Hace unos días me puse manos a la obra. Cambié la forma de "las cosas verdes" porque no me apetecía nada que pareciese un pantalón-supermán (uséase, con aspecto de llevar los calzoncillos por fuera) y los hice grises porque sinceramente... ¿quién cree en los pantalones blancos para niños?? También falta una de las franjas de color... lo siento, Chus, mis existencias de telas incluyen menos tonalidades de verde que tu caja de rotuladores! Respeté, eso sí, el bolsillo. Lo más fielmente que pude...
Pero lo importante, lo único que cuenta, es que cuando vio sus pantalones nuevos me dijo "¡pero si lo haces todo!". Y volví a sacar el calderín pa la baba...
Sudadera perchada gris y verde, camiseta verde lima, todo de La Pantigana. No sabría calcular cuánto costó el pantalón, pero la verdad es que hacer así de feliz a un hijo... no tiene precio!!
Pues aún hay más! Este hijo mío se muere por diseñar y triunfar en el mundo de la ropa casera, y en cuanto vio su pantalón hecho realidad enseguida se lanzó a dibujar la siguiente prenda. Pero esta vez no quería que la cosiese yo, no... esta vez quiso innovar y me propuso dibujar un pantalón para enviarlo a alguna de mis amigas y que ellas lo cosan ¡¡toma ya!! El único problema era que... bueno, que cada cual juzgue por sí mismo...
no, fácil lo que se dice fácil no es! y muy ponible tampoco parece, aunque nunca se sabe... ¡a lo mejor alguna consigue coser una versión para enseñársela a Chus!
