Tejiendo colorines

Hace unas cuantas semanas una amiga me regaló unos ovillos de lana que tenía por casa...

¡miles de millones de gracias, Isa!! Era un montón, casi cuatro ovillos de cada color, y en seguida supe qué hacer con ellos... o con la primera parte de ellos! Sólo faltaba dedicarle tiempo, tiempo, tiempo... y es que por una vez en la vida decidí usar el ganchillo del grosor que indicaba la lana, en vez de usar doble hebra o alguna trampa por el estilo. Nada, a pelo, lana fina, ganchillo fino, y paciencia. Cuando tuve todas las piezas que había decidido usar, quedaba unirlas... uffffffffff qué pereza!! Y es que sólo se me ocurre a mí dejar cada pieza con diferente color por fuera, para que ninguno de los colorines quedase disimulado en las uniones... tuve que unirlas con hilo de coser, para que al ser fino no se viese mucho, decidí que blanco no sé muy bien por qué, y con puntadas pequeñinas que quedasen disimuladas entre la lana. Total, que tardé casi tanto en coserlas como antes había tardado tejerlas.

El resultado es una mantita pequeña ¡si la hago grande me jubilo antes de acabarla! con la que estoy bastante satisfecha:

En ella van retazos de este verano que ya pasó: ratos de ganchillo al sol sobre la hierba, viendo a los peques jugar al balón, ratos de sombra fresca junto al río, ratos de sofá esperando que suavizase un poco el calor para salir, ratos de escalofríos y dolor de garganta en una peculiar gripe veraniega, ratos de quedarme mirando la labor, a través de la que se notaban los patadones de mi peque en una panza que empieza a ser enorme... ratos en general!

Ahora, que el verano ya es historia y pronto empezaremos a abrigarnos, está en casa de un bombón pequeñajo, una peque preciosa y una mami estupenda. Desde que vi los colores de la lana supe que de ellos saldría algo para esa familia!

Acompañando a la manta en el paquete iban estas pelotitas tejidas en algodón, suaves y blandas para que puedan estar al alcance de un bebé, con las que espero que pronto estén jugando juntas

... y no os voy a decir nada de lo divertido que es buscar la manera de envolver para regalo y empaquetar para el correo tres pelotas de distintos tamaños y una manta, porque eso hay que vivirlo en directo!