Por falta de tiempo no será, eh, que queda casi un mes y se cosen rapidín...
Y merece la pena se mire por donde se mire:
* por el planeta (menos aluminio a la basura)
* por el bocadillo (o la fruta, o las galletas... que envuelto en tela el pan y cualquier comida aguanta mucho mejor)
* por los peques, que tienen el kit completo:
- un bocata más chulo
- mantel y servilleta incorporados para comer a gusto en el patio
- no tienen que cargar después con la fiambrera vacía
- y nada de plásticos sospechosos en contacto con su comida*
¿Qué más se puede pedir? ¡Ah, sí, se me olvidaba lo mejor! ¡¡lo que nos gusta a las madres costurillas coser monerías para el cole con dos trapos y en un momento!!
Pues eso, todo el mundo a consultar el tutorial en Mar de Menorca, o a improvisar uno, y el 16 de octubre todos los bocadillos irán al cole, al parque o a la plaza felices de la vida.
* sin plásticos: yo personalmente renuncio a la capa de plástico para que la comida no sude, y para no tener que averiguar hasta qué punto ese tipo de plástico es adecuado para estar en contacto con la comida. De la tela blanca me fío, y aunque no puede limpiarse tan fácilmente... ¡pues se lava y se cose otro de recambio!
Me encanta cómo describes las ventajas. No veas que felices van los bocadillos ahí arropaditos ;-)
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