Esto es una idea genial... ¿por qué no lo haría nadie antes?
Para celebrar las 3000 visitas, en el blog Cosas de Harne se sortea uno de sus "cuellos de Moebius"... pero eso no es lo mejor, lo mejor es la condición para participar en el sorteo... hay que plasmar en una imagen, video, audio... alguno de los pequeños placeres que nos hacen sentir bien. ¡Qué buena ocasión para pararse a pensar en esas cosas que parecen sin importancia pero son capaces de alegrarnos la vida!
Me costó empezar, no conseguía pensar en pequeños placeres que pudiera plasmar adecuadamente, pero cuando empecé... ¡no paraban de ocurrírseme! Estos son mis pequeños placeres, ordenados según van ocurriendo a lo largo del día (sí, pueden llegar a ocurrir todos en un mismo día, ¡soy fácil de hacer feliz!)
Por la mañana, recién despertada, me encanta migrar al otro lado de la cama y oler el hueco que dejó la otra cabeza en la otra almohada. No me gustaría nada levantarme habitualmente antes que él, y no es sólo por madrugar más!
Después de comer, un café recién hecho, bien hecho, con su crema, negro y sin azúcar (¡azúcar no, nunca, en el café me da asquete!), con ese olor... y esperar un rato a que se temple, olisqueándolo... Y ya si al lado hay un trozo de chocolate fuerte... ¡para qué queremos más!
Es de noche, los peques ya están en la cama y parece que dormidos (ya no se les oye la cháchara). Hay un sofá que lleva mi nombre escrito, y una mesa baja delante. Me repantingo lo mejor que sé, y me quito los calcetines. Los dejo por ahí atravesados, me da lo mismo (recordemos que los peques ya no están ¡no es dar mal ejemplo ni nada!) y respiro hondo... Ese momento "por hoy ya cumplí". En verano esto no es así, porque sin calcetines no es lo mismo, pero ahora ya se puede hacer bien!
Me encanta sentir el cambio de las estaciones, estos días disfruto de la llegada del otoño. O el final del verano, como prefieras. Esas primeras noches en que echas de menos un poco más de abrigo, y dejas a mano una manta de sofá para echártela en mitad del sueño. Aún no apetece poner colcha ni edredón, pero la sábana sola no llega... ese punto exacto ¡¡me encanta!!
Bueno, no son muy exóticos mis pequeños placeres, no? Tanto mejor, así no andan escaseando... todos, todos los días consigo alguno de ellos ¡¡y soy feliz!!
Mmmmm me ha llegado hasta aquí la felicidad y tranquilidad de estos momentos
ResponderEliminarAhora que cuentes eso... Tendré que empezar a frotar mejor detrás de las orejas...
ResponderEliminarOOOOOH!!! Que placeres más placenteros, y cómo los has descrito, si es que hasta los siento yo aquí.
ResponderEliminarsiii! yo también hago lo de girarme hacia el lado de la cama que acaba de quedar vacío!
ResponderEliminareso es lo importante, ser feliz!
ResponderEliminaroh cuanto placer! me encanta!! mucha suerte!!!
ResponderEliminarMe encantan los pequeños placeres sencillos...
ResponderEliminarQué gusto! Y qué poco cuesta ser feliz.
ResponderEliminarpues me acabas de recordar el placer que siento al ponerme la primera manga larga del otoño... oh!!!
ResponderEliminar