¡¡A las riñoneras!!

Por fin es 20 de agosto!! (vale, los que vuelvan al trabajo en septiembre que ignoren esta exaltación del paso del tiempo, porfaplís... no era por ofender...)

Después de mucho revolver telas -pero mucho, mucho!-, buscar materiales, reciclar lo impensable, coser y a veces descoser -cambiamos de idea a menudo, somos así-, rematar y probar, estoy en condiciones de presentar las riñoneras de mi familia:


Hice dos prácticamente iguales para Nel y Chus. No son iguales del todo porque... la artesanía es lo que tiene, no? Bueno, y porque en mi arrebato de compras se me olvidaron las cremalleras que hacían falta para las riñoneras (compré varios colores y tamaños... pero las que habría necesitado no), y tuve que buscar las que tenía para reciclar que sirvieran... y ya era mucho pedir encontrar dos iguales, no??

Están hechas con tela de tapicería, de un muestrario que tenía en casa desde hace la tira y del que ya salieron dos pares de zapatillas y aún queda mucho por salir. Muy marinero el motivo, con faros y barcas... será que necesitamos compensar nuestra vida de interior! Para la parte que se ve al abrir, volví a utilizar un trozo de la tela de piratas del Paquete Viajero, esta vez sólo la parte de olas. Me salté la costura vista alrededor, porque me gustó el aspecto que tenían así. Yo si no improviso un poco no soy yo.

Y para la cintura... pues lo que buenamente encontré que más o menos combinaba: un viejo pantalón mío de lino, del que sólo necesité la mitad de cada pernera. El resto queda a la espera de una oportunidad en la vida.

El cierre de velcro lo puse en dos partes, porque no tenía velcro ancho, y bien largo, para que puedan cambiar de tamaño y les siga sirviendo ¡que les gustan mucho sus riñoneras y ellos crecen muy rápido! Me habría gustado más poner el cierre a un lado, a la cadera, pero para que ellos se la pongan y quiten solos quedó claro tras varias pruebas que era mejor ponerlo delante. Sea!

terrible el cambio de luz de una foto a otra... sin comentarios ¡¡la fotografía y yo!!

La mía la hice con bolsillo de fuelle y haciendo trampa: reciclé unos pantalones africanos que traje de Guinea Ecuatorial hace años y usé hasta acabarles con las costuras, y como tenían unos bolsillos laterales a media pernera... decidí usar uno. Ya tenía cosido el fuelle y todo, así que me quedé con las ganas de probar el invento que se me había ocurrido para sustituir el vivo ¡no pasa nada, ya lo haré otro día, en otra cosa! La tela, granate, era una camisa enoooorme que Carlos trajo puesta del hospital cuando se luxó el hombro (aquel día que no podía ponerse la camiseta y la trajo metida en una bolsa-entretela...). Diógenes es un tío legal, y confía mucho en mi capacidad de reciclaje, así que guardó la camisa granate con sus cosas, donde yo pudiera encontrarla para este proyecto. El color parece elegido a propósito, no? Y la tercera en discordia, más muestrario de tapicería. En un principio no me gustó nada la idea de meter esos cuadros de colores ahí, pero después de probar varias disposiciones resultó que sí que me gustaba. Qué pasa, tampoco es para extrañarse, ya hace muchos años que se sabe que la donna è mobile qual piuma al vento, muta d'accento e di pensiero!!

Yo tenía un montón de cremalleras nuevas de distintas medidas y colores, pensando en los colores que pegarían bien con las telas que había comprado, pero como al final sólo usé telas de las que ya tenía... las cremalleras no pegaban ni con cola!! Pero no tenía dónde comprar otras, así que a lo hecho pecho, allá va mi riñonera amarillo pálido y granate, con una cremallera morada y otra amarillo canario!!! La intención es armarme de paciencia y cambiárselas, aunque tendré que coserlas a mano, cuando compre unas que combinen. Hasta las cosí pensando en esa maniobra futura... pero eso es sólo la intención, y con un poco de suerte mi mente cambiante les cogerá el gusto como están y me hará desistir de tanta complicación...

Como el bies que había comprado no combinaba ni a la de tres con las telas, y me dio un poco de pereza hacer mi propio bies (bueno, es que esto fue un poco contrarreloj) improvisé una unión para el bolsillo de fuelle un poco diferente: cosí por el revés la cara interna y la externa, dejando un huequecín para darle vuelta, y después pasé una costura vista alrededor. Por encima de esa costura volví a coser para unirlo al cuerpo de la riñonera... y bueno... quedó bastante bien!!

En este caso, para el cierre opté por el típico cierre plástico, que me resulta muy cómodo, entre otras cosas porque no tenía velcro ancho y me daba bastante pereza coser varios trozos del estrecho para formar el cierre que proponía Inma: era cosa segura que se me iban a torcer y quedaría una chapuza!

Estamos encantados con nuestras riñoneras, sólo nos faltó ser capaces entre todos de convencer a papá... pero no hubo manera!! A lo mejor para la próxima vez...

Y ya sabes, Inma, puedes proponer otra costura cuando quieras... ¡¡somos muy receptivos!!