25/6/12

Reposacabezas para el coche

Reconozcámoslo: la silla que Nel tiene en el coche es una catástrofe. No se puede reclinar, y es demasiado ancha por arriba, así que cuando se duerme (que afortunadamente es lo habitual en viajes largos ¡para algo viajamos nada más comer!) la cabeza se le cae, el cuello se le dobla y su columna se enrosca hasta meter la barbilla en el sobaco derecho. Yo tampoco daba crédito al principio, pero es así como lo cuento.
Silla buena: con laterales que sujetan la cabeza
Silla mala: ancha para que la cabeza dé bandazos




















Cuando iba sujeto con el propio arnés de la silla, ese con dos tirantes que abrochan entre las piernas, aún tenía un pase, porque un mínimo de sujeción en cada hombro sí que tenía, pero ahora que sólo lleva el cinturón del coche... ¡es que vale más no pensar! El hombro por el que no pasa el cinturón es libre como el viento, y tira del otro, y el otro... pues qué va a hacer, quiere ser libre también y se escurre de sus ataduras!! Total, que va en postura de contorsionista y encima mal sujeto.

Probamos con un collarín de esos tan guapos que venden para niños, con sus muñequitos de colores y cascabeles dentro. Una maravilla, vamos. Pero NO funcionan, por lo menos con Nel: sólo consiguen apartarlo del respaldo con el bulto que hacen detrás del cuello, así que cuando se duerme sigue enroscándose pero encima se inclina hacia delante. Tremenda imagen, con la barbilla en el sobaco derecho y la frente en su propio regazo.
... estos NO funcionan con Nel!
Pues en un arrebato de maternidad sulfurada -el largo viaje de vuelta de las vacaciones de primavera fue la gota que colmó el vaso- decidí que ya estaba bien, que algo había que hacer, aunque fuera sujetarle la frente con cinta aislante. Claro que eso no me iba a resultar nada fácil, el niño tiene su dignidad y su genio. Por suerte la sulfuración tuvo su efecto en mi neurona y se me ocurrió algo mejor: un reposacabezas pensado, no como los collarines esos del demonio.

Con una vieja funda de almohada y algo de relleno, hice esto:



Intenta ser como esas "orejas" que tienen algunas sillas mejor diseñadas que la de Nel, un soporte a cada lado de la cabeza para evitar la caída libre, pero sin nada de relleno ni bultos detrás del cuello ni del cogote. El formato lo tenía bastante claro, llevaba desde que Nel empezó a usar la silla soñando con encontrarlo en una tienda, pero no veía la manera de sujetarlo en su sitio ¿te imaginas el poema si no lo sujeto? ¿torcido, enroscado, y con una almohada tapándole la cabeza? Al final decidí hacerle dos tiras de tela, cosidas como si tuviesen que sujetar los pilares del mundo, que abrazan el reposacabezas del asiento del coche: una por las barras inferiores, y otra por la parte más ancha.

No es una maravilla de cómodo a la hora de ponerlo y quitarlo, la verdad, porque van a pura presión, pero como tampoco pensamos quitarlo cada dos por tres... Tampoco es una maravilla estética, ni tiene funda de quita y pon*, así que cuando se lave tendrá que ir todo.

 Pero funciona, oye, ahora su cabeza viaja siempre por encima del nivel del cuello. Que era de lo que se trataba, no?




*Porfaplís, si a alguien se le ocurre la manera de adjudicarle una funda de quita y pon sin tener que descoser las tiras (ya dije que están cosidas muy requetecosidas) que lo diga, porque si cuando la hice hubiera pensado un poco la habría hecho así directamente. Es lo malo de la sulfuración, que no te deja pensar y luego te arrepientes.

1 comentario:

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