18/12/12

Amigo Invisible II: recibiendo

Creo que los niños de esta casa fueron muy afortunados con el Amigo Invisible, en primer lugar porque recibieron sus paquetes muy pronto, y en segundo lugar porque parecía que los conociesen de toda la vida: ¡¡qué acertado todo!! Veréis, que os cuento...

A nombre de Nel llegó un paquete de parte de Hugo, el niño mayor de Pandielleando, que contenía un montón de paquetitos... ¡había para todos!



Para Nel, una graaaaaan bolsa de tela de coches ¡su perdición!, chulísima, y con una ventana transparente para ver bien todas las cosas que guarda en ella...



... y un cinturón de lego ("¡¡¡¡mira, lego!!!! ¡¡¡¡cómo mola!!!!" fueron sus palabras exactas al verlo). Nunca había tenido un cinturón, y ahora quiere ponerlo hasta con chándal!





Y todo con una súper etiqueta de Hugo... ¡es muy original!




También encontró un monstruito graciosísimo lleno de monedas y muñequitos de chocolate



¡y había otro para Chus!



Nel dice que lo va a usar de monedero, el de Chus lleva desde el minuto cero con dos coches de juguete dentro. ¿No son preciosos?



Y también había algo para mí... una matrioska-llavero guapísima...















¡Chus no podía parar de achucharla! Además huele muy bien, lleva lavanda entre el relleno ¡qué detalle!




Aquí se ve todo el conjunto...




¡Ah! Y una tarjeta navideña simplemente preciosa:





Un par de días después nos llegó otro paquete, esta vez a nombre de Chus. Venía desde casa de Dawn ¡de parte de su nena! ¡¡qué casualidad!! Chus ya estaba que no podía con los nervios por recibir su regalo, y tan acelerado se puso que apenas era capaz de abrirlo... Este también contenía varios paquetes... en el primero, un mandil de cocinero ¡¡qué ilusión le hizo!! Nada más verlo, sin saber qué era, sólo atinaba a decir "qué guapoooo!"



Y después... ¡justo lo que le faltaba! ¡¡el gorro a juego!! empezó a chillar "soy un cocinero, soy un cocinero!" Nel decía que parecía Arguiñano, y Chus que no, que él no era "niñano", que era un cocinero de verdad jajajaja...



Se volvió loco de contento con su conjunto, tanto que se lo puse y ya no se lo quería quitar: durmió la siesta con mandil y gorro, y de noche volvió a acostarse sin quitárselo ¡tuve que desvestirlo yo, y ponerle el pijama a través del mandil! La gracia que nos hizo verlo levantarse por la mañana ya completamente equipado...



El tercer paquetito estaba lleno de comidita de fieltro, o como Chus decía "comida de cocineros" ¡que se ve que siguen una dieta específica! Está muy bien hecha, logradísima, y a mí me gustó sobre todo porque es todo comida sana, no como la mayoría de comiditas que venden por ahí...



Llevamos desde entonces "comiendo" mucha lechuga y fresas, y huevo frito y queso, peeeeeero tengo que decir que no comimos nada de coliflor: para mis enanos, eso blanco son "calcetines de pollo", y me parece que no me dejarán en paz hasta que les haga un pollo al que ponérselos ¡¡tienen cada golpe!!
















La comidita es regalo compartido, porque Nel y Chus practican casi siempre la cocina en equipo ¡ya me veo haciéndole el mandil a Nel, que se puso uno mío que... por mucho que se ajuste la cinta... en fin!





Y en este paquete también había para todos. Para mí Dawn tuvo el detallazo de coser una funda para la overlock, me encanta y además me viene de maravilla, porque pensaba hacerla yo... siguiendo su tutorial!



Venía metida en una bolsita más pequeña, que es el bolsillo para el pedal y el cable. Se sujeta por dentro de la funda grande, y queda todo de lo más recogido... ¡es perfecta!



Y también una tarjeta adorable, una pasada, hecha por la peque... ¡trabajaron de lo lindo!



















Sólo de imaginármela ahí concentrada en la tarjeta... ¡¡me la comería!!





Bueno, pues qué más os puedo decir... ¡¡estamos encantados de la vida con nuestros regalos!! Qué buen invento esto del Amigo Invisible... ¡¡gracias, Pantigana, por organizarlo!!



17/12/12

Amigo Invisible I: haciendo y enviando

Si llego a saber que era taaaaaaaan difícil decidir qué hacer para un niño al que no conoces, que quede bien, que pueda gustarle, que no lo tenga, etc, no sé si me habría apuntado al Amigo Invisible. Por suerte no lo sabía, y me apunté. Y me encontré con dos niños en la cabeza a quienes hacer un regalo...

El amigo invisible de Chus era el hijo mayor de An, y enseguida pensé en hacerle algo que probablemente no tuviera: un Paisajuego parecido al de casa. Parecido, ya que igual es imposible!



Hicimos un montón de piezas para jugar, y una caja-paisaje con su cierre de velcro, que no se escape nada. Nel y Chus me ayudaron un montón!! Le pusimos también unos recortes para que hagan sus propias piezas, a ver qué tal se les da...

Después busqué cajitas de cerillas y probé a hacer un juego doble: por un lado es un puzle, sencillo porque las piezas son rectangulares, con una foto de Nel y Chus de paseo, que me pareció adecuada para puzle por sus líneas. Y por el otro, cada cajita tiene su número por fuera y hay que emparejarla con la cantidad correcta de... de... bueno, de lo que hay dibujado en cada caja! También puede buscar cositas pequeñas que meter en las cajitas y contarlas... ¡o lo que se le ocurra!

Por un lado puzle, por el otro números


Probablemente sea un poco trampa, pero no pude resistirme a hacer otro detalle para la hermana pequeña de este chico... ¡siempre apetece hacer algo para los pequeñajos! Así que le hice una bufanda, con sus pompones y su "broche"



Pero aún quedaba el amigo invisible de Nel... que era... la nena de Dawn! No fue nada fácil atreverme a coser algo para su casa, con lo bien que lo hace ella, pero no pude resistirme a hacerle un neceser de costura ¡y es que a esa niña le gusta coser!




Así que reciclé una pernera de pantalón, saqué cinta (yo a eso lo llamo de toda la vida "tripa de pollo", aunque sé que hay quien lo llama piquillo... mi nombre es más de casquería, pero me encanta!!) y puse una aplicación. Todo muy femenino, como ella es ¡qué difícil hacer cosas para niñas cuando una ya está hecha a la masculinidad que impera en casa!

Por dentro le puse un forro a juego con la aplicación, y lo dividí en dos zonas:



Y para que no le faltase nada, incluí algunas cosillas que le pueden ser útiles en sus costuras:

un librito de fieltro para las agujas


un par de cajitas... 



... con botones y abalorios




y unos retalillos

No son grandes ni mucho menos, pero seguro que con su imaginación y la de su mami consiguen hacer algo de ellos ¡espero!

Y como no todo es coser en la vida, algo para presumir: un brazalete y una diadema de princesa! Había que practicar con ese alambre, que para algo aprende una cosas nuevas...



Entonces volvió a pasar: el hermano pequeño de nuestra amiga invisible también nos llamaba la atención, y algo había que hacerle... está en esa edad a la que Chus no podía dejar de jugar con canicas, así que... supongamos que se parece algo a él!!



Con esto tenía listos los regalos para nuestros amigos invisibles, que se completaban con los dibujos de Nel y Chus y el papel de regalo estampado en casa

Esto es lo que marchó en busca del AI de Nel...


... y esto lo que viajó hacia el AI de Chus!


... pero ¿cómo no incluir algo para sus mamis? ¡Con lo que gusta que haya algo para una cuando llega un paquete! Como estamos en racha de alambre, les tocó a las dos un pequeño colgante



... y como remate de los paquetes, una bandejina de carajitos ¡carajitos para todos!



Que a la panza también le hay que dar algo de gusto... ¿o no?

La verdad es que cuando llegó el día de enviar los paquetes sentí una liberación enooooorme!!

Y mañana... redoble de tambores... presentamos... ¡¡¡¡nuestros regalos!!!! Porque en un amigo invisible no todo es hacer y enviar... también toca que el cartero traiga paquetes para ti!




Apaños



Ha llegado el día de los apaños!! La verdad es que esta iniciativa de Naii me parece estupenda, porque a todas nos gusta enseñar las cosas de las que estamos orgullosas, pero no aireamos esas costurillas simples, arreglos o, como ella dice, apaños, que nos hacen el servicio aunque no sean obras de arte.

Desde el principio sabía que tendría cosas que enseñar, peeeeeeero ¡¡no pensaba que aparecerían tantas!! ¡qué apañadísima soy!

Veamos, por dónde empiezo...

1- El primer mandilón del cole de Nel (que ahora es de Chus) no tenía botones, era cerrado con el cuello elástico. Era... hasta que en un enganchón del patio el primer mes de uso se hizo un hermoso roto en medio de la barriga. Y allá fui yo, a convertirlo en un mandilón abierto! Corté de arriba abajo, rematé con unas tiras de tela a modo de bies, y le puse botones:



Y ojales, claro... Soy un poco rara para estas cosas, y preferí hacer los ojales a mano en lugar de usar los automáticos "en cuatro tiempos" superguays de la muerte que hace la máquina de coser.


Y tan feliz con el apaño, que aún dura!


2- Voy a contaros algo que alguna gente no sabe: los pantalones de los peques, en el cole, se rompen un montón. Pero un montón! Las rodillas no duran ni tres recreos antes de acusar el roce del hormigón del patio, y... algo hay que apañar, que un pantalón nuevo cada tres usos no es viable!


Algunas consideraciones: el monstruíto lleva la tela roja de detrás cosida a mano, porque el pantalón (talla 6 años, de Nel del curso pasado) tiene unas perneras en las que el brazo de la máquina no entra nada bien. Los parches adhesivos que se compran y se pegan con la plancha también hay que coserlos, y a mano porque la pernera también es estrecha. Lo que es pegado, dura unos diez minutos una vez puesto el pantalón en el niño. Y los festones con hilo demasiado fino para la consistencia del parche, quedan muy chapuceros. Pero quedan, porque maldita la gana de descoserlo y volver a coser en la estrechez de la pernera!

3- Yo antes cosía los bajos de los pantalones el mismo día que llegaban a casa de la tienda. Ahora no. Cuanto más coso, menos me gustan los arreglos y más pereza me dan. Os voy a contar el caso más extremo, pero me hacéis el favor de no contarlo por ahí, que esto puede ser el final de mi buena reputación! ¡¡es el colmo de la vaguería!! Estos son los pantalones que más usé el invierno pasado, y lo que va de esta temporada:


Pues las primeras semanas, por no meterles el bajo, lo llevaba sujeto con esparadrapo ¡de verdad! (mamá, si lees esto ignóralo, porfa... ). Y no cambié el sistema por vergüenza, eh, sino porque el esparadrapo se despegaba en la secadora. Pero no os vayáis a pensar que entonces hice un bajo decente... ¡qué va! Cosí por encima de las costuras laterales el trozo que iba doblado, y ni corté la tela ni hice dobladillo ni nada!!



















¿Se ve la costura por ahí atravesada? Por el lado de fuera no se ve, va exactamente por encima de la original ¡qué menos!

Cómodo del todo no voy a decir que sea, que cada vez que me visto hago canasta con el pie en esa especie de bolsillo que queda por dentro... pero ahora que a la pereza de hacer el bajo hay que añadir la pereza de descoser el apaño... ¡¡así quedan!!

4- Si los bajos de mis pantalones me dan pereza, ya ni os cuento los de los peques. Se junta todo: perneras diminutas, el dobladillo lleva el mismo trabajo que uno de mayor, y encima al cabo de unos meses les queda corto y hay que descoserlo!

bajo descosido, lleno de marcas


Y encima al descoser, aunque no cortes la tela sobrante y te limites a sujetarla hacia arriba con una costura, siempre se nota la marca. ¿Solución-apaño? No hacer dobladillo, ni acortar la pernera. Estrecharla por un lado para que no la puedan pisar:


El largo sobrante queda más o menos amontonado encima del pie, en un efecto que a algunos les horrorizará pero a mí en los niños me gusta. Y cuando dan el estirón, se descose y no se nota apenas la marca del apaño!

5- Cuando hubo que darles la razón y poner a Chus a dormir en la habitación con Nel (se morían los dos por dormir juntos!), nos parecía que el peque iba a pasar mucho tiempo en el suelo, con lo que se meneaba en la cama. Vi en alguna parte unos juegos de sábanas con la funda de la almohada cosida a la sábana bajera, y una cremallera que unía bajera y funda nórdica. Me pareció buena idea para Chus, pero carísimo, así que puse cremalleras a los juegos que tenía (no hay foto, ya están quitadas) y unos corchetes cosidos a las fundas de la almohada. Que ahí siguen.





 No queda muy bonito, no, pero funciona para que la almohada no viaje y Chus se pierda un poco menos por la cama. Se descosen todo el tiempo, y coserlos es un rollo porque hay que manejar la sábana entera, pero... me da pereza cambiarlos por snaps, qué le vamos a hacer!

6- Tenemos en casa unos juegos de cama infantiles de Ikea. Pero las camas no son de Ikea. Y las almohadas tampoco. Así que las almohadas no cabían en las fundas... Fue un rato largo de costura y descostura, para alargar las fundas hasta que tapasen la almohada entera:



Eso sí, por detrás se nota "un poco" el remiendo





Y después de esta tanda de apaños humildes y básicos tengo que confesar que me da una pereza hacerlos... ufff... Y muchas veces podrían hacerse mejor, pero ya bastante lata es ponerse a hacer arreglos, no queda ya energía para encima andarse con primores. Eso sí, que quede claro, yo antes NO era así, a mí antes no me daban pereza las cosas lentas y minuciosas... Por ejemplo, esto es un detalle de la cortina que tenemos en la ventana del baño:




La hice de niña casi, para mi habitación de entonces, y... sí, cosida a mano, a vainica tooooooodo alrededor, y con esa tripa de pollo cosida a mano que por detrás casi ni se ve la puntada ¡¡me mandan hacerlo ahora para unas cortinas y me amotino!! De hecho, la última vez que necesité cortinas compré metros y metros de una pieza que ya venía con los laterales listos, del ancho necesario, y cosí dobladillos a máquina arriba y abajo ¡no soy ni la sombra de la que era!




Pero bueno, que me voy por las ramas, me falta por enseñar el apaño más reciente... el otro día descubrí un roto en el bolsillo de mi chaquetón de pana:




















Me daba mucha rabia, porque cada vez que metía la mano en el bolsillo lo agrandaba un poco ¡el dedo gordo iba justo al medio! Al llegar a casa me puse de paciencia a remendarlo a mano, pero de pronto cogí las tijeras y corté toda la tela. Y cogí un retal y preparé un bolsillo nuevo:























Y lo puse, y el del otro lado también. Y ahora mi viejo chaquetón de pana me gusta más! (y parece menos de hombre... porque sí, era un modelo de hombre ¡qué pasa!)


Y hasta aquí mi selección de apaños, que seguirá aumentando seguro, porque otra cosa no, pero pantalones demasiado largos, rodillas rotas y demás chollos, eso nunca ha de faltar en una casa con niños!! Para más apaños de más apañadas... ¡¡visitad a Naii!!



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