya tenía ganas-, y que como todo hay que hacerlo dos veces... me dejan probar todos los formatos que se me ocurren, y voy experimentando.
¿Lo malo? Que siempre deciden qué formato quieren cuando ya están cosidas las letras y cortada la tela, y así pasa lo que pasa y al final el nombre no cabe y no se lee. Pero como Chus tampoco sabe leer... pues mira, que le cunda!!