Os conté hace unos días que estaba tejiendo con agujas del 2,5... pues ya terminé. Menos mal que la obra era pequeña, en consonancia con las agujas, o no habría terminado nunca!!
Hice un gorro y unos calientapiernas para una niña que nació no hace mucho... bueno, en realidad debería haber pasado menos tiempo antes de enviarle esto, pero ya sabéis, normalmente lo urgente no deja tiempo para lo importante (gran frase del mayor filósofo de nuestro tiempo... Mafalda!!)
Y como resulta que la niña tiene un hermano, y los hermanos mayores siempre se merecen un regalo para celebrar que consiguen precisamente el carnet de hermano mayor, pues con las mismas lanas le hice una araña. Sí, yo, una araña, porque parece ser que me hago más valiente con los años y ahora ya puedo tocar arañas sin entrar en shock. Arañas de lana o de plástico, claro, y que no sean muy realistas!
Esta es la araña Lola:
Y esta es su panza, porque vistas por debajo aún me dan más repelús y tenía que enfrentarme a eso también...
Ya veis, un regalo terapéutico... ¡terapéutico para mí, claro!
Ahora sólo queda que lo disfruten!!