1/9/12

¡¡Felicidades, mamá!!

Sí, hoy dedico este hueco a mamá. A mi mamá. No, no es el día de la madre, ni su cumpleaños, ni su santo, ni acaba de tener un nieto, ni le tocó el cupón, ni... ni... nada de eso. Hoy es el primer día de su nueva etapa ¡¡mamá, que ya estás jubiladaaaaaaaaaa!!!!

Aunque supongo, creo, sospecho, que de una forma u otra seguirá siendo maestra toda su vida, desde hoy ya no lo es oficialmente. Ya cumplió. A dejar hueco para los que vienen detrás, que falta les hace.

Para mí no es sólo que hoy -por fin- mi madre empieza esa etapa vital en la que se le reconoce el derecho a no seguir produciendo, es también tener conciencia de que la persona que me enseñó a leer, a escribir, a contar, a colorear y a cortar, a pegar y a tajar, a hacer volteretas y a recitar poemas, a hacer pasta de papel, a pintar piedras, a enhebrar agujas, a atar cordones, a sentarme y esperar turno, quien me enseñó las tablas de multiplicar (y las dos recordamos que esto no fue precisamente fácil...), por el mar de las Antillas, los planetas del sistema solar, ventanas azules verdes escaleras, los colores del arcoiris, los días de la semana, con diez cañones por banda... esa persona ya no entrará en un aula por las mañanas a enseñar todas estas cosas a un grupo de alumnos revoltosos. Ahora siento como si todo lo que aprendí con ella fuera "edición limitada". Me siento especial, mira tú por dónde.

Si no fuese mi madre, diría que es una pena que una maestra como ella deje de ejercer. Que tiene tanto bueno que aportar que aún seguía haciendo falta. Pero resulta que es mi madre, y no es ninguna pena que pueda por fin tener tiempo para ella, para sus cosas, para mimarse un poco y disfrutar. Porque fueron un montón de años, y os puedo asegurar que fueron intensos. Un montón de escuelas, de casas, de mudanzas. Un montón de carreteras llenas de curvas y pueblos llenos de barro y aulas llenas de niños. Un montón de caras, de nombres, de edades, de trastadas, de anécdotas. Un montón de excursiones, de teatros, de experimentos, de proyectos innovadores.
Un montón de esfuerzo por la educación que los niños se merecen. Todos los niños.

Un patio de escuela... (yo, la más chiquitina, y frente a mí, mamá maestra)


¿Y sabéis una cosa? Fue una gran maestra... ¡¡y ni os cuento la madre y la abuela que es!!

3 comentarios:

  1. que foto más preciosa!!! mi madre también fué maestra y también fue mi maestra... lleva dos años jubilada, y dice que no echa nada de menos el colegio....que lo disfruten!!!

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  2. Otra hija de madre maestra, aunque dejó las aulas antes de nacer nosotros la vocación seguía (y sigue!) ahí, ejerció con sus hijos.
    Me dejas el vello de punta y un asomo de lágrima.

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  3. Felicidades a tu mami porque ya es hora de tener tiempo para gastar en ella misma y felicidades a tí porque ahora es tiempo de disfrutarla a tiempo completo. Me emocionó mucho la última foto!

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