Y la cuestión era hacerlo "resurgir de las cenizas" de este pantalón de papá, que estaba roto por la entrepierna:
Primer error: pensar que tienes tan claras las intenciones y que la cosa va a ir rapidita.
No había ni siquiera dibujado el patrón entero cuando me di cuenta de que no me apetecía nada coser unos bolsillos "más o menos tradicionales" para Nel. En principio ningún problema, excepto que los bolsillos "más o menos tradicionales" no requerían otros aportes de tela, y la nueva idea sí.
Segundo error: dejar de lado el patrón a medio hacer para buscar tela que sirva para el apaño. ¡Date prisa con las telas y termina de dibujar el patrón, hermosa, que todavía está a medias en la mesa del comedor y Chus se levanta de la siesta de un momento a otro!
¿cómo puede estar taaaan arrugada una tela que fue funda de una tabla de planchar??? |
Una vez me decidí por esta tela y terminé el patrón (bueno, o al revés, iba tanto de una cosa a otra que ya ni sé lo que ocurrió primero, si la tela la elegí para el patrón o el patrón lo hice para la tela) empezó lo divertido: ¡¡cortar!!
Tercer error: seguir considerando que cortar es tan divertido, cuando ni siquiera te paraste a pensar seriamente si lo que quieres hacer es realmente lo que quieres hacer.
Y a medida que cortaba, me parecía taaaan corto, una pernera taaaan corta, una costura taaaan corta, una pereza taaaan grande, y unas ganas de pantalones largos taaaan locas... que decidí que iba a hacer media pernera más. Así, por las buenas.
Cuarto error: permitirse cambiar de idea con la tela ya a medio cortar.
Podría haber aprovechado la tela mejor si los pantalones hubiesen sido pensados como largos desde un principio, podría haber sacado todas las piezas sin necesidad de que cundiera el pánico, pero eso no va conmigo. A mí me va la marcha.
Quinto error: querer apañarse con lo que hay en casa cuando las nuevas novedades incorporadas al patrón van pidiendo cada vez más y más materiales. Como ya no iba a poner bolsillos "más o menos tradicionales", la versión que planeaba hacer necesitaba aporte de otras telas. Y como empecé a cortar pensando en pantalón corto, necesitaba otros aportes de tela para las piezas que habían dejado de "caber" en el pantalón de papá original. Como no tengo tienda de telas por aquí, tenía que sacar todos esos aportes de mi adorada bolsa de retales. Y conseguir algo más o menos coordinado, o por lo menos telas que pudieran convivir bien, sin darse bofetadas ni ofender a la vista. No lo encontré, así que deseché la tela que había elegido y la cambié por esta otra (¡gracias, Paquete Viajero!) de la que sí que tengo suficiente para todos los trozos que se tercien.
... Peeeeero... tela nueva, requería bolsillos nuevos. Mi gozo en un pozo, los bolsillos tan primorosamente diseñados para la anterior tela ya no me gustaban usando esta. Quería otra cosa. Volví a cambiarles el diseño, para intentar unos en forma de bandera pirata ¿llega a intuirse la forma de bandera?
Al final los pantalones existen, que no es poco, aunque ya no sean ni cortos ni con bolsillos "más o menos tradicionales". Bueno, bolsillos sí que tienen, aunque todo parecido con el diseño inicial sea... inexistente.
Por delante... y por detrás |
¡Ah! y en el fragor de la batalla, los que iban a ser pantalones para Nel decidieron convertirse en pantalones para Chus sin que nadie se diese cuenta... hasta la hora de probarlos. Cosas que pasan...
Sexto error: ponerle nombre al destinatario de un pantalón antes de haberlo terminado. El destinatario previsto incialmente se ofende al verse despojado de su trofeo, y el nuevo agraciado se mosquea porque "eso no es para mí, yo quiero los míos, no los de Nel".
A Nel le quedan cortos (tipo pirata... ¡qué menos!) y un pelín estrechos en el culo, así que le dejaré que los use este verano los días que refresque, pa que no se queje. A Chus le quedan algo grandes... pero eso lo arregla el tiempo!!
Conclusión: acabo de perfeccionar hasta límites insospechados mi método tradicional. Y la capacidad de improvisación sigue ahí, vivita y coleando. Otra cosa no tendré...
Se de lo que hablas... jajajajaa, ir sobre la marcha es lo que tiene. Las ansias nos pueden.
ResponderEliminarHoy he NO terminado yo unos blusones que habían de ser vestidos, que no fueron, que habían de ser otro tipo de vestidos, que tampoco pudo ser... que con surte terminarán siendo unas bolsas o se aprovecharán para apliques.... ainssss!!!
Y si que se ven banderas los bolsillos
Jeje, me consuela, todas somos iguales!!
Eliminarpues ahí los tienes, unos pantalones con personalidad propia!!!!
ResponderEliminarYa, personalidad propia sí que tienen, eh! Será su principal virtud, visto lo visto...
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