Yo minjo, tú minjas, él minja... no, no es que pretenda yo renovar el diccionario, Minjo es el nuevo patrón de La Pantigana, un pantalón con falda incorporada para niñas, que algunas suertudas estuvimos probando. Sale a la venta hoy, en tallas de 18 meses a 8 años, y es ¡¡una pasada!!
Yo hice uno para mi pitufa en sudadera de verano, que anduvo dándonos juego toda la primavera, ya que no vino muy desfasada de calor. Y como hice la talla 18 meses, empezamos el otoño terminando de sacarle partido! ¿Cómo me apaño para que le valga en otoño un pantalón que ya usó tooooda la primavera? pues eso es fácil... es un pantalón sumido en la cordonadicción!!
Lleva fruncido con cordones en las dos perneras, y al principio nos vino estupendamente para que no se los pisase. Ahora estamos en pleno desfruncimiento para tapar piernas más largas...
Y he aquí el secreto mejor guardado durante meses y meses de la sudadera canina... ¡la sudadera vino al mundo para hacer compañía a este pantalón! Ay, qué trabajo cuesta guardar un secreto taaaaanto tiempo!
Pero bueno, mientras esperábamos a hacerlo oficial, la enana lo pasó pipa con su ropa cómoda y chula!
¡¡Un placer testear contigo, Pantigana!!
... ains, qué morriña me dan estas fotos de hace unos meses... qué rápido pasa el tiempo mirando a los peques!!
Mostrando entradas con la etiqueta bebé. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta bebé. Mostrar todas las entradas
30/9/15
29/9/15
Vestido otoñal
No hace mucho recibimos en casa un montón de ropa para reciclar. Un montonazo. Y poco a poco vamos metiéndole mano... Esta vez le tocó a Lía, con un punto de rayas que simplemente me enamoró, le hice un vestido de la Ottobre de este otoño. Creo que se llamaba... ufff... nada, no me acuerdo. Tengo que mirarlo... Sí, eso, el Busy Forest! jajajaja esta cabeza...
Combinado con un poco de sudadera de invierno violeta, un vestido para no pasar frío en estas mañanas que nos vienen...
Lía no va al cole, pero... acompaña muchas veces a sus hermanos hasta la puerta de camino al parque! ¿Sirve esto para el Reto? Ahhhh, no lo sé, yo lo voy a intentar... y si no sirve ya me tirarán de las orejas!! jajajajaja
Combinado con un poco de sudadera de invierno violeta, un vestido para no pasar frío en estas mañanas que nos vienen...
Lía no va al cole, pero... acompaña muchas veces a sus hermanos hasta la puerta de camino al parque! ¿Sirve esto para el Reto? Ahhhh, no lo sé, yo lo voy a intentar... y si no sirve ya me tirarán de las orejas!! jajajajaja
25/9/15
Otra camiseta fresca
Este verano Lía no es que tuviera mucha ropa... la suficiente, que con cinco en casa la lavadora se llena en seguida, y con calor una vez lavado seca rápido. Pero el día que me di cuenta de que no tenía disponible nada de tirantes estrechos, hacía muuuucho calor, así que antes de vestirla me senté a coser ¡qué maravilla eso de no tener que salir a comprar ropa!
Tenía una tela muy chula que no sabía muy bien cómo combinar, hasta que se me encendió la lucecita y decidí replicar uno de los círculos del estampado, con unos retales de camisetas para reciclar
El bajo lo dejé sin rematar, con unos cortes a modo de flecos, no por nada en especial, me apeteció, la camiseta era muy larga, casi vestido, yo no tenía ganas de hacer un dobladillo... ¡se juntó todo! La tela se enrosca un tanto, pero no me importa nada de nada. Hay que hacer cosas distintas de vez en cuando, no?
El remate del escote y los tirantes son de FOE (de Hilos y más), me gustó tanto el resultado de la que me había hecho para mí, que esa misma mañana repetí la experiencia!
Tenía una tela muy chula que no sabía muy bien cómo combinar, hasta que se me encendió la lucecita y decidí replicar uno de los círculos del estampado, con unos retales de camisetas para reciclar
El bajo lo dejé sin rematar, con unos cortes a modo de flecos, no por nada en especial, me apeteció, la camiseta era muy larga, casi vestido, yo no tenía ganas de hacer un dobladillo... ¡se juntó todo! La tela se enrosca un tanto, pero no me importa nada de nada. Hay que hacer cosas distintas de vez en cuando, no?
El remate del escote y los tirantes son de FOE (de Hilos y más), me gustó tanto el resultado de la que me había hecho para mí, que esa misma mañana repetí la experiencia!
26/6/15
Quiet book Marco
Hace años que tenía ganas de hacer un quiet book, y unas veces por uno y otras por otro siempre lo iba dejando. Hace un par de meses que decidí hacer uno para el segundo cumple de un amigo de los peques, y luego con el trajín de la última temporada ¡se me olvidó! ¡por completo! Hasta la víspera del cumple, por la noche, en la cama, que de pronto me vino el fogonazo ¡¡¡¡noooooo!!!!
No iba a darme tiempo, era imposible, tenía mucho que hacer aquella mañana, kilos de cerezas que convertir en mermelada, lavadoras en serie, comida, merienda de picnic... Pues entre todo aquel caos de día, resulta que aparecieron minutos fugaces en los que fui cosiendo un mini quiet book ¡no me lo creía ni yo cuando le puse el snap y lo vi acabado!
Es muy sencillo, y pequeño. Sólo portada, contraportada, y las dos páginas interiores. ¡No había tiempo de más!
El cumpleañero cumplía sólo dos años... tampoco era plan de pasarse con las actividades! ¡¡ya crecerá y habrá tiempo de más!!
No iba a darme tiempo, era imposible, tenía mucho que hacer aquella mañana, kilos de cerezas que convertir en mermelada, lavadoras en serie, comida, merienda de picnic... Pues entre todo aquel caos de día, resulta que aparecieron minutos fugaces en los que fui cosiendo un mini quiet book ¡no me lo creía ni yo cuando le puse el snap y lo vi acabado!
Es muy sencillo, y pequeño. Sólo portada, contraportada, y las dos páginas interiores. ¡No había tiempo de más!
El cumpleañero cumplía sólo dos años... tampoco era plan de pasarse con las actividades! ¡¡ya crecerá y habrá tiempo de más!!
24/6/15
Para ti, para mí, para el bebé, para el niño, para la profe...
¡para todos! Fundas de gafas para todos! El otro día había hecho la mía, y tardé poco en cortar las siguientes. Una más pequeña (sin añadir márgenes al patrón) para las gafas de sol de Lía
¡Ahora hasta se deja poner las gafas de sol, con tal de llevar la funda en la mano! jajajajaja
Después a los chicos les pareció buen regalo de fin de curso para sus profes prefes, a los que este año tenemos tanto tanto taaaaaaanto que agradecer. Y fueron varias más (en la foto falta una, no sé cómo pudo pasar, pero se me olvidó una profe en la primera remesa!)
Como me di cuenta tarde de que me faltaba una profe, Nel le adjudicó la funda que había cosido para mí (esta), y así por las buenas me dejó con dos palmos de narices. Entonces, cuando los chicos vieron que estaba en racha y se animaron a pedir fundas para ellos, tenía que hacerme otra para mí. Y ahí volvió a entrar Nel a saco, que él quería la suya con MI tela, y de ahí no se apeaba, así que... paciencia! Hice la mía con una tela de piratas de lo más simpática ¿quién dijo que las cosas de mamá tienen que ser menos infantiles que las de sus hijos?
Y ahí están, las fundas de gafas de los peques, la de Lía más pequeña, y la mía. Y sí, la funda con MI tela es para Nel... ains! ¡Qué le vamos a hacer! Gajes del oficio...
¡Ahora hasta se deja poner las gafas de sol, con tal de llevar la funda en la mano! jajajajaja
Después a los chicos les pareció buen regalo de fin de curso para sus profes prefes, a los que este año tenemos tanto tanto taaaaaaanto que agradecer. Y fueron varias más (en la foto falta una, no sé cómo pudo pasar, pero se me olvidó una profe en la primera remesa!)
Como me di cuenta tarde de que me faltaba una profe, Nel le adjudicó la funda que había cosido para mí (esta), y así por las buenas me dejó con dos palmos de narices. Entonces, cuando los chicos vieron que estaba en racha y se animaron a pedir fundas para ellos, tenía que hacerme otra para mí. Y ahí volvió a entrar Nel a saco, que él quería la suya con MI tela, y de ahí no se apeaba, así que... paciencia! Hice la mía con una tela de piratas de lo más simpática ¿quién dijo que las cosas de mamá tienen que ser menos infantiles que las de sus hijos?
Y ahí están, las fundas de gafas de los peques, la de Lía más pequeña, y la mía. Y sí, la funda con MI tela es para Nel... ains! ¡Qué le vamos a hacer! Gajes del oficio...
19/6/15
Lía y Lua
Lía es la decoradora de interiores de mi casa, ya la conocéis todos, y Lua es la nueva camiseta de Mi rincón de mariposas, protagonista de su último Cose Conmigo. Pues estaban predestinadas a conocerse, claro...
Esta es Lua, después de días y días con el patrón cortado en paradero desconocido, por fin se materializó:
La hice larga, larga, para usar de vestido este verano y con la esperanza de poder usarla de camiseta en otoño (vale, sí, le pondremos una manga larga debajo, no seáis tiquismiquis!). Me gustaba mucho según iba tomando forma, y quise hacerla más duradera...
Y estas son Lía y Lua, juntitas y casi casi revueltas:
Y aquí podéis ver muchas más Luas y quién sabe, puede que hasta alguna otra Lía ;-)
Esta es Lua, después de días y días con el patrón cortado en paradero desconocido, por fin se materializó:
La hice larga, larga, para usar de vestido este verano y con la esperanza de poder usarla de camiseta en otoño (vale, sí, le pondremos una manga larga debajo, no seáis tiquismiquis!). Me gustaba mucho según iba tomando forma, y quise hacerla más duradera...
Y estas son Lía y Lua, juntitas y casi casi revueltas:
Y aquí podéis ver muchas más Luas y quién sabe, puede que hasta alguna otra Lía ;-)
15/6/15
Una de Blancanieves
No me apetece contar cuentos, ni comer manzanas envenenadas, ni nada por el estilo. Pero Blancanieves es lo primero que me viene a la cabeza cuando leo-escucho-pienso las palabras "Espejito, espejito". Y resulta que hay una revista de patrones infantiles (ejjjjemmmm muy modernos ellos, sin nada de volantes ni lazos ni pololos ni cosas recargadas, qué va!) que se llama así. Y por una carambola de esas que se dan a veces, llegó a mis manos un número. Lo primero que pensé al hojearla fue que allí no había nada que encajase en mi vida. Pero mi cerebro es un puñetero de mucho cuidado, y mientras yo ironizaba sobre aquella ropa "tan cómoda" él planeaba una emboscada... me metió en la cabeza la idea de ser capaz de usar alguno de aquellos patrones para hacer una prenda. Hacerla y luego usarla, claro, que si no ni es reto ni es nada. Pues hale, a buscar algo sin demasiadas florituras...
Elegí un vestido sencillo, vaya, lo más sencillo que encontré en aquellas páginas, salvando que para la talla de Lía necesitaba más de un metro de tela para fruncir la falda como si no hubiese un mañana, por lo demás parecía sencillo. Eliminé el forro del cuerpo (pa qué más tela ahora que viene el calor?), hice esa parte con tela de camiseta (sí, camiseta, y encima reciclada, que una no pierde los principios por usar un patrón diferente a lo habitual!) y tuve que aprender a fruncir mucha tela en poco espacio. Muriendo y aprendiendo, dicen. Y he aquí el vestido que jamás hubiera pensado que haría (no por nada... porque jamás hubiera pensado que usaría un patrón de esos!)
Que no me disgusta, pero no sé yo hasta qué punto podrá ser cómodo para las peripecias de mi renacuaja llevar toda esa cantidad de tela alrededor del cuerpo... ¡veremos cómo le va!
Me hizo ilusión encontrar un sitio que ni pintado para unos botones chulísimos que había entre la colección de mi abuela...
¿A que son chulos mis botones, eh??
Y como me dijo una amiga... seguro que si les mando las fotos a la revista de Blancanieves alucinan, viendo uno de sus modelos encima de unos leggings... y debajo de una sudadera!! jajajajaja ¡y al lado de una obra, para rematar! ¡¡si es que por más que disimulemos... no somos finolis por aquí!!
Elegí un vestido sencillo, vaya, lo más sencillo que encontré en aquellas páginas, salvando que para la talla de Lía necesitaba más de un metro de tela para fruncir la falda como si no hubiese un mañana, por lo demás parecía sencillo. Eliminé el forro del cuerpo (pa qué más tela ahora que viene el calor?), hice esa parte con tela de camiseta (sí, camiseta, y encima reciclada, que una no pierde los principios por usar un patrón diferente a lo habitual!) y tuve que aprender a fruncir mucha tela en poco espacio. Muriendo y aprendiendo, dicen. Y he aquí el vestido que jamás hubiera pensado que haría (no por nada... porque jamás hubiera pensado que usaría un patrón de esos!)
Que no me disgusta, pero no sé yo hasta qué punto podrá ser cómodo para las peripecias de mi renacuaja llevar toda esa cantidad de tela alrededor del cuerpo... ¡veremos cómo le va!
Me hizo ilusión encontrar un sitio que ni pintado para unos botones chulísimos que había entre la colección de mi abuela...
¿A que son chulos mis botones, eh??
Y como me dijo una amiga... seguro que si les mando las fotos a la revista de Blancanieves alucinan, viendo uno de sus modelos encima de unos leggings... y debajo de una sudadera!! jajajajaja ¡y al lado de una obra, para rematar! ¡¡si es que por más que disimulemos... no somos finolis por aquí!!
12/6/15
Colores de verano
Cuando el verano se apodera del ambiente apetece coser cosas frescas, muy frescas, más frescas todavía ¿o no? Bueno, y apetece pasar el día fuera, sentarse en la hierba, pasear a la sombra, jugar con la tierra... Pues para todas esas cosas, Lía necesitaba ropa!
Me encantan los fruncidos con hilo elástico, es que me chiflan! Los pondría por todas partes, pero reconozcamos que no en todas partes quedarían bien, así que... por ahora, los dejo para vestidos para la pitufa
Esta vez no hice dobladillo en el bajo, rematé con la puntada de repulgo de la remalladora ¡y me gusta mucho el resultado!
Para que el pañal no vaya destrozándose por el mundo a medida que la peque se divierte, se nos hacen necesarios los culotes ¡pues vamos con el primero de la temporada! Rojo cereza y verde lima, muy frutal él jajajaja No sé por qué en las fotos nunca se ven los colores como son, pero esta vez encima parece que tiene los agujeros de las piernas distintos, y no... de verdad que son iguales!
Tan contenta del resultado, que hasta probé el bordado libre de la máquina de la abuela para firmar la obra!
Puesto a prueba en el parque, parece que cumple la normativa europea de trepabilidad y todos los requisitos técnicos de arrastre de culo por superficies diversas:
Me encantan los fruncidos con hilo elástico, es que me chiflan! Los pondría por todas partes, pero reconozcamos que no en todas partes quedarían bien, así que... por ahora, los dejo para vestidos para la pitufa
Esta vez no hice dobladillo en el bajo, rematé con la puntada de repulgo de la remalladora ¡y me gusta mucho el resultado!
Para que el pañal no vaya destrozándose por el mundo a medida que la peque se divierte, se nos hacen necesarios los culotes ¡pues vamos con el primero de la temporada! Rojo cereza y verde lima, muy frutal él jajajaja No sé por qué en las fotos nunca se ven los colores como son, pero esta vez encima parece que tiene los agujeros de las piernas distintos, y no... de verdad que son iguales!
Tan contenta del resultado, que hasta probé el bordado libre de la máquina de la abuela para firmar la obra!
Puesto a prueba en el parque, parece que cumple la normativa europea de trepabilidad y todos los requisitos técnicos de arrastre de culo por superficies diversas:
9/6/15
Esos locos bajitos
... la alegría de la casa, semillero de inquietudes, boicoteadores del sueño, enemigos del aburrimiento, repartidores incansables de mimos y sonrisas... la luz del mundo... ¡los niños!
Hace tiempo, mucho tiempo, que me bulle el tema en el cerebro. Nueve años, poco más o menos... Y de vez en cuando alguna noticia hace que se me avive la indignación. Y de vez en cuando simplemente la idea me viene sin más, sin noticias ni nada... Pues hoy tenía un rato libre, y aquí estoy, dispuesta a poner cuatro puntos sobre las íes aunque haya quien me deje de hablar (bueno, no será pa tanto, quienes opinan de esa manera no creo que dediquen su valioso tiempo a leerme!). En resumen, que creo que a cualquier lugar, evento, acto, reunión, ceremonia, celebración, duelo, presentación, despedida... en cualquier momento ESTÁ PERFECTAMENTE BIEN ACUDIR CON NIÑOS. Con uno, con dos o con diez. Aunque hagan ruido mientras todo el mundo guarda un respetuoso silencio. Aunque pidan comer mientras escuchamos una importantísima disquisición. Aunque haya que salir corriendo para llevarlos al baño y tapar así la visión de los de la fila de detrás durante dos angustiosos y fundamentales segundos. Aunque haya gente que se eche las manos a la cabeza "¿cómo se les ocurre venir con niños??"
Pues sí, señoras y señores, voy con niños a donde tenga que ir, en primer lugar porque tengo niños. Sorprendente, verdad? Son mis hijos, no son un trasto que saco de casa cuando me hace falta y dejo aparcado cuando molesta, son niños, y tienen cabida allá donde yo esté simplemente porque lo digo yo, que soy su madre.
En segundo lugar, porque forman parte de una sociedad y hay comportamientos sociales que necesitan aprender. Y no van a hacerlo montando el simulacro en casa, aprenden viviendo de primera mano diferentes situaciones. Con tres años son más ruidosos que con ocho, y con doce son perfectamente capaces de comportarse "como adultos". Aprenden paso a paso, como todo el mundo. Y no es necesario angustiarse pensando que echarán a perder ese evento tan importante: si no están a la altura de las circunstancias, nos retiraremos con ellos lo más discretamente que podamos. No va a ser el fin del mundo.
Y en tercer lugar, porque estoy hasta los mismísimos ovarios de tanta corrección política para todas las minorías que una se pueda imaginar, y tanta falta de respeto hacia el futuro de todos. Ya está dicho. Que cuando sale en la tele una aerolínea o una cadena hotelera que ofrece a sus clientes vuelos o establecimientos "libres de niños" no se me ocurre otra cosa: a ver la que se liaba si se les ocurre publicitar "vuelos sin discapacitados", "hoteles completamente libres de inmigrantes" o "comedor para menores de 70 años". Que no digo yo que esté bien discriminar a esa gente, pero lo que está fatal es que se discrimine a los niños y al presentador de las noticias le parezca tan natural que te cuenta el caso sin vomitar ni nada!
Y lo peor es que ese desprecio hacia la participación en sociedad de los niños lo contamina todo: como los niños no son bien vistos en infinidad de situaciones sociales, a los padres de esos niños les quedan dos opciones: renunciar ellos también a esas situaciones, o buscarse la vida para dejar a sus hijos con alguien mientras tanto. Y si a unos padres se les ocurre acudir con sus hijos, serán los únicos, y cualquier cosa que hagan, digan y/o muevan sus niños se notará el triple, y esos padres se sentirán fatal simplemente por tener hijos que se comportan de una forma completamente normal. Y se va acostumbrando uno a que tener hijos es un incordio, y así cada vez más familias renuncian a tener otro, y más parejas renuncian a convertirse en familia, y nos vamos convirtiendo en una sociedad vieja, triste... y sin futuro.
Que tener hijos es un trabajazo, sí, y entre pitos y flautas te sale por un pico, y duermes menos, y te preocupas más, pero todas esas cosas los mismos niños se apañan para compensarlas con creces. Lo que es un incordio es tener que vivir pendiente de no herir la sensibilidad de personas a las que los niños normales les molestan tanto. Pues por mi parte queda dicho: NADIE TIENE NINGÚN DERECHO A DECIRME QUE MIS HIJOS SOBRAN. Me importa un rábano si hiero su sensibilidad porque sinceramente los considero unos insensibles.
Vale, que hay veces que los niños llegan a molestar bastante. Que siempre se mueven, y aguantan poco rato callados, y se emocionan tantísimo con las cosas que es imposible que alguien no se dé cuenta de lo emocionante que es el mundo para ellos. Pero es que hay adultos hechos y derechos que también son molestos o directamente maleducados, y nadie generaliza en plan "uf, no vuelvo a comer a ese sitio, van unos adultos groseros e insoportables que hablan a gritos y mastican con la boca abierta". Y resulta que los que deberían tener disculpa para ser molestos de vez en cuando son los niños, que están aprendiendo los comportamientos adecuados en cada situación ¡los adultos se supone que ya los aprendieron! ¡¡y qué poco se les nota a algunos!!
Pues eso, que callo la boca si un día me encuentro con un establecimiento en el que no se admiten personas groseras o irrespetuosas, tengan la edad que tengan. ¡Pero basta ya de prejuzgar a los niños achacándoles todo lo desagradable e inoportuno! ¡¡Que llevo nueve años yendo a donde quiera que voy con uno o varios niños, y la inmensa mayoría de las veces sólo se nota que los llevo porque no son invisibles!!
Hace tiempo, mucho tiempo, que me bulle el tema en el cerebro. Nueve años, poco más o menos... Y de vez en cuando alguna noticia hace que se me avive la indignación. Y de vez en cuando simplemente la idea me viene sin más, sin noticias ni nada... Pues hoy tenía un rato libre, y aquí estoy, dispuesta a poner cuatro puntos sobre las íes aunque haya quien me deje de hablar (bueno, no será pa tanto, quienes opinan de esa manera no creo que dediquen su valioso tiempo a leerme!). En resumen, que creo que a cualquier lugar, evento, acto, reunión, ceremonia, celebración, duelo, presentación, despedida... en cualquier momento ESTÁ PERFECTAMENTE BIEN ACUDIR CON NIÑOS. Con uno, con dos o con diez. Aunque hagan ruido mientras todo el mundo guarda un respetuoso silencio. Aunque pidan comer mientras escuchamos una importantísima disquisición. Aunque haya que salir corriendo para llevarlos al baño y tapar así la visión de los de la fila de detrás durante dos angustiosos y fundamentales segundos. Aunque haya gente que se eche las manos a la cabeza "¿cómo se les ocurre venir con niños??"
Pues sí, señoras y señores, voy con niños a donde tenga que ir, en primer lugar porque tengo niños. Sorprendente, verdad? Son mis hijos, no son un trasto que saco de casa cuando me hace falta y dejo aparcado cuando molesta, son niños, y tienen cabida allá donde yo esté simplemente porque lo digo yo, que soy su madre.
En segundo lugar, porque forman parte de una sociedad y hay comportamientos sociales que necesitan aprender. Y no van a hacerlo montando el simulacro en casa, aprenden viviendo de primera mano diferentes situaciones. Con tres años son más ruidosos que con ocho, y con doce son perfectamente capaces de comportarse "como adultos". Aprenden paso a paso, como todo el mundo. Y no es necesario angustiarse pensando que echarán a perder ese evento tan importante: si no están a la altura de las circunstancias, nos retiraremos con ellos lo más discretamente que podamos. No va a ser el fin del mundo.
Y en tercer lugar, porque estoy hasta los mismísimos ovarios de tanta corrección política para todas las minorías que una se pueda imaginar, y tanta falta de respeto hacia el futuro de todos. Ya está dicho. Que cuando sale en la tele una aerolínea o una cadena hotelera que ofrece a sus clientes vuelos o establecimientos "libres de niños" no se me ocurre otra cosa: a ver la que se liaba si se les ocurre publicitar "vuelos sin discapacitados", "hoteles completamente libres de inmigrantes" o "comedor para menores de 70 años". Que no digo yo que esté bien discriminar a esa gente, pero lo que está fatal es que se discrimine a los niños y al presentador de las noticias le parezca tan natural que te cuenta el caso sin vomitar ni nada!
Y lo peor es que ese desprecio hacia la participación en sociedad de los niños lo contamina todo: como los niños no son bien vistos en infinidad de situaciones sociales, a los padres de esos niños les quedan dos opciones: renunciar ellos también a esas situaciones, o buscarse la vida para dejar a sus hijos con alguien mientras tanto. Y si a unos padres se les ocurre acudir con sus hijos, serán los únicos, y cualquier cosa que hagan, digan y/o muevan sus niños se notará el triple, y esos padres se sentirán fatal simplemente por tener hijos que se comportan de una forma completamente normal. Y se va acostumbrando uno a que tener hijos es un incordio, y así cada vez más familias renuncian a tener otro, y más parejas renuncian a convertirse en familia, y nos vamos convirtiendo en una sociedad vieja, triste... y sin futuro.
Que tener hijos es un trabajazo, sí, y entre pitos y flautas te sale por un pico, y duermes menos, y te preocupas más, pero todas esas cosas los mismos niños se apañan para compensarlas con creces. Lo que es un incordio es tener que vivir pendiente de no herir la sensibilidad de personas a las que los niños normales les molestan tanto. Pues por mi parte queda dicho: NADIE TIENE NINGÚN DERECHO A DECIRME QUE MIS HIJOS SOBRAN. Me importa un rábano si hiero su sensibilidad porque sinceramente los considero unos insensibles.
Vale, que hay veces que los niños llegan a molestar bastante. Que siempre se mueven, y aguantan poco rato callados, y se emocionan tantísimo con las cosas que es imposible que alguien no se dé cuenta de lo emocionante que es el mundo para ellos. Pero es que hay adultos hechos y derechos que también son molestos o directamente maleducados, y nadie generaliza en plan "uf, no vuelvo a comer a ese sitio, van unos adultos groseros e insoportables que hablan a gritos y mastican con la boca abierta". Y resulta que los que deberían tener disculpa para ser molestos de vez en cuando son los niños, que están aprendiendo los comportamientos adecuados en cada situación ¡los adultos se supone que ya los aprendieron! ¡¡y qué poco se les nota a algunos!!
Pues eso, que callo la boca si un día me encuentro con un establecimiento en el que no se admiten personas groseras o irrespetuosas, tengan la edad que tengan. ¡Pero basta ya de prejuzgar a los niños achacándoles todo lo desagradable e inoportuno! ¡¡Que llevo nueve años yendo a donde quiera que voy con uno o varios niños, y la inmensa mayoría de las veces sólo se nota que los llevo porque no son invisibles!!
Una madre mosqueada
8/6/15
De repente, camisetas
De repente, llegó el calor.
De repente, Lía dio un estirón.
De repente, al ir a buscar ropa una mañana... ¡¡horror!! ¡¡ni una camiseta de manga corta de su tamaño!!
De repente, me puse a cortar y coser camisetas para Lía. Sin patrón, a lo loco. Con restos de tela, sin dobladillos... ¡así, de sopetón!
Yo debí decir en voz alta que tenía que hacerle camisetas a Lía, porque en cuestión de minutos tenía sobre la mesa uno de los maravillosos diseños de Chus:
Y claro, tuve que usarlo ¡cualquiera se resiste! Pues nada, allí media hora cosiendo ondas y recortando pétalos... ¡pero mereció la pena!
Habría hecho más camisetas del tirón, pero el tiempo de los pétalos pasó factura y tuve que dejar el resto para otra ocasión...
Y aquí una foto de la modelo, encantada de la vida como casi siempre. Las fotos de la tía siempre tienen algo especial!
De repente, Lía dio un estirón.
De repente, al ir a buscar ropa una mañana... ¡¡horror!! ¡¡ni una camiseta de manga corta de su tamaño!!
De repente, me puse a cortar y coser camisetas para Lía. Sin patrón, a lo loco. Con restos de tela, sin dobladillos... ¡así, de sopetón!
Yo debí decir en voz alta que tenía que hacerle camisetas a Lía, porque en cuestión de minutos tenía sobre la mesa uno de los maravillosos diseños de Chus:
Y claro, tuve que usarlo ¡cualquiera se resiste! Pues nada, allí media hora cosiendo ondas y recortando pétalos... ¡pero mereció la pena!
Habría hecho más camisetas del tirón, pero el tiempo de los pétalos pasó factura y tuve que dejar el resto para otra ocasión...
Y aquí una foto de la modelo, encantada de la vida como casi siempre. Las fotos de la tía siempre tienen algo especial!
28/4/15
Lo que no puede ser...
Hay cosas que no pueden ser, no pueden ser y además son imposibles. En mi vida hay alguna que otra, por supuesto que las hay, y os puedo asegurar que me encantaría conseguir alguna de ellas... qué le vamos a hacer! Si vosotros podéis hacer alguna de estas cosas... contadme qué se siente!! No os dé pena darme envidia, quiero mantener la imagen mental de estas pequeñas cosas antes de que se fuguen de mi memoria para siempre!
No se puede una duchar sin que una personita encantadora le tire las zapatillas dentro de la ducha. (Donde digo "le tire las zapatillas dentro de la ducha" también podría leerse "le meta la muda limpia en el retrete", "le frote la espalda con la escobilla del retrete", o... o... bueno, la imaginación es libre!)
No se puede bajo ningún concepto cocinar manteniendo los dos pies apoyados en el suelo. Porque es muy aburrido, porque así no trabajas el equilibrio, y sobre todo porque si tienes los dos pies en el suelo y las dos manos cocinando... ¿con qué apartas a la personita del cubo de la basura, la bolsa de reciclaje de envases o las varillas de la batidora?
No se puede tomar un café aburrido después de comer. Puedes tomar un café, o algunos días tomar medio café y limpiar del sofá, tu ropa y la ropa de la personita el otro medio. Lo que no puedes es aburrirte mientras lo tomas, eso no es posible, no, no, no. Intentas evitar que la personita beba café, que el café caliente te riegue el canalillo, que la personita trepe por tu espalda... intentas evitar cosas, en resumidas cuentas! Te centras tanto en ello, que a veces descubres media hora después que te queda casi todo el café en la taza, helado, asquerosete. Una lástima.
No se puede mantener una conversación inteligente por teléfono. Hablar puedes, normalmente, pero la parte de escuchar se complica con la personita intentando explicarte el origen de los agujeros negros en su peculiar idioma de tatatá neeeee pooooopu. Sin teléfono es más fácil porque el idioma de las señas es casi casi universal.
No se pueden guardar cosas en armarios, estantes, cajones o lugares en general que queden a menos de un metro del suelo y no puedan ser atados, bloqueados y/o cerrados de una forma u otra. No se puede, y punto. Cuanto antes asumas esto, mejor.
No se pueden guardar cosas a más de un metro del suelo y esperar que sigan en su lugar si se te olvida mantener las sillas apartadas de la personita. Las personitas trepan.
No se puede comer más de dos bocados seguidos sin que la personita se apropie del tercero, pida agua, te pegue con su cuchara, lance la servilleta al suelo, te robe el tenedor, tire de la punta del mantel o te solmene tremendo tirón de pelo cuando te agachas a recoger la servilleta.
No se puede, jamás de los jamases, hacer esperar a una personita que pide teta, teta, teeeeeta. Bajo pena de pellizcos, gritos, tirones de pelo y desesperación en general.
No se puede utilizar el retrete (utilizarlo en general, sea para una cosa o para otra, ya me entendéis de sobra, tampoco quisiera ponerme escatológica) sin que la personita intente cazar al vuelo con su manita regordeta todo aquello que cae.
No se puede apartar a la personita del punto anterior hacia el lado equivocado del retrete, a riesgo de que aproveche para retocar tu peinado con la escobilla o para desenrollar toooooodo el papel higiénico. Científicos de medio mundo siguen reunidos tratando de dilucidar cuál de las dos cosas fastidia más...
No se puede saber a ciencia cierta dónde está algo. Cualquier cosa. Puedes suponer que está en su sitio, si su sitio es lo bastante inaccesible. Puedes incluso desear de todo corazón que esté en su sitio. Pero asegurarlo es algo que escapa a las capacidades humanas. Sólo cuando lo tengas en la mano podrás decir que sabes dónde está!
No se puede pretender que el color del suelo sea visible a través de la capa de juguetes, ropa, muebles, trapos, papeles y cosas que antes tenían un lugar en el mundo. Podría parecer la disculpa perfecta para olvidarse de limpiar el suelo, pero no lo es: el suelo no se ve entre tanto trasto, pero la suciedad del suelo flota y se mantiene visible siempre. No sé qué dice la física al respecto, pero es así.
No se puede salir de casa sin antes comprobar que lo que cogiste son las llaves, que no estás en zapatillas y que la personita no lleva un zapato de cada. Tampoco se puede salir de casa sin una mochila, un paraguas y una pelota, todo ello talla mini, todo ello imprescindible para la personita en el momento de salir, y todo ello perfecto para que tú lo cargues apenas hayáis avanzado unos metros. Todos tenemos nuestras manías!
De todas formas, tampoco es para tanto no poder hacer todo eso... porque no se puede pasar un día sin recibir algún beso baboso, abrazo mimoso, caricia suaaaaaave... ni sin oír esa risa contagiosa que suena a felicidad pura... ni sin preguntarse una cómo demonios podía girar el mundo antes, sin esa personita dándole cuerda continuamente!!
No se puede una duchar sin que una personita encantadora le tire las zapatillas dentro de la ducha. (Donde digo "le tire las zapatillas dentro de la ducha" también podría leerse "le meta la muda limpia en el retrete", "le frote la espalda con la escobilla del retrete", o... o... bueno, la imaginación es libre!)
No se puede bajo ningún concepto cocinar manteniendo los dos pies apoyados en el suelo. Porque es muy aburrido, porque así no trabajas el equilibrio, y sobre todo porque si tienes los dos pies en el suelo y las dos manos cocinando... ¿con qué apartas a la personita del cubo de la basura, la bolsa de reciclaje de envases o las varillas de la batidora?
No se puede tomar un café aburrido después de comer. Puedes tomar un café, o algunos días tomar medio café y limpiar del sofá, tu ropa y la ropa de la personita el otro medio. Lo que no puedes es aburrirte mientras lo tomas, eso no es posible, no, no, no. Intentas evitar que la personita beba café, que el café caliente te riegue el canalillo, que la personita trepe por tu espalda... intentas evitar cosas, en resumidas cuentas! Te centras tanto en ello, que a veces descubres media hora después que te queda casi todo el café en la taza, helado, asquerosete. Una lástima.
No se puede mantener una conversación inteligente por teléfono. Hablar puedes, normalmente, pero la parte de escuchar se complica con la personita intentando explicarte el origen de los agujeros negros en su peculiar idioma de tatatá neeeee pooooopu. Sin teléfono es más fácil porque el idioma de las señas es casi casi universal.
No se pueden guardar cosas en armarios, estantes, cajones o lugares en general que queden a menos de un metro del suelo y no puedan ser atados, bloqueados y/o cerrados de una forma u otra. No se puede, y punto. Cuanto antes asumas esto, mejor.
No se pueden guardar cosas a más de un metro del suelo y esperar que sigan en su lugar si se te olvida mantener las sillas apartadas de la personita. Las personitas trepan.
No se puede comer más de dos bocados seguidos sin que la personita se apropie del tercero, pida agua, te pegue con su cuchara, lance la servilleta al suelo, te robe el tenedor, tire de la punta del mantel o te solmene tremendo tirón de pelo cuando te agachas a recoger la servilleta.
No se puede, jamás de los jamases, hacer esperar a una personita que pide teta, teta, teeeeeta. Bajo pena de pellizcos, gritos, tirones de pelo y desesperación en general.
No se puede utilizar el retrete (utilizarlo en general, sea para una cosa o para otra, ya me entendéis de sobra, tampoco quisiera ponerme escatológica) sin que la personita intente cazar al vuelo con su manita regordeta todo aquello que cae.
No se puede apartar a la personita del punto anterior hacia el lado equivocado del retrete, a riesgo de que aproveche para retocar tu peinado con la escobilla o para desenrollar toooooodo el papel higiénico. Científicos de medio mundo siguen reunidos tratando de dilucidar cuál de las dos cosas fastidia más...
No se puede saber a ciencia cierta dónde está algo. Cualquier cosa. Puedes suponer que está en su sitio, si su sitio es lo bastante inaccesible. Puedes incluso desear de todo corazón que esté en su sitio. Pero asegurarlo es algo que escapa a las capacidades humanas. Sólo cuando lo tengas en la mano podrás decir que sabes dónde está!
No se puede pretender que el color del suelo sea visible a través de la capa de juguetes, ropa, muebles, trapos, papeles y cosas que antes tenían un lugar en el mundo. Podría parecer la disculpa perfecta para olvidarse de limpiar el suelo, pero no lo es: el suelo no se ve entre tanto trasto, pero la suciedad del suelo flota y se mantiene visible siempre. No sé qué dice la física al respecto, pero es así.
No se puede salir de casa sin antes comprobar que lo que cogiste son las llaves, que no estás en zapatillas y que la personita no lleva un zapato de cada. Tampoco se puede salir de casa sin una mochila, un paraguas y una pelota, todo ello talla mini, todo ello imprescindible para la personita en el momento de salir, y todo ello perfecto para que tú lo cargues apenas hayáis avanzado unos metros. Todos tenemos nuestras manías!
De todas formas, tampoco es para tanto no poder hacer todo eso... porque no se puede pasar un día sin recibir algún beso baboso, abrazo mimoso, caricia suaaaaaave... ni sin oír esa risa contagiosa que suena a felicidad pura... ni sin preguntarse una cómo demonios podía girar el mundo antes, sin esa personita dándole cuerda continuamente!!
22/4/15
Flores primaverales
Tenía esta tela esperando un proyecto, y tenía el patrón de esta túnica cortado esperando una tela. Y un día... ¡¡se encontraron!!
Patrón Wild Cat de la ottobre /2015. El patrón pedía tela de punto, pero yo soy contestona por naturaleza y usé una micropana sin ninguna elasticidad. Porque yo lo valgo!
Hay días en que debo de levantarme de la cama pejigueras, o algo pasa, porque según cosía iba poniéndome pegas yo sola. Remallé las piezas por separado para luego coserlas con puntada recta y abrir las costuras por dentro. Y tuve que forrar la capucha, porque resulta que no soportaba ver la costura por dentro. Días que se tienen, supongo...
8/4/15
Estrellada
La pobre sí que es verdad que anda estrellándose cada poco... intrépida que es, que a todo quiere llegar y de vez en cuando se la pega. Pero las estrellas de hoy son de tela, de su vestido nuevo.
Patrón Birdie, birdie de la ottobre 1/2015, pero con abertura en un hombro porque estos seres humanos que dibujan los patrones de bebé está claro que tienen hijos con cabezas muuuuucho más pequeñas que las de mis peques... a ver por dónde se supone que pasábamos la merola con ese cuello sin abertura!
Las telas, de La Pantigana. El cuello y los puños, orgullo de madre que se esmeró y le quedaron bien ¡no espero a que me lo diga nadie, y así ya estoy a gusto aunque no os fijéis! jajajajaja
Parece que el modelo es cómodo para seguir demoliendo rincones del hogar... qué futuro tiene esta niña en obra civil, por favor, qué futuro!!
Patrón Birdie, birdie de la ottobre 1/2015, pero con abertura en un hombro porque estos seres humanos que dibujan los patrones de bebé está claro que tienen hijos con cabezas muuuuucho más pequeñas que las de mis peques... a ver por dónde se supone que pasábamos la merola con ese cuello sin abertura!
Las telas, de La Pantigana. El cuello y los puños, orgullo de madre que se esmeró y le quedaron bien ¡no espero a que me lo diga nadie, y así ya estoy a gusto aunque no os fijéis! jajajajaja
Parece que el modelo es cómodo para seguir demoliendo rincones del hogar... qué futuro tiene esta niña en obra civil, por favor, qué futuro!!
6/4/15
A cuatro manos
Hay veces que tener dos manos está bien, pero se trabaja mejor a cuatro. Y de paso, se consigue que el resultado final sea único... irrepetible!
Porque ya va haciendo falta pensar en verano, en sol, en días de prao y río... La abuela tejió la parte de arriba del vestido, yo cosí la de abajo, entre las dos elegimos botones del botín de la herencia...
Hice bies con la misma tela para las sisas y el cuello, vestido de verano listo!
Para otra vez, con más tela en la parte de abajo, que queda un poco raro... ¡siempre se aprende algo!
Y luego la experta tejedora se ocupó de una rebeca a juego... ¡equipo completo! Si es que a cuatro manos da gusto trabajar!
¡¡Y si hacen falta seis, seguro que aparecen otras dos!!
Porque ya va haciendo falta pensar en verano, en sol, en días de prao y río... La abuela tejió la parte de arriba del vestido, yo cosí la de abajo, entre las dos elegimos botones del botín de la herencia...
Hice bies con la misma tela para las sisas y el cuello, vestido de verano listo!
Para otra vez, con más tela en la parte de abajo, que queda un poco raro... ¡siempre se aprende algo!
Y luego la experta tejedora se ocupó de una rebeca a juego... ¡equipo completo! Si es que a cuatro manos da gusto trabajar!
¡¡Y si hacen falta seis, seguro que aparecen otras dos!!
30/3/15
Quebraderos de cabeza
¡Hay que ver los quebraderos de cabeza que a mí me dan las cabezas! Es que en esta casa somos todos... cómo decirlo... ¡de cabeza generosa! Y claro, cada dos por tres me encuentro con prendas y patrones por cuyo escote no pasa la cabeza correspondiente...
Me pasó con esta camiseta, patrón Meadow Green de la ottobre 4/2014: corté las piezas tal cual, uní las piezas, me puse a fruncir el delantero entre las marcas y... con ese huequín que queda, por dónde pasamos el coco de la peque??? La dejé aparcada varias semanas sólo por no resolver la cuestión... sin fruncir quedaba horrible, un cuello muuuuuy abierto... y no tenía apenas margen para hacerle abertura en un hombro...
Al final no hice el fruncido, rematé el cuello con foe y simplemente en la zona que tenía que fruncir estiré el foe a tope al coserlo. Queda menos fruncido de lo que se suponía, pero lo suficiente para que no se vea un escote exagerado. Y le pasa el coco, que oye, era una cosa que tenía su importancia!
Necesitaremos más camisetas esta primavera, a ver si voy teniendo suerte y no me pasan estas cosas en cada modelo!
Me pasó con esta camiseta, patrón Meadow Green de la ottobre 4/2014: corté las piezas tal cual, uní las piezas, me puse a fruncir el delantero entre las marcas y... con ese huequín que queda, por dónde pasamos el coco de la peque??? La dejé aparcada varias semanas sólo por no resolver la cuestión... sin fruncir quedaba horrible, un cuello muuuuuy abierto... y no tenía apenas margen para hacerle abertura en un hombro...
Al final no hice el fruncido, rematé el cuello con foe y simplemente en la zona que tenía que fruncir estiré el foe a tope al coserlo. Queda menos fruncido de lo que se suponía, pero lo suficiente para que no se vea un escote exagerado. Y le pasa el coco, que oye, era una cosa que tenía su importancia!
Necesitaremos más camisetas esta primavera, a ver si voy teniendo suerte y no me pasan estas cosas en cada modelo!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)