A veces las cosas se amontonan unas con otras, tienes sueño, duermes mal, una pereza enorme se apodera de tu mente y tu cuerpo, y las cosas que se siguen amontonando, y llega el momento en que el montón de cosas amontonadas es tan enorme que no te atreves a acercarte, no vaya a tambalearse, colapsar y caerte encima, dejándote bajo los escombros de todas tus tareas pendientes... No sé al resto de la humanidad, pero a mí esto me pasa de vez en cuando, dura unos cuantos días, y justo cuando parece imposible salir de esa inercia de amontonamiento ¡zas! cambia el aire y todo vuelve a su lugar en tiempo récord. Como ya me suena conocido, ni me inmuto cuando percibo los primeros síntomas... dejo que todo se pare... me tomo mi tiempo... intento dormir y si no lo consigo me conformo con estar quieta... Que probablemente de esta manera consiga que la cosa dure más de lo necesario, pero mira, que me quiten lo bailao. O lo descansao, mejor dicho.
Esta vez el fin de la racha llegó de repente, de pronto necesitaba quitarme de encima la sensación de parada técnica, y decidí empezar por algo que no requiriese pensar mucho. Pues nada, oye, una toalla vieja, una sábana de franela (nueva, ejem, comprada por error en una casa en que la franela nos da cierto repelús en los pies por mucho frío que haga ahí fuera), unos cuantos rectángulos, un rato de remalladora, y ...
veintiún toallitas de tela para limpiar el culete pañalero de Cefe. Que estoy decidida a pasar olímpicamente de esas toallitas húmedas comerciales que lo mismo limpian una caca de bebé que un lamparón de comida en la ropa materna, que no me acaba de convencer a mí que la misma sustancia sea adecuada para limpiar un culo recién estrenado y también para eliminar todo resto de boloñesa de una camiseta blanca. Lo de la boloñesa está comprobadísimo, por cierto.
No es que sean una cosa especialmente guapa, pero no perdamos la perspectiva: no deja de ser papel higiénico... ¿necesita ser guapo?
Harán falta más, no digo yo que no, pero la toalla vieja revieja que tenía dio exactamente para veintiuna, así que por ahora es lo que hay. Y con la galvana sacudida de encima, ya podemos ir pensando en lo siguiente. Que espero que ya no sea simplemente rectangular...
Yo también tengo días de vueltas de como pasar d las toallitas... Pero después como sacar el regalo chocolatero de las toallas? Que tienes pensado? Porqué yo los restos de lis pañales d tela los saco con toallitas antes de ponerlos a lavar... Así que no se cómo salir del círculo vicioso... También leí una vez pero no se donde.. Una receta para hacerte tu misma las toallitas con papel de pañales de tela... Lástima que no lo guarde!!!
ResponderEliminarfilsanddraps.wordpress.com
yo cuando usaba pañales de tela quitaba "lo gordo" debajo del grifo, le daba un poco de jabón (del de pastilla, casero) y a la lavadora sin contemplaciones, así que supongo que haré eso!
EliminarPerdona que me meta, pero en mi caso, las toallitas las hago con polar (aprovechando restos) por una cara, y de ahí la caca sale muy bien con agua. Y luego a la lavadora con los pañales o con la ropa, dependiendo de como me pille el cuerpo. En nuestro caso, preferimos no limpiar la piel del peque (ya menos peque)'con algo que limpia estupendamente los manchurrones resecos del suelo, jeje.
EliminarYo los limpio como tu Alba y por toallitas en vez de una capa de toalla uso polar fino, que le limpio la caca y no se pega al polar, se lava facilísimo!
ResponderEliminarYo le limpio con una esponja natural y agua. Las toallas pequeñas las utilizo para secarle despues.
ResponderEliminar