Hace un tiempo hicimos unas letras de cartón para Chus. Para jugar, porque empezaban a llamarle la atención y todo el día nos pedía una P, y una M, y...
Las hice grandes, para que pudiera trastear a gusto. Con cartón de las cajas de leche, muy baratas ellas.
Y las pintamos, porque eran mucho más guapas de colores. Para evitarle confusiones si las miraba al revés, la parte de detrás la pinté en todas de negro. Por delante hubo de todo: con témperas, con ceras, con rotuladores, con pincel y con el dedo, Nel nos ayudó mucho.
Aún puede pasar que las coja del revés, lo de abajo para arriba, y no se me ocurrió cómo resolverlo, pero sorprendentemente se equivoca muy rara vez: es como si por intuición supiera cómo son.
Su preferida es la C ¡cómo no! pero siempre nos enseña la M de mamá y la P de papá. La N de Nel no suele repetirla tanto, porque "¡Nel sabe leer muy bien!" jeje, debe de ser que a nosotros nos ve más torpes, y nos quiere ayudar...
Un día, en una incursión en la tienda de los chinos (ahh, ese universo paralelo, qué sitio!) vi estas otras:
Son de madera, con un imán detrás -en algunas bastante mal puesto, porque se quedan colgando de lado- y... con ojos. La solución que no se me había ocurrido para no dudar entre arriba y abajo!!
Son bastante más pequeñas que las de cartón (¿se ve la C azul en la mano derecha?) y aunque nos gustan bastante no consiguieron desbancar a las originales. Viven en la cocina de leña, porque la nevera está panelada y no se sujetan los imanes, y cada día aparece alguna pequeña palabra que nos regala Nel. Debería comprar otro juego, porque una letra de cada no da para mucho. Pero aquí no hay tienda de chinos, y cuando viajamos siempre se me olvida!
Pero que chulas han quedado las letras ^-^
ResponderEliminarSon una monada y el niño es un bombón
Saludos Locos