Habla más del aspecto emocional de la educación, la necesidad de que el niño se sienta querido y seguro para permitir el impulso natural de aprender (bueno, que lo de primera y segunda parte es cosa mía, eh, no hay tal división, pero como la vi en dos veces pues la interioricé en dos tandas, de dos formas). Preciosa. Algunas perlas:
"¿cuál es la mejor escuela? Donde hay amor hay respeto, y donde hay respeto hay la posibilidad de crear. Una institución donde se pueda realmente amar al otro, y amar quiere decir aceptarlo en su diferencia"
"¿es realmente necesario que un papel nos diga que sabemos? ¿acaso un título es prueba de que hemos terminado con éxito nuestra educación? ¿acaso hay una educación que finalice... o sea exitosa?"
Me quedo con el discurso de los estudiantes, ese hilo conductor de toda la película, que si es ofensivo o no, que si les permiten leerlo o no... yo creo que no es ofensivo en absoluto, a menos que alguien se sienta personalmente responsable del estado de las cosas -ejem, ministros de educación del mundo... ¿tenéis ojos y orejas? ¿tenéis conciencia? ¡pues eso!-, nadie debería sentirse atacado por estas palabras...
“Hoy en día la educación está prohibida. Muy poco de lo que pasa en nuestra escuela es verdaderamente importante. Y las cosas que importan no se anotan en ningún cuaderno ni en ninguna carpeta.
¿Cómo encontrarnos con la vida? ¿Cómo enfrentarnos a las dificultades? No lo sabemos, no nos lo enseñaron. Hablan mucho de educación, progreso, democracia, libertad, un mundo mejor…pero nada de eso pasa en el aula.
Nos enseñan a estar lejos unos de otros y a competir por cosas que no tienen valor. Padres y maestros no nos escuchan. No nos preguntan nunca qué opinamos. No tienen idea de qué sentimos, qué pensamos, o qué queremos hacer.
¿Cómo puede ser que la escuela sea un lugar odioso para tantos chicos? ¿No sería maravilloso que podamos elegir día a día ir a la escuela? Que sea elección nuestra, no de nuestros padres. Que la escuela sea un lugar hermoso, donde disfrutar, donde jugar, donde ser libres, donde elegir qué aprender y cómo aprenderlo.
Enséñennos que las cosas pueden ser distintas. Ése es el ejemplo que nos tienen que dar. Sus expectativas son suyas, no son nuestras. Y mientras las sigan teniendo, vamos a seguir fallando.
Por todo esto, decimos BASTA. Basta de decidir por nosotros, basta de calificarnos, basta de imponernos. Ni las ciencias, ni los exámenes, ni los títulos nos definen. Nosotros vamos a decidir qué queremos ser, hacer, sentir o pensar.
Creemos que la educación está prohibida.
No por culpa de las familias.
No por culpa de los chicos.
No por culpa de los docentes.
La educación la prohibimos TODOS.
Cada vez que elegimos mirar para otro lado, en lugar de escuchar.
Cada vez que elegimos dejar todo igual, en lugar de probar algo nuevo.
Cada vez que elegimos la meta, en lugar del trayecto.
Cada vez que elegimos acomodarnos, en lugar de ponernos de pie.
Seas docente…Seas alumno…Seas padre…Seas quien seas. Ayudanos.
La educación tiene que avanzar. Tiene que crecer. ¡Tiene que cambiar!”
GENIAL!!! Otra que lloró con la película, creo que si no te hace llorar esta película, es que no tienes la mente abierta para comprenderla, es que no estás sensibilizado con la esencia de la educación y con las necesidades de tus hijos/alumnos.
ResponderEliminarJeje, y yo pensando que ando algo blandengue... ¡me alegra no ser yo sola!
EliminarYo también lloré con la película. Me emocionó el final esperanzador, pero ese hilillo de esperanza me parece tan débil. :-(
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