En su momento era una bolsa ¿neceser? para meter las castañuelas y no perderlas en la marabunta de trapos y cachivaches que preparaba para cada actuación de baile regional. Poco después cambié de formato para las castañuelas, y esto quedó aparcado en el fondo de algún cajón. Y recientemente encontró su vocación como neceser para la bolsa de la piscina ¡y ahí sigue! un peine, un poco de jabón, un paquete de pañuelos, y a ser posible unos chicles de emergencia.
El asunto es que cuando decidí hacer aquella bolsa para las castañuelas, yo no sabía ni siquiera enhebrar la máquina de coser (de mamá, claro), ni muchísimo menos sabía que coser cremalleras tenía complicaciones particulares. Lo que ya sabía de sobra es que detesto hilvanar. Así que corté mi bolsa, sujeté con alfileres la cremallera, y cosí. Sin más ni más. Y estos días, hablando de cremalleras, caí en la cuenta de que tenía muy a mano mi "primera vez"... ¡y no fue nada traumática!
... ¡vale, probablemente hoy no dejaría el extremo de la cremallera ahí colgando! jajajaja, pero ahora no puedo retocarlo... ¡es una reliquia!
Ala qué guay tener tu primera cremallera aún en uso!!!
ResponderEliminarOye, pues para ser la primera, el resultado es limpísimo. Yo también tengo a mano "mi primera vez" con las cremalleras (aunque no tiene tantos años) y te aseguro que da penica. Un besito.
ResponderEliminarjaja!! qué recuerdos, no??
ResponderEliminarPues algunas cremalleras me quedan un poco peor que esa tuya..... Y yo si que se enhebrar la aguja jajajaja
ResponderEliminarPues te quedó muy aceptable para hacer tanto tiempo! claro que el material es agradecido, que puedes dejar el corte al vivo, buena elección!
ResponderEliminarAy!! esas castañuelas qué bien guardadas. La cremallera te quedó impecable para ser la primera!!! Me has hecho rememorar la mia...jeje
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