¿Champán de saúco?¿? ¡¡Sí!!

La primera vez que lo oí me sonó a chino. Pensándolo un poco mejor, me sonó a un bebedizo a base de saúco que me explicaron una vez para los catarros. Pero si Dori dice que sabe bien, que a los peques les gusta y que es fácil... pues hay que probar!

Es lo que tiene tener amigas autosuficientes, que puedes aprender de todo. Y era verdad: sabe bien, a los peques les gusta (bueno, a Nel no, porque es enemigo acérrimo de cualquier bebida con burbujas, pero Chus que es adicto a la gaseosa está encantado con esto) y es fácil. Diré más: es muy, muy fácil de hacer.

Los ingredientes que me dijo eran sencillos a más no poder: 10 litros de agua, dos limones troceados, un kilo de azúcar y siete flores grandes de saúco. Yo lo reduje todo a la mitad... porque no tenía botellas donde meter 10 litrazos de agua!!

Así que:   5 litros de agua
                medio kilo de azúcar
                un limón troceado
                y 4 flores grandes de saúco

Todo junto en un balde (limpio, evidentemente) tapado con una gasa. Hay que dejarlo dos días, removiendo de vez en cuando, y después embotellarlo. Del balde a las botellas (colador y embudo al canto, claro).

Ella usa botellas de cristal, pero para mí, novata e inexperta, me recomendó de plástico para evitar explosiones ¡¡!! Y que de vez en cuando mirase si las botellas se iban deformando, para abrir un poco y dejar salir algo de gas.

La verdad es que al principio pensé que no, que no salía, que efectivamente las instrucciones eran demasiado fáciles para ser verdad, porque al cabo de 4 días ni se deformaba ninguna botella, ni había gas, ni siquiera agitándolas veía burbujas. Pero un par de días después... ¡¡síiiii!! burbujas, botellas deformadas, abrí un poco y sonaba un schhhh de lo más guay. Marchando un par de botellas pa la nevera!!

Un éxito, vaya, dulce, refrescante, con ese olorín tan rico del saúco, el toque de limón... Sabe muy bien, me recuerda un punto medio entre la gaseosa y el refresco de limón, pero con el saúco y un dulzor mucho menos empalagoso (bueno, es que a mí los refrescos habituales no me gustaron nunca). Y casero. Y natural.

Ahora me da pena no haber hecho más cantidad, pero bueno, realmente no habría tenido botellas suficientes. Otra vez será.

Hay que beberlo durante el verano, porque si dura más empieza la fermentación alcohólica y ya no es refresco... bueno, este año no va a ser problema, nos quedan dos litros y dudo mucho que tarden en caer!!

En resumen, todo un descubrimiento. Y si lees por ahí las propiedades del saúco... ¡bebiendo esto nos vamos a hacer superhéroes, por lo menos!

¡¡Gracias por descubrírmelo, Dori!!