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14/5/15

La correa de los trastos

Después de haber dedicado dos minutos de mi vida a esta costura, sólo puedo decir ¿¿por qué demonios no lo hice antes?? Supongo que simplemente porque mi cerebro no hizo las conexiones adecuadas, lo traigo tan atareado olvidando dónde guardo las cosas importantes para que no se pierdan que no pudo ocuparse de esto:



¿Cómo? ¿que qué es? ¿pero no se ve claro? ¡es un trozo de correa con dos mosquetones en los extremos! ¡¡tampoco es tan difícil!! ahhhh ¿que para qué sirve? pues... a ver cómo lo explico... si la biología humana se dedicara a cubrir nuestras necesidades y se dejara de chorraditas del tipo vello que crece donde nadie lo necesita y muelas del juicio que salen donde no caben, probablemente nuestro cuerpo generase una cosa de estas justo tras alumbrar la placenta. Eso, o un tercer brazo auxiliar...

No sé si es una cosa universal o son sólo mis hijos, pero hay cierta edad (que se hace eterna) a la que se empeñan en sacar media casa cada vez que vamos a la calle. Una mochila, una pelota, un paraguas, una sillita con o sin muñecos, un camión, una moto... Y claro, en cuanto avanzan medio metro con todo ello a cuestas, reconocen que no son capaces de andar así y ¿a quién le toca cargar con todo? ¿eh? ¿¿a quién?? Pues a mamá, claaaaaaaroooo!! Y como me gusta tener las manos libres para impedir que mi peque se abalance sobre los coches, perros o porquerías del suelo, pues necesitaba una forma de cargar con todo sin llenar las manos.

Es sólo un trozo de correa, reciclada de no recuerdo qué, con un mosquetón cosido en cada extremo. Podría haber sido regulable en longitud, pero el trozo de correa a reciclar era bastante justo y quedó así. Los mosquetones se enganchan por donde una pilla, los trastos se van sujetando a la correa como se puede




Y luego se cuelga todo del hombro. Menos mal que todos los cachivaches pesan poco! Es un poco complicado fotografiarse con los bártulos colgados al hombro, así que os imagináis que la silla soy yo, vale?




... Y esta es mi costura egoísta de esta edición de RUMS, una mini mini costura, rápida y simple, pero que me estaba haciendo muuuuuuuuuuuuucha falta ¡a veces lo más sencillo es lo más necesario!





20/4/15

Más estuches transparentes... y tutorial

Desde que les hice los estuches transparentes para las piezas de lego, los chicos no paraban de pedirme alguno más: había más piezas difíciles de localizar que espacio en los estuches!! Pues nada, cuando los niños quieren ser organizados... ¡qué menos que ponérselo fácil! Les cosí cinco estuches más, alguno más grande tal y como pedían.



Aprovechando la ocasión, y teniendo en cuenta que una amiga me había pedido tutorial cuando vio la primera tanda, hice algunas fotos para un paso a paso. Son facilísimos de coser, pero bueno, poder coserlos enteros a máquina sin que queden pequeños huecos para perder minipiezas tiene su truqui...

¡Allá vamos!

Primero hay que cortar el trozo de plástico acorde al tamaño de la cremallera... o viceversa! Esta vez podía elegir yo el tamaño, porque utilicé cremallera por metros y cortaba donde me daba la gana, jeje. La cuestión es tener un trozo de plástico más o menos cuadrado, o rectangular, con las esquinas redondeadas. Lo doblamos al medio, marcando bien el doblez, y situamos la cremallera a ojímetro, para calcular más o menos la longitud que necesitamos. Tienen que sobrar un par de centímetros de cremallera por cada extremo, para poder maniobrar.



Si tenemos una cremallera de tamaño limitado, la colocamos sobre el plástico doblado y sin cortar, dándole un poco de forma, y dibujamos más o menos el tamaño que podrá tener el estuche. Quitamos la cremallera y cortamos el plástico por la línea dibujada. No hay que estresarse, esto no es una prenda de ropa que tenga que quedarle perfecta a nadie!

Con un alfiler sujetamos el extremo cerrado de la cremallera para que no se escape el carro, y quitamos los topes metálicos si es que los tiene (la mía no tenía, ya dije que era por metros). Con otros dos alfileres, marcamos en el extremo abierto el trocito que vamos a dejar de sobra, para asegurarnos de que sea igual de largo en las dos partes (en la foto cerré el principio de la cremallera a mano, para que se vea que están justo a la misma distancia, pero no hace falta hacerlo).



Empezamos a coser por el extremo abierto de la cremallera, alineando uno de los alfileres con la marca del doblez central. Vale, en la foto la cremallera está cerrada, porque la había cerrado a mano no sé muy bien para qué (¿no puede una hacer cosas absurdas o qué?) y no se apreciaba ni el doblez, ni los alfileres, así que hago trampa: en rojo por donde va el doblez, en verde donde están los alfileres, y la flecha azul indica el principio de la costura, un par de centímetros después del alfiler:



Cosemos hasta un par de centímetros antes de la marca del doblez en el otro extremo, y repetimos con el otro lado de la cremallera. Nos queda la cremallera unida a todo el borde del plástico, con una abertura en cada extremo



Para cerrar las aberturas, abrimos la cremallera del todo y empezamos por el lado donde no está el carro. Colocamos los extremos así:



Y cosemos por encima, dando un par de pasadas para reforzar la costura.



Luego vamos al extremo donde está el carro, y como el carro molesta un montón para coser, lo vamos a apartar...



Pero entonces la cremallera queda cerrada y no podemos coser... pues para eso habíamos quitado los topes metálicos de la cremallera! Retiramos el alfiler que hacía de tope, y abrimos ese extremo de la cremallera a mano. Con el carro en el otro extremo, repetimos la operación de antes. Ahora el estuche está listo, pero al mover el carro vemos que tiene una cremallera abierta pa to los laos... nada, hombre, pasada de lado a lado y ya vuelve a parecer una cremallera normal!



Sólo falta rematar hilos, recortar un poco los extremos sobrantes de la cremallera y quemarlos con un mechero para que no deshilachen (con cuidadín de no quemar el plástico) y ya está! Estuche completamente cerrado, y que abre del todo para rebuscar. Tardé tanto en explicarlo como en coser dos estuches! jajajaja




31/3/15

Cumpliendo seis

Cada 22 de marzo nos damos cuenta de que Chus crece... y crece... y crece! Ya son seis añazos, parece mentira!!

Como es costumbre en infantil, una celebración en el cole. Llevó su tarta el viernes para decorarla con sus compañeros...



(sí, sí, para decorarla, esto que veis es la tarta sin decorar... minimalista el niño!)

Luego en casa, el día D, otra tarta sin apenas decorar jajajajajaja



Sus regalos aparecieron metidos en un saco de tela... estamos intentando sustituir tanto envoltorio de papel por algo un poco más reutilizable!



Había un cuento, un puzzle de madera, una mochila para empezar primaria el próximo curso... y un juego de hacer nudos con el cuerpo! Sí, sí, en serio!



Con la incomparable colaboración de mi hermana, que hizo la caja a mano, a medida y en los colores del juego, con la ruleta incorporada en la tapa... ¿qué más se puede pedir? Me salió fácil a mí, que sólo recorté círculos de goma eva jajajaja

Un año más, felicidades, corazón!!




11/3/15

Transparencias

No, no, esto no va de ropa! jajajaja si buscáis ropa con transparencias ya os digo yo que os equivocasteis de persona... para ir enseñando no hace falta complicarse la vida con ropa! jajaja

Las transparencias de hoy son estuches pequeños para cosas pequeñas. Concretamente para piezas de lego, que en el batiburrillo de piezas de la saca a los peques les costaba trabajo encontrar algunas en especial



Ahora tienen un estuche para los personajes, otro para engranajes, otro para piezas bisagra... bueno, tienen cinco estuches y se apañan mejor!

De plástico transparente para ver lo que contienen antes de abrirlos, cosa práctica que nos viene muy bien. Con cremallera para que una vez cerrados ni la pieza más diminuta se pueda traspapelar



Los tamaños son... no voy a engañaros, los que permitían las cremalleras más largas de las que tenía para reciclar. Alguna tiene el color caído y todo, y preferí usarlas para esto y reservar las nuevas para cosas más lucidas, ya sabéis! Y de abertura espatarrá, que viene a ser que una vez abierto queda plano (o casi casi plano) para buscar sin tener que sacar todo el contenido. Más que práctico, esto era imprescindible!



Una pequeñez que tenía pendiente desde hace meses, y por fin está hecha. Punto para mami!!






4/2/15

Red portabalón

Esto fue algo que decidí hacer un día, harta de la bolsa de plástico del súper en la que llevaban el balón a la plaza cuando iban en bici. Es que si van andando es muy fácil llevarlo en la mano, pero yendo en bici la cosa se complica! Y yo no soy nada forofa de cargar con sus cosas, la verdad. Encontré la idea en Tejiendo Perú, y con las mismas me puse a hacerlo



Sujeté el cordón de cierre a la parte inferior, para que puedan colgarlo como mochila y les deje las manos libres y el manillar de la bici también ¡me pone muy nerviosa que lleven cosas colgando del manillar! ¡siempre me parece que va a hacerles tropezar!

Ni una foto con balón dentro... es que el balón lo dejamos en un cuarto en el portal, y no suelo pasarme por allí con cámara!

Tuve que hacer varias redes de estas en serie (cuando te lo piden bien pedido, pues cedes!) y por eso ahora estoy posponiendo el hacer para casa otra, un pelín mayor para que quepan dos balones cómodamente (en esta caben, pero el segundo queda asomando un poco) y de algún material plástico que no se empape si se moja, porque esta la hice con lo primero que encontré por casa y no me acaba de convencer. Todo se andará...



28/1/15

Para el scalextric

A veces a una le toca seguir instrucciones muy precisas. Que en parte se agradece, eh, pero ¡qué presión! Resulta que los chicos estaban invitados a un cumple y querían llevar un regalo. Hecho en casa. Ellos pusieron la idea, y el diseño: una bolsa para los coches de scalextric, que cupieran unos cuantos, con un bolsillo para cada coche, y que se pueda cerrar y llevar con un asa. Y que pusiera el nombre del cumpleañero. Hice lo que pude...



No me acaba de gustar trabajar con todo taaaaan especificado desde el principio, pero cuando toca, toca! Al menos me dieron el visto bueno, y al cumpleañero le gustó!









10/1/15

Pelota estrellada

Fue uno de los regalos de cumple de Lía, y un paso más en mi obsesión de finiquitar restos de lana: una estrella de ganchillo, grandota, para usarla de pelota. Una pelota que no rueda apenas, que tal vez se libre de ser expropiada por los hermanos mayores para ese eterno partido de fútbol que se disputa en el pasillo.



Son doce puntas, dos de cada color. Un montón de puntos a contar y recontar y deshacer porque conté mal... ¡fue entretenido! Le puse dentro dos huevitos de plástico, de los huevos de chocolate, uno con bolitas pequeñas y otro con bolas de madera medianas, para que haga ruido. Y le gustó, que es lo que cuenta. Nos perseguía con ella para ofrecérnosla y luego pedir que se la pasásemos ¡lo entendió a la primera!





9/1/15

Dora en la nieve

Me pareció una idea taaaaaaaan chula la bola de nieve que nos enseñaba a hacer Hasta el infinito y más allá... ¡teníamos que hacer una! Se lo conté a los peques a principio de las vacaciones, y les pareció genial, pero... no encontrábamos una figura que les gustase pero que no les importase dejar ahí metida indefinidamente! Y tampoco encontrábamos el fimo, que parece ser que se esconde estupendamente porque no hay manera de dar con él... Y fue pasando el tiempo sin hacer nuestra bola...

Y de pronto un día encontramos por el suelo la figura de Dora la Exploradora en pijama... Por algún lado la había encontrado Lía, y anduvo con ella en la mano un rato hasta que la abandonó... ¡a todo el mundo le pareció estupendo meterla a remojo en una ventisca! jajajaja parece mentira... lo que les gustaba Dora hace un tiempo y la manía que le tienen ahora!!



La nieve la hicimos con purpurina roja y plastidecor blanco... lo que había por casa!!

Pues ya tenemos nuestra bola de nieve, ahora queda ver cuánto tiempo tarda la renacuaja en alcanzarla y organizar un charco de purpurina y tajadura de plastidecor ¡tarde o temprano acabará ocurriendo, estamos seguros!



25/7/14

Familias que crecen

Me encanta que haya niños nuevos en el entorno, familias que crecen, hermanos que alucinan, papás y mamás que se juegan el descanso por un chiquitín nuevo... ¡me encanta! Para el último en llegar cosí esta ranita Trapeando:



Había cosido dos para el CC del año pasado, y ahora recordé lo chulas que son. Y decidí hacer esta, y otra para Lía que enseñaré en breve. Llegué a temer que se les quedasen pequeñas a los dos en el tiempo que pasó desde que las corté hasta que conseguí coserlas... el verano tiene peligro para estas cosas!!

Esta vez hay dos hermanos mayores, y me apeteció retomar el regalo que casi se convirtió en costumbre (ediciones anteriores de la misma foto aquí y aquí... ¡nunca más me acordé de fotografiar el juego!)



Ya tengo otros dos juegos de estos a medias para cuando tenga un ratín... uno para casa, que ya les toca, y el otro... bueno, el otro para alguien! jejeje manteniendo el secreto...

Últimamente tengo poquísimo tiempo de nada, pero como se debe a que estamos completamente
echados a la calle (piscina, prao, más piscina, más prao, comer al aire libre...) resulta que cuando saco dos minutos me salen las cosas solas, se ve que la cabeza está más descansada que el cuerpo! Aprovechando la inspiración, la mami también se lleva un recuerdo mío ¡hacía ya un tiempo que no le daba al alambre!



Ahora falta ver si les gusta... ¡espero que sí!





7/6/14

Así se hace!!

No lo voy a negar, a mí me gusta un montón quejarme cuando las cosas no son como creo que deberían ser. Eso que llaman derecho al pataleo, no me lo salto ni en broma. Pero también es verdad que me gusta reconocer y agradecer cuando las cosas sí que se hacen bien hechas. Y por eso hoy voy a dedicar un ratito a dar las gracias...

En el último cumpleaños de Nel, le regalamos un set de Lego. Encantado de la vida, se puso a montarlo justo entonces, y después de unos cuantos pasos de aquellas instrucciones laaaaargas, se encuentra el pobre con que le falta una pieza. Revolvimos todas las que quedaban en la caja, movimos muebles por si se había colado por algún sitio, revisamos una y mil veces, y al final la sustituimos por una del mismo tamaño aunque distinto color, de las que ya teníamos en casa. Él terminó de montar su camión de bomberos, descubriendo que sobraban algunas piececillas chiquitinas y otra no tan chiquitina, y yo decidí buscar en la web de la marca cómo pedir la pieza ausente. Más que nada por quitarle el chasco a Nel, pero también porque es una marca que me acompaña desde muy pequeña, que me encanta, y de la que esperaba una respuesta satisfactoria. No me apetecía  nada que se me cayera un mito en aquel momento!

Unos días después de escribirles, tuve una respuesta en el email: que habían enviado la pieza y llegaría en pocos días. A los dos días estaba en el buzón, perfectamente embalada para viajar y acompañada de una carta en la que se disculpaban por el error y nos aseguraban que se esfuerzan mucho en evitar que pasen cosas así. Le di la pieza a Nel, le enseñé la carta y él sugirió que deberíamos enviarles las piezas que venían de más en la caja, ya que la que venía de menos nos la habían dado. Muy justo mi niño.

Pero no acaba aquí la historia, no! En los días que habían pasado, el camión había sufrido las condiciones de vida de un juguete en esta casa, y se había desmontado por un par de sitios. Nel que se pone a reconstruirlo, aprovechando para colocar su flamante pieza nueva, y... descubre que no faltaba tal pieza, que la había colocado por error en el lugar donde debería ir otra, un poquito más pequeña... que habíamos pensado que sobraba! Jajajajaja qué momento de risa pasamos, por favor! Y entonces sí, estaba completamente convencido de que teníamos la obligación moral de escribir "a los chicos de Lego" y devolverles la pieza, pidiendo perdón por el despiste y por las molestias. Qué menos, no?

Volvimos a escribirles a través de su web, explicando todo bien, y el mismo día recibimos respuesta... que por supuesto no hace falta que les devolvamos la pieza, que la conservemos como recuerdo, y que les alegra que hayamos quedado satisfechos con su servicio. Más majos ellos...

Pues eso, que probado y puesto a prueba el servicio al cliente de nuestro juego favorito, teníamos que decirlo públicamente: ¡esta gente es muy maja!



14/4/14

Un regalo, dos regalos...

Estas vacaciones tuvimos ocasión de encontrarnos con parte de la familia a la que vemos poco, en especial con personas que viven lejos. Entre ellas un niño precioso al que sólo habíamos visto una vez, y ya hacía casi dos años. Algo había que regalarle, no? Me moría de ganas de hacer una pelota-globo como las de Mi rincón de mariposas, y me pareció la ocasión perfecta. Pues a ello:



Me encanta la forma redonda, redonda que coge el globo al inflarlo ahí dentro, lo bien que bota y la poca fuerza que tiene para hacer daño o romper cosas. Una gran pelota de interior!

Y para completar el regalo, una prenda que no falla nunca: la raglán Naii ¡es perfecta! En este caso de manga corta para el buen tiempo, y de dinosaurios que nos gustan un montón y esperamos que a él también



Cada día me gusta más regalar cosas hechas por mí, y hacer cosas para regalar ¡es maravilloso!




3/3/14

Hacer la pelota

Hacer la pelota es algo que no me gusta nada, pero resulta que hacer pelotas sí que lo encuentro más interesante...



A ganchillo, con lana gorda (como para un ganchillo de 5 mm) y aprovechando todos los restos de colores que tenía por ahí. Y rellenas de trapos, recortes de camiseta y sudadera que no servían para nada pero aún así estaban guardados en una bolsa. Sin comentarios.



Pelotas blandas, para interior, para que los peques jueguen dentro de casa sin demasiado peligro de cargarse cosas. Aunque para eso hubiera sido mejor rellenarlas de guata, el relleno de trapos pesa más y se nota!

Próximo objetivo: hacerlas más pequeñas, con hilo más fino y de algodón, y rellenarlas con arroz para probar a hacer malabares... ¡a ver si les gusta el plan!




15/1/14

Bolsas para juguetes

En casa hay de toda la vida, pero de toda la vida de verdad, una bolsa de tela para guardar el lego que resulta de lo más práctica y facilita bastante la vida de todos: ellos recogen fácil y rápidamente, y nosotros disfrutamos de la ausencia de conflictos a la hora de recoger. Todo es felicidad y armonía familiar. Pero últimamente se hacía evidente que la bolsa (oficialmente se llama "la saca de lego") no era suficiente, sus majestades de oriente vinieron cargados de lego y allí ya no se revolvía con tanta pieza, aparte de que los usuarios reclamaban un sitio para separar las obras a medio construir y que no se les desarmaran tanto. Así que hacía falta otra saca... ¡pues venga!



Así de vacía se veía cuando todavía no la podíamos usar porque me faltaban los ollaos y el cordón. Una vez terminada, su aspecto es este:



Por su parte, los playmobil viven en un cajón grande (los que caben, los que no caben se buscan la vida por el suelo de la habitación como buenamente pueden) y allí había una caja de zapatos para mantener localizables a los personajes, y otra caja con los cientos de millones de piezas pequeñas que se multiplican sin parar cada vez que no miramos. Pero para encontrar lo que querían tenían que bascular las cajas en el suelo, y luego recoger aquel batiburrillo les daba pereza. No los juzgo, a mí también me da pereza sólo de pensarlo. Y la cosa mostraba cierta tendencia a terminar en problemas: piezas pisadas, humanos caídos a consecuencia de pisar piezas, algún que otro grito... lo normal. Así que ahí fue la siguiente bolsa de tela, una más pequeña para los personajes y animales que ya os enseñé aquí.

Entonces nos quedaban las miniaturas, y había que buscar otro formato porque cerrar la bolsa con un cordón deja huecos demasiado grandes... las miniaturas se escapan! Le di tantas vueltas que a menudo pensé que no la haría jamás, pero al final se me ocurrió. Y un día mis pequeños artistas decoraron un trozo de tela blanca...



Con la cremallera ya no hay miniatura que se escape, y al abrir la bolsa pueden rebuscar sin necesidad de sacar todo. Misión cumplida, perfecto! (ya me doy yo sola el visto bueno, que eso de la autoestima dicen que es importantísimo y lo hay que cuidar!). Cerrando la cremallera queda así:



Y para que no sea tan aparatosa, le puse un snap para dejarla más pequeña (venga, a ver quién ve las dos partes del snap en la foto de arriba!):



Lo que empieza a ser urgente es encontrar una solución para el scalextric: no imagino un juego más puñetero de guardar... esos tramos de pista tan grandes, esos mandos llenos de cables, esos coches con escobillas más o menos delicadas y ruedas que se enganchan con todo... ¿alguien tiene la solución para el scalextric??




2/12/13

Para enredarse jugando

Recuerdo perfectamente que cuando era pequeña este juego se llamaba Enredos. Ahora se llama Twister, porque todo tiene que sonar extranjero, supongo. Pero sigue siendo lo mismo. Entonces y ahora, me encanta la idea. Y desde hace un tiempo tenía muchas muchas ganas de hacer una versión casera... nunca encontraba el momento, pero ahí estaba la idea.

Y entonces unos niños que conozco tuvieron un hermano pequeño, y yo empecé a preparar un regalito para el bebé, y necesitaba algo para esos hermanos mayores, algo que al abrir el paquete fuera para ellos, porque un paquete que llega por correo y un niño pequeño forman una de las combinaciones más adorables del mundo ¿o no?. Y la idea de este juego casero se me sentó en medio de la mente y decidió no menearse de allí hasta que la hiciera realidad. Pues qué remedio me quedó!



Hice los círculos de colores de goma eva, seis de cada color, para poner directamente en el suelo en lugar del "tapete" de plástico original. Y con cartón duro y más goma eva hice la ruleta:



Un encuadernador y un palo de polo con un extremo tallado en punta sirvieron para la flecha, y... ¡¡listos!!

Por si acaso, que nunca se sabe cuándo van a hacer falta, imprimí unas instrucciones (versión libre, lo que más o menos recordaba del juego), y sin más el kit se fue de viaje en busca de niños flexibles con los que jugar. Tenemos en proyecto uno para casa, porque por supuesto... ¡les gusta! ¡lo quieren! ¡lo necesitan! jajajaja qué fáciles de entusiasmar son!!




18/11/13

Esas menudencias que nos vuelven locos

Por aquí las menudencias que nos vuelven locos son, sin lugar a dudas, las piezas diminutas de los juguetes. Esas, sí, las que aparecen diseminadas por tooooooda la casa y parece que crían por la noche, que en lugar de perderse por docenas como sería de esperar resulta que cada día que pasa hay más. El tema de las piezas de lego lo tenemos resuelto de siempre, gracias a la maravillosa saca que os enseñé aquí, pero quedaba pendiente el asunto playmobil ¿por qué cuanto más puñetero de recoger es un juguete, más les gusta a ellos??

Aprovechando una tarde en casa, les ofrecí pintar un trozo de tela para hacer la bolsa que los pobabobin estaban necesitando, y por suerte aceptaron encantados:



Una vez terminada su tarea, sólo quedaba ponerle otra tela, coser y colocar unos ollaos (de La Pantigana Shop) para pasar el cordón. Cordón que no tenía, así que unimos los dos trozos más largos que encontré por casa y por el momento nos hace el apaño. Para que la cierren fácilmente, puse un cierre tanka (reciclado de unas katiuskas):


Un detalle del que me di cuenta tarde: para que los dos extremos del cordón salgan por el mismo ollao, el número de agujeros debería ser impar. Pero yo, por repartirlos más fácilmente a lo largo del perímetro, puse 12. Creo que los peques me lo perdonan...

Y así quedó:



Mi idea inicial era dejar el estampado por fuera, y el verde (sí, es verde lima, aunque no lo parezca) dentro para que se distinguiera bien el contenido, peeeeeero el lado de fuera sólo se ve cuando está cerrada, y cerrada se ve arrugado, y su obra de arte tenía que verse bien, así que le dieron la vuelta. Creo que tenían razón (pero no se lo digáis, que se crecen). Así que esta es la nueva solución habitacional para nuestros personajes y animalillos pobabobinescos:



Ahora nos falta una idea para las piezas más diminutas de todas (ya sabéis: espadas, cámaras de fotos, diademas, brazaletes... todas esas miniaturas que acompañan a los playmobil y vuelven locas a las familias). Debería ser algo de este tipo, para poder extender las piezas sobre la tela, elegir las que hacen falta y recoger fácilmente el resto, pero necesitamos un cierre mucho más cierre, esas cosas tan canijas se escaparían muy fácilmente de una bolsa como esta... Tengo algo en mente, pero me falta pulir los detalles ¿alguna idea genial?




2/8/13

La silla de carreras

Cuando Nel era pequeñín tuvo una época en que le obsesionaban las sillitas para muñecos, y como aún no tenía una, se dedicaba a arrebatársela a cualquier niño o niña que osara pasear la suya cerca de él. Hasta que un día, hartas de la vida agitada que aquel ladronzuelo en miniatura nos daba, mi madre y yo decidimos remediarlo: entramos en una tienda multiprecio y compramos una, la más barata que vimos, que se ve que no confiábamos mucho en que una vez tuviese la suya le siguiera haciendo gracia. Era esta:



Seis años más tarde (minuto arriba, minuto abajo) sigue paseando coches, pelotas, herramientas y ocasionalmente algún muñeco. Estos dos grandullones siguen discutiendo por ella a veces, usándola de bólido de carreras por el pasillo, o de camión de mudanzas para miles de juguetes, y entre pitos y flautas la pobre tenía más desgarrones que otra cosa, así que hace unos días decidí cambiarle la "tapicería".Desnudé a la pobre silla indefensa, cogí una loneta de colorinos (ikea, claro, qué si no!) y reproduje la forma más o menos:



Este es el resultado de la maniobra:



A mí me gusta bastante más que antes, la verdad, y ellos están encantados de tener "una silla nueva", así
que... ¡un éxito! Y si no, mirad lo poco que tardó en llenarse



¡y lo contento que la estrenó Chus!








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