antes después |
Tan blanca no me acababa de convencer, y ya la había dejado a medio rematar por el cuello para ponerle un bies, así que compré uno naranja. Y se lo puse, y con él la marca de la casa ¡qué bien le sienta al ego firmar las obras!
Y entonces me parecía que quedaba coja, mucho color en el cuello y nada en el resto, así que rebusqué en la bolsa-pozo-sin-fondo de los recortes y... ¡tachánnnnnn! La camiseta naranja que nunca se acaba!!
Yo la encuentro más divertida ahora, más de nuestro estilo, y a él le gusta tener dónde meter la mano y algún pequeño tesoro, así que... ¡encantados! Ahora quiere llevarla a toda costa el día de la graduación ¡sí que es agradecido mi niño!
Preciosa!!!
ResponderEliminarMe encanta la idea de reciclar!!!
http://lixuero.blogspot.com.es/