8/3/15

Objetivo 8/03

Hoy es 8 de marzo. Día de la mujer. No es ninguna celebración, nada de "feliz día de la mujer", no va de eso. Infelizmente, sigue habiendo muchos motivos para la reivindicación. Infelizmente, hay sucesos tremendos que conmemorar. Afortunadamente, siempre hay algún proyecto estimulante al que unirse. Porque... reconozcámoslo... las mujeres somos la caña!



40moments proponía algo sencillo: una camiseta morada, un lema, un día para mostrarlo. Objetivo 8/03. Aquí está la mía



Hace varios años que "plagio" a mi manera la camiseta de Amnistía Internacional para el 8 de marzo. El primer año fue porque quería comprarla, pero no me llegaba a tiempo para la fecha. Y me apañé con papel transfer y una camiseta morada que tenía. Luego empezó a ser mezcla de costumbre y esa sensación de poderío que da no comprar las cosas que quieres porque sabes que puedes hacértelas. Inyecciones de autoestima en formato camiseta.



El modelo de este año... voy a ser sincera, a primera vista no me entusiasmó. Pero luego me fijé en el detalle del dibujo y empezó a hacerme tilín. Y en un par de minutos me había enamorado ¡yo soy así! Era de noche, me dio pereza encender la impresora, y lo calqué directamente de la pantalla del portátil. Quedó un poco demasiado pequeño, pero más adelante me dio pereza volver a calcarlo de la pantalla del ordenador de sobremesa, y desde luego no me veía capaz de ampliarlo a pulso, así que... ¡acabará encantándome en este tamaño!



Patrón "Faded stripes" de la ottobre 2/2015, tela de La Pantigana, dibujo a rotulador textil. Nada como un fotógrafo de 5 años para que te vea "así de grande"!

Y como ahora en esta casa hay otra mujerina, pequeña pero mujer al fin y al cabo, ella no iba a ser menos... Simplemente le dimos la vuelta a su vestido de pana, y hoy va tan reivindicativa como cualquiera.



Ojalá cuando tenga mi edad ya no haga falta conmemorar el 8 de marzo con reivindicaciones... que ya sólo sea una fecha para recordar... ¿lo conseguiremos? ¡seguro que sí, mirad qué potencial hay por ahí suelto!!








6/3/15

Gran mei tai

Siempre hace ilusión que alguien te pida que le hagas algo en concreto, y cuando María me escribió preguntando si le haría un mei tai para "bebé grande"... ni me lo pensé!!

Acordamos los detalles: eligió las telas, calculé el tamaño... me encanta la combinación de telas ¡me encanta!



Ella me pidió que la parte de los tirantes que apoya en los hombros fuera acolchada, yo le propuse acolchar también la zona donde apoyan las piernas del bebé...


Puse las gomitas al final de los tirantes, para poder sujetarlos enrollados y que no arrastren por el suelo al poner y quitar el mei tai, y por último hice una bolsita a juego para llevarlo mientras no se usa.



Y, por supuesto, le pasamos la prueba de calidad! Es grande para Lía, y menos mal, porque me habría costado trabajo enviarlo si llega a ser de su tamaño! jajajaja al final tendré que hacerme otro...



Espero que le guste tanto como a mí me gustó hacerlo, y sobre todo que lo disfruten mucho, muchísimo!






5/3/15

Matar moscas con el rabo

... se supone que es a lo que se dedica el diablo cuando no tiene qué hacer, verdad? Pues yo no soy el diablo, qué más quisiera yo, y me entretengo en auténticas tonterías cuando sí que tengo bastante por hacer pero simplemente la cabeza me pide un respiro. Y últimamente, con Lía en modo equipo de demoliciones unas quince horas al día... pues pasa a menudo, qué queréis que os diga!

El otro día estaba ahogándome entre los mensajes de "tienes que hacer esto, no pises lo otro, corre prisa aquello, aparta esa niña de esa estantería, deberías haber hecho lo de más allá" que mi cerebro enviaba sin parar, y decidí cortar. Y hacer algo perfectamente prescindible, innecesario, inútil. Cogí los botes de cristal donde guardo los botones, una cinta, y la pistola de silicona. Y me autorregalé una solemne tontería como esta:



Poco más puedo decir... Bueno, sí, que me encanta mi colección de botones, gran parte herencia de mi abuela. ¿Quién necesita heredar grandes riquezas pudiendo hacerse con tesoros como estos?



Calculo que tengo botones para dos o tres vidas... ¿cuántas costuras de RUMS podría abrochar con esta colección botonil???








24/2/15

Carnaval, tercera parte: una tal Uhura

Yo no tenía ni idea de quién era esta buena mujer, y mucho menos sabía su nombre. Pero un día mi hermana me enseñó una foto preguntando si sería muy complicado copiar el vestido para carnaval, y empecé a meterme en harina...



Había encontrado un tutorial para unos patrones en venta... más de doscientos dólares de patrones!!! Y ahí fue donde yo pensé "bah, con una tela algo elástica, seguro que no es pa tanto". Y le dije que lo haría. Sin patrones. A lo valiente. Yo soy así, y el carnaval me lo exacerba.

En lugar de patrón, le pedí una camiseta suya que le quedase tan ajustada como quería el vestido. Pofesioná como la copa un pino. La camiseta no tenía mangas, pero yo no tenía miedo, así que dibujé lo que faltaba, cerré los ojos, corté la tela, abrí los ojos y vi que mi casa se había llenado de una pelusa brillante roja... una especie de purpurina de hilitos cortísimos. No me importó demasiado, tenía una misión que cumplir!



Le había pedido sus medidas de cadera, del largo del vestido y del largo de la manga. Me inventé directamente la forma de la manga, la cintura, la faldita... El escote, a ojímetro. Y para debajo un culote, este sí, con patrón: la braguita retro de Pandielleando.

Ella me envió la tela y la camiseta-patrón por correo, y yo le llevé el vestido hecho la víspera del carnaval... arriesgando! menos mal que al probarlo le servía! Le pusimos los dorados de las mangas y el broche (o lo que sea, seguro que hasta tiene un nombre) junto al escote, y... ¡¡¡toma ya, qué bien estaba!!!



¿Se nota que me siento muy orgullosa del resultado? ¡es un subidón coser a lo loco y que quede así de bien! Ayyyyy millones de gracias a la modelo por pedírmelo!!




18/2/15

Carnaval, segunda parte: Invasión vikinga!!!!!!!

Bueno, qué... ¿este año de qué nos disfrazamos en carnaval? ¡¡de vikingos!! La conversación tuvo lugar allá a primeros de enero, apenas salíamos de la navidad... ¡dejar una fiesta y pensar en la siguiente, ese es el ritmo de vida que nos gusta!

Pues nada, vikingos, que siempre viene bien un tema que dé pie a dar gritos y comportarse como bárbaros... sólo por carnaval! Se supone que uno se disfraza de lo que no es, verdad? pues nos disfrazamos de cosas así, a ver si nos vamos convirtiendo en gente civilizada ¿no es de lógica?

En nuestra línea de no comprar disfraces ni complementos, había bastante que hacer: capas de vikingo, cascos con cuernos (que por más que digan ahora que nada de cuernos en los cascos, a nosotros nos gustaban los vikingos de toda la vida ¡con una buena cornamenta!), armamento pesado, escudos... ¡apuf, qué estrés!

Primero fueron las capas. Rectángulos, sin complicarse, ya sabéis cómo enfoco yo el tema disfraces: cero complicaciones, mucha risa. Un snap para abrochar, un cráneo de bicho con cuernos hecho de fimo para tapar el snap (que no hacía falta, ya lo tapaba el pelo de la tela, pero...), y una costura en la zona del cuello para que no nos rasque el borde de la tela. Porque la tela hubo que chamuscarla por el borde antes de que la casa se convirtiera en una gran bola de pelusa marrón, y claro, lo chamuscado muy suave no queda!



Luego venían los cascos, es decir, tomarse la medida de las cabezas, inflar un globo de cada talla, y empezar a pegar papel de periódico con cola blanca. Una capa, otra... un alambre para dar soporte a los cuernos... más periódico y más cola alrededor del alambre... dar forma a esos cuernos, que queden vistosos... más periódico y más cola... y al tendal a secar!



Antes de que secasen del todo nos los pusimos, y los amoldamos a la forma de las cabezas ¡que no, no tenemos cabeza de globo! Cascos a medida, completamente personalizados!

Ya que estábamos en modo periódico y cola, aproveché para preparar las espadas y un hacha. Tubos de cartón (de esos que vienen rodeados de papel de aluminio o film de cocina, es un poco rollo tener que gastar el material de fuera pero al final consigues un tubo de cartón que siempre viene bien), cajas de galletas para las partes planas, y periódico y cola, periódico y cola, periódico y cola... ¡y al tendal!

¡¡Escudos, que nos faltan los escudos!! Bueno, bueno, es que no tenía cartón! Hubo que esperar a que llegara un pedido de cartón, esta vez en forma de caja llena de naranjas ¡qué vida tan dura la de reciclantes! Pues eso, cartón de caja de naranjas, periódico y cola, más periódico y más cola, más periódico y más cola... ¡y al tendal! Ay, no, al tendal no, que estos secaron encima de la mesa...



Pues un par de días más tarde, con toda la cola seca y todo el periódico endurecido, sesión de maquillaje: témpera de colores, un poco de alkyl, brochas y pinceles... ¡¡al ataque!!



Lo último que hicimos fue el cuerno del jefe, para llamar a la tribu. Se nos olvidó hasta la hora de comer del día C (de Carnaval), así que no hubo tiempo de andarse con finuras: papel de periódico, sin cola ni nada, y témpera. Y que aguante lo que pueda!



Y con todo preparado, nos hicimos a la mar en busca de botines fabulosos. Porque ya se sabe, la familia que asalta poblados unida, permanece unida!!






16/2/15

Carnaval, primera parte: Pequepingüina

Este curso el Entroiro del cole quería dejarnos fríos... ¡¡helados!! La temática giraba en torno a la Antártida, los polos, y el frío en general, y en cuanto lo supe lo tuve claro: para Lía, disfraz de pingüina!! Luego resultó que la clase de Chus se disfrazaba de eso mismo, pero ya os lo enseño otro día... vamos poco a poco!

Busqué en San Google, como procede en estos casos, y di con este disfraz, que me enamoró a primera vista ¡y encima era fácil de hacer! Pues nada, fieltro en mano...



¡¡y pingüinina lista para conquistar la Antártida!!



¿No entra una gana terrible de comer a la pingüina?





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