25/2/13

El bocadillo

En mi casa, como en cualquier casa con niños, se hacen bocadillos a la hora de merendar. Y como en casi todas las casas con niños, el que más triunfa es el de nocilla (que no es por hacer publicidad, es que sea de la marca que sea... de andar por casa se llama así, no?). El único problema es que una vez me dio por leer los ingredientes, pensando "a ver cuántas cosas lleva aparte de leche, cacao, avellanas y azúcar!" Craso error, porque en aquella lista aparecían demasiadas cosas, demasiadas cosas desconocidas, y demasiadas cosas conocidas de dudosísima reputación.

Me dio el arrebato, y dije "nunca más!!" Pero claro... encuentra tú una merienda que sustituya a ese bocadillo... con lo que les gusta... con lo apañadín que es para subirles la moral en esos días que salen del cole como el que vuelve de perder la guerra... ¡con lo que me gusta verles el morrete lleno de chocolate al terminar! Entonces empecé a investigar un poco en busca de alguna receta casera para sustituir la crema de cacao y avellanas comercial por algo más sano... o simplemente menos venenoso, que una ya se conforma!

¡esta crema no tiene ingredientes raros!


Encontré recetas con más o menos proporción de avellanas, chocolate de distintos colores, leche, aceite, mantequilla... había de todo, como en botica. Y probé unas y otras, algunas con mejor resultado, pero ninguna me acababa de convencer del todo: o muy líquidas, o muy duras, o muy grasientas. Hasta que un día moliendo avellanas para probar una nueva, se me fue la pinza y dejé la thermomix moliendo como una loca mientras me iba a hacer vete a saber qué. Y molió, molió, molió... y cuando volví y la abrí no encontré polvo de avellana, no: encontré una especie de puré marrón clarito con pinta un poco aceitosa. Había hecho el equivalente en avellana de la famosa mantequilla de cacahuete de las películas!

Que no tenía ni idea de qué hacer con aquello, pero tirarlo no era una opción después del rato que me había pegado cascando avellanas. Así que le añadí chocolate y lo puse a fundir, y se mezcló y tenía buena pinta... muy espeso, pero con buena pinta. Y le eché leche para aligerarlo, y la pinta mejoró. Y entonces recordé la cancioncilla ¡me faltaba sólo el azúcar! Eché sólo un poco de azúcar glass, mezclé y lo saqué a unos vasos. Y nos gustó! Aunque el azúcar más bien sobraba, las avellanas que se dan por aquí son bastante dulces y no necesitaban más.

Desde entonces fuimos depurando las proporciones, y ahora ya tenemos nuestra receta de crema de avellanas. Marrón y blanca, que nos gustan las dos. La hacemos así:

150 g avellanas (peso sin cáscara)
150 g chocolate (uno decente, que no tenga todos los ingredientes chungos de las cremas, que si no vaya negocio hacemos!)
75 g leche
¿azúcar glass? ... no sé, porque ya no le echo!

Se ponen las avellanas a moler hasta que se reducen a polvo, y se dejan moler un poco más para que vayan soltando su aceite y formen una pasta (en la thermomix a velocidad 5 es un momentín, a más velocidad se sube todo por las paredes y no vale)
Se añade el chocolate troceado (yo uso uno que viene en pepitas para fundir, sale muy bueno y hay un montón de variedades más o menos fuertes o dulces), se tritura un poco (unos segundos a velocidad 7) y se pone a derretir (thermomix: 3 minutos 70º velocidad 2).
Se añade la leche mientras se sigue mezclando, viendo poco a poco la textura que tiene (hay que considerar que al enfriar se espesa un tanto)... y está!

Si en caliente tiene más o menos esta textura, al enfriar queda muy untable pero no gotea nada


Yo hago de los dos colores, primero con chocolate blanco y después negro (en este orden para no tener que lavar el vaso de la thermomix entre medias, cosas de ser vaga!), y al negro según cuál sea le tengo que poner un poco más de leche para que la crema quede fácil de untar. Ante la duda, se puede sacar una cucharada y dejarla enfriar del todo para ver cómo está y si necesita más leche o quizá algo de azúcar.

Después, a tarros o vasos con tapa, y ¡a merendar!

con las cantidades que pongo, salen estos dos vasos -uno de cada- y el otro que lleva mitad y mitad

Por supuesto que no sabe igual que la de bote, de ninguna marca ¡de eso se trataba! ¡no sabe igual porque no lleva todas esas cosas que no queríamos comer! Pero está muuuuuuuuy buena!! Y lleva leche, y sólo la guardo en la nevera en verano, no sé lo que dura a temperatura ambiente antes de estropearse, porque... ¡se suele acabar enseguida!

Truquillo: si sabes de alguien que compre habitualmente estas cremas, pídele que te guarde unos cuantos vasos con tapa, y así ya tienes el recipiente ideal. Porque los tarros con tapa de enroscar tienen esa forma arriba que no deja apurar del todo!!






7 comentarios:

  1. Me encanta!! Gracias por compartir!!!! Nosotros todavía no comemos chocolate (bueno, yo sí, por las noches, jeje) pero me encanta tu receta porque precismante lo que no me gusta es que todos los productos que contienen chocolate, llevan un montón de porquería!!!! El tuyo tiene una pinta increíble!!! Gracias!! MMMMMmmm!!!!

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  2. Qué rica! Gracias por la receta.

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  3. Qué buena pinta!!! Me apunto la receta, pero tengo una duda: las avellanas las pones curdas o tostadas?

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    Respuestas
    1. Las pongo crudas, porque son avellanas recogidas del campo y las tengo así, sin tostar. Pero sospecho que tostadas servirían igual... ¡están tan ricas!

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  4. cuando quedamos para merendar?

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  5. ñam ñama! somos chocolateros pero no de nocilla. Me apunto la receta igualmente. Gracias

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