2/11/12

Antiguas chapuzas...

Hay que ver lo que cambia la visión de ciertas cosas en un par de años... ¿o no?

Cuando llegó el otoño y saqué del armario la ropa de hace tres años de Nel, para adjudicársela a Chus, la verdad es que no me fijé en nada raro... sólo en que faltaban pantalones de invierno. Nel había empezado al cole y los primeros en pagar el pato fueron los pantalones, que descubrieron lo dura que es la vida de un aspirante a futbolista en un patio de hormigón.

Después de solucionar lo de los pantalones con un par de costuras rápidas (una de ellas aquí), empezamos a usar esa ropa tan felices. Hasta que un día me fijé en la camiseta roja... ¡¡madre mía, qué vergüenza de mí misma!!

Esta fue de las primeras camisetas que usó Nel sin abertura en un hombro, y como era de esperar en un niño  de cabeza generosa... no le pasaba el merolo por el agujero! Y yo, ni corta ni perezosa, le descosí un hombro, rematé los dos lados, y cosí un par de corchetes metálicos. Quedé más ancha que larga, satisfechísima de haber resuelto el problema... ¡¡como si no tuviera ojos en la cara para ver la chapuza, vaya!!

Esta era la cutreabertura que hice entonces, y así tan feliz dejé que la usara Nel durante todo un curso:


Las fotos son una porquería, y aún así se nota la chapuza... ¡si se le veía todo el hombro por el agujero al pobre, o la camiseta interior, o lo que fuera!

Pero claro, eso estaba bien para mi yo de hace tres años, incluso la de hace dos le hubiera dado el pase, pero hoy por hoy... es que la perceguera que me daba cada vez que doblaba la camiseta limpia era insoportable!!!!

Así que esta tarde, en un arrebato de pundonor -y por descansar de tanto coser polar, que me estaba dejando los ojos con lo poco que se ven las puntadas- hice el apaño más decente.


Las fotos siguen siendo una porquería...

Le puse un refuerzo de tela (cuadros de vichy, no tenía otra cosa roja ¡siempre estoy igual!) por detrás del lado delantero, y prolongando el trasero, y en lugar de los cutrecorchetes de la otra vez, unos snaps. Ahora no parece que se te vaya a quedar la tela en la mano al desabrochar, y de paso el hombro queda cerrado en condiciones. Vale, no quedó tan bien como podría haber quedado si no hubiésemos forzado la tela durante meses en modo chapuza, que estaba toda estirajada y amenazando agujeros por todas partes, pero por lo menos ya no me da vergüenza ponérsela ¡algo es algo!


10 comentarios:

  1. Jajajaja! Qué crítica eres contigo misma, yo en tu misma situción digo "esta camiseta ya no le vale" y a la caja para el (que ahora sabemos que es "la") siguiente!

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    1. jajajja es que esa camiseta NUNCA le valió... la compramos con otro montón de ropa, toda de la misma talla, después de probarle una prenda de cada. Y como a alguien se le ocurrió hacerla sin abertura... pues no servía!

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  2. :D Para tu yo de antes el problema quedó solucionado, y para tu yo de ahora además quedó solucionado "en bonito". No seas tan dura contigo misma, y lo que mola verse evolucionar?

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    1. Es lo bueno de guardar todo, incluido lo rechapuceado: que de vez en cuando tienes ocasión de comprobar que avanzas!

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  3. lo que vamos mejorando con los años :D

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    1. sí... como el buen vino! ¡y lo que nos queda por mejorar!

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  4. Pues nada, a seguir aprendiendo!!!

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  5. A mis pezuñas-que-no-manos para la costura la solución de hace 3 años ya le parecen todo un acierto. Lo de este año ya es para CUM LAUDE. No me cansaré de decírtelo: me das mucha envidiaaaaaaaaaaa!!!!!

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  6. Ooooh! Qué cambio y qué autoexigencia.

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  7. Pero que chulo queda ahora! los cuadros y los snaps mezclados...me encanta!
    aunque cuando se trata de arreglos de cualquier tipo, me parezco más a tu yo de hace tres años ;-)

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